(Archi. Madrid) La reunión tiene como fin «trabajar juntos y caminar unidos para poner en marcha el Ordinariato» creado por el Papa Francisco el pasado mes de junio, como subraya en la carta de convocatoria.
En ella, el ordinario de los fieles católicos orientales en España se presenta como «padre y pastor» y valora la «rica pluralidad de ritos» (fundamentalmente greco-católicos rumanos, greco-católicos ucranianos y siro-malabares, aunque también hubo coptos).
«Cada uno pertenecéis a una antigua tradición de la Iglesia que ha permanecido fiel al Evangelio incluso con el derramamiento de la sangre. Vuestro patrimonio religioso, cultural e histórico es un tesoro para toda la Iglesia que hay que preservar y mantener vivo a través de las generaciones de católicos que están presentes en todo el mundo y, de un modo muy particular, en España», detalla.
Su presencia –añade el purpurado– «pone de manifiesto la catolicidad de la Iglesia» y permite recordar que «todos estamos llamados a componer una bella sinfonía que cante las alabanzas a Dios nuestro Padre y dé testimonio de la unidad de los cristianos querida por el Señor Jesús».