(ACI Prensa/InfoCatólica) Con el 99,65% de las actas escrutadas, el CNE anunció ayer que Moreno alcanzó el 51,16% de los votos; mientras que el candidato de la alianza CREO-SUMA obtuvo el 48,84%. El presidente del organismo electoral, Juan Pablo Pozo, dijo que estos resultados son «oficiales e irreversibles».
Sin embargo, ya desde el lunes Lasso había denunciado ante los observadores de la OEA un «fraude» en los comicios y pidió el recuento de votos. Asimismo, después de que el CNE señalara como ganador al candidato del partido del Presidente Rafael Correa, Lasso anunció este miércoles la presentación de los fundamentos jurídicos para impugnar los resultados electorales, consistente en varias cajas con unas 1.795 actas que representan 592.350 votos.
En un comunicado emitido este 5 de abril, los obispos alertaron que «el Ecuador está viviendo momentos difíciles por las intensas movilizaciones de victoria y de reclamo, fruto de los resultados electorales proclamados, que pone en peligro la unidad de nuestro país. ¡La paz está realmente en peligro!». «Frente a los controvertidos resultados expresados por las urnas el domingo pasado, los obispos de la Conferencia Episcopal reconocen incondicionalmente el pleno derecho que tiene el pueblo ecuatoriano de conocer la verdad», añadieron.
En ese sentido, recordaron que la autoridad electoral tiene el «deber de asegurar a la parte política que se sienta afectada todas las facilidades para impugnar los mencionados resultados y de acudir, sin exclusión alguna, a las instancias legalmente previstas para hacer valer sus razones».
«A fin de que la verdad pueda manifestarse, todas las instancias políticas tienen la obligación de comprometerse para que, en la más pulcra transparencia, sean entregadas al pueblo las pruebas a favor de la veracidad de los resultados, o, en su defecto, las de su eventual falacia», añadieron.
Los obispos recordaron que la violencia jamás será «el camino para la paz, el desarrollo y la democracia en el marco del auténtico bien común, el cual no puede ser prerrogativa y responsabilidad de un solo partido, sino de toda la sociedad ecuatoriana en la articulación de sus organizaciones».
«Para que este proceso pueda ser emprendido y llevado a cabo con transparencia, es imprescindible iniciar de inmediato un diálogo que permita el pleno esclarecimiento de la verdad y así volver enseguida a la calma y a la tranquilidad en las calles de nuestras ciudades».
Finalmente, los obispos de Ecuador reiteraron su «llamado a la paz, al respeto y a la unidad nacional, e invocamos todos en nuestras oraciones a Dios, Rey de la paz y de la verdad, para que proteja, junto con su Madre bendita, a nuestro querido Ecuador».
