(Agencias/InfoCatólica) La decisión de abrir fuego contra las tropas de Bachar el Asad, un opción rechazada hasta hace pocos días por el presidente Donald Trump, supone un giro radical en la política de Washington en Siria y abre una posible vía de conflicto con Moscú, principal valedor del régimen. Pero también sirve para lanzar una advertencia a Irán y Corea del Norte: Estados Unidos, con Trump a la cabeza, está dispuesta a disparar contra quien cruce sus líneas rojas.
El ataque ha causado bajas, según fuentes militares citadas por la cadena de televisión estatal siria. La cadena ha afirmado a través de su cuenta en la red social Twitter que «varios misiles impactaron en una base militar siria en un ataque estadounidense». El Gobierno de Donald Trump ha tomado medidas de forma unilateral contra el Gobierno sirio, a quien acusa del uso de armas químicas, pese a las conversaciones que se están llevando a cabo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Minutos antes de la ofensiva estadounidense, Rusia había advertido a Estados Unidos de las «consecuencias negativas» que tendría una acción militar en Siria en respuesta al ataque químico. «Hay que pensar en las consecuencias negativas. Toda la responsabilidad, si hay una acción militar, estará sobre los hombros de aquellos que la inicien», dijo a los periodistas el embajador ruso ante la ONU, Vladimir Safronkov.
Los obispos de EE.UU y el Papa piden el fin de la carnicería en Siria
Precisamente hace dos días los obispos de Estados Unidos ofrecieron su oración por «el fin de la carnicería en Siria», y aseguraron que el reciente ataque químico en ese país «sacude el alma» y clama «por protección de la humanidad».
En un comunicado firmado por el Presidente y el Vicepresidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), Cardenal Daniel DiNardo y Mons. José Gómez, señalaron que «el ataque químico en Siria el 4 de abril sacude el alma. Las muchas vidas inocentes elegidas como blanco por estos terribles instrumentos de guerra claman por protección de la humanidad».
El papa Francisco condenó igualmente la masacre en la audiencia del pasado miércoles:
«Asistimos horrorizados a los últimos episodios en Siria. Expreso mi firme reprobación por la inaceptable masacre que se produjo ayer (martes) en la provincia de Idlib, donde mataron a decenas de personas indefensas, entre ellas, muchos niños. Rezo por las víctimas y sus familiares y apelo a la conciencia de todos los que tengan responsabilidades políticas a nivel local e internacional para que cese esta tragedia».
Imagen de niños afectados por el ataque con gas tóxico del régimen de Assad