El Papa llama a dar testimonio de la esperanza cristiana con la propia vida

«Jesús debe ser cada vez más nuestro modelo de vida»

El Papa llama a dar testimonio de la esperanza cristiana con la propia vida

El papa Francisco ha proseguido hoy, durante la audiencia general, con la catequesis sobre la esperanza cristiana. El Santo Padre ha recomendado leer varias veces la primera epístola de San Pedro.

(RV/InfoCatólica) Texto de la catequesis del papa Francisco en la audiencia del miércoles 5 de abril:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

¡La Primera Carta del Apóstol Pedro lleva en sí una carga extraordinaria! Es necesario leerla una, dos, tres veces para entender, esta carga extraordinaria: logra infundir gran consolación y paz, haciendo percibir como el Señor está siempre junto a nosotros y no nos abandona jamás, sobre todo en los momentos más delicados y difíciles de nuestra vida. Pero, ¿cuál es el secreto de esta Carta, y en modo particular del pasaje que hemos apenas escuchado (Cfr. 1 Pt 3,8-17)? Esta es la pregunta. Yo sé que ustedes hoy tomarán el Nuevo Testamento, buscarán la Primera Carta de Pedro y la leerán con calma, para entender el secreto y la fuerza de esta Carta. ¿Cuál es el secreto de esta Carta?

1. El secreto está en el hecho de que este escrito tiene sus raíces directamente en la Pascua, en el corazón del misterio que estamos por celebrar, haciéndonos así percibir toda la luz y la alegría que surgen de la muerte y resurrección de Cristo. Cristo ha resucitado verdaderamente, y este es un bonito saludo para darnos los días de Pascua: «¡Cristo ha resucitado! ¡Cristo ha resucitado!», como muchos pueblos hacen. Recordándonos que Cristo ha resucitado, está vivo entre nosotros, está vivo y habita en cada uno de nosotros. Es por esto que San Pedro nos invita con fuerza a adorarlo en nuestros corazones (Cfr. v. 16). Allí el Señor ha establecido su morada en el momento de nuestro Bautismo, y desde allí continúa renovándonos y renovando nuestra vida, llenándonos de su amor y de la plenitud del Espíritu. Es por esto que el Apóstol nos exhorta a dar razones de la esperanza que habita en nosotros (Cfr. v. 15): nuestra esperanza no es un concepto, no es un sentimiento, no es un teléfono celular, no es un montón de riquezas: ¡no! Nuestra esperanza es una Persona, es el Señor Jesús que lo reconocemos vivo y presente en nosotros y en nuestros hermanos, porque Cristo ha resucitado. Los pueblos eslavos se saludan, en vez de decir «buenos días», «buenas tardes», en los días de Pascua se saludan con esto «¡Cristo ha resucitado!», «¡Christos voskrese!», lo dicen entre ellos; y son felices al decirlo. Y este es el «buenos días» y las «buenas tardes» que nos dan: «¡Cristo ha resucitado!».

2. Entonces, comprendemos que de esta esperanza no se debe dar tantas razones a nivel teórico, con palabras, sino sobre todo con el testimonio de vida, y esto sea dentro de la comunidad cristiana, sea fuera de ella. Si Cristo está vivo y habita en nosotros, en nuestro corazón, entonces debemos también dejar que se haga visible, no esconderlo, y que actúe en nosotros. Esto significa que el Señor Jesús debe ser cada vez más nuestro modelo: modelo de vida y que nosotros debemos aprender a comportarnos como Él se ha comportado. Hacer lo mismo que hacia Jesús. La esperanza que habita en nosotros, por tanto, no puede permanecer escondida dentro de nosotros, en nuestro corazón: sino, sería una esperanza débil, que no tiene la valentía de salir fuera y hacerse ver; sino nuestra esperanza, como se ve en el Salmo 33 citado por Pedro, debe necesariamente difundirse fuera, tomando la forma exquisita e inconfundible de la dulzura, del respeto, de la benevolencia hacia el prójimo, llegando incluso a perdonar a quien nos hace el mal. Una persona que no tiene esperanza no logra perdonar, no logra dar la consolación del perdón y tener la consolación de perdonar. Sí, porque así ha hecho Jesús, y así continúa haciendo por medio de quienes le hacen espacio en sus corazones y en sus vidas, con la conciencia de que el mal no se vence con el mal, sino con la humildad, la misericordia y la mansedumbre. Los mafiosos piensan que el mal se puede vencer con el mal, y así realizan la venganza y hacen muchas cosas que todos nosotros sabemos. Pero no conocen que cosa es la humildad, la misericordia y la mansedumbre. ¿Y por qué? Porque los mafiosos no tienen esperanza. ¡Eh! Piensen en esto.

3. Es por esto que San Pedro afirma que «es preferible sufrir haciendo el bien, si esta es la voluntad de Dios, que haciendo el mal» (v. 17): no quiere decir que es bueno sufrir, sino que, cuando sufrimos por el bien, estamos en comunión con el Señor, quien ha aceptado sufrir y ser crucificado por nuestra salvación. Entonces cuando también nosotros, en las situaciones más pequeñas o más grandes de nuestra vida, aceptamos sufrir por el bien, es como si difundiéramos a nuestro alrededor las semillas de la resurrección, las semillas de vida e hiciéramos resplandecer en la oscuridad la luz de la Pascua. Es por esto que el Apóstol nos exhorta a responder siempre «deseando el bien» (v. 9): la bendición no es una formalidad, no es sólo un signo de cortesía, sino es un gran don que nosotros en primer lugar hemos recibido y que tenemos la posibilidad de compartirlo con los hermanos. Es el anuncio del amor de Dios, un amor infinito, que no se termina, que no disminuye jamás y que constituye el verdadero fundamento de nuestra esperanza.

Queridos amigos, comprendemos también porque el Apóstol Pedro nos llama «dichosos», cuando tengamos que sufrir por la justicia (Cfr. v. 13). No es sólo por una razón moral o ascética, sino es porque cada vez que nosotros tomamos parte a favor de los últimos y de los marginados o que no respondemos al mal con el mal, sino perdonando, sin venganza, perdonando y bendiciendo, cada vez que hacemos esto nosotros resplandecemos como signos vivos y luminosos de esperanza, convirtiéndonos así en instrumentos de consolación y de paz, según el corazón de Dios. Así, adelante con la dulzura, la mansedumbre, siendo amables y haciendo el bien incluso a aquellos que no nos quieren, o nos hacen del mal. ¡Adelante!

 

8 comentarios

Fuenteovejuna
Si el Papa "llama a dar testimonio de la esperanza cristiana con la propia vida", sin duda ha dicho una gran verdad, pero estimo que para cumplir su deseo uno debería hacerlo "ocultando" que es católico, porque dado que en otra oportunidad Francisco nos advirtió que no debemos hacer proselitismo, mucho me temo que vivir heróicamente el Evangelio desgraciadamente es hacer proselitismo, con lo cual se corre el grave peligro de que los testigos de semejante testimonio cristiano -muchos de ellos no católicos- se podrían convertir. ¿Qué problema, no?
5/04/17 9:36 PM
Joaquín Simó Caballer
El cristianismo no es ideología. El cristiano actúa con humildad. No juzga. No se engrie. No se jacta. Se da todo. No espera nada. Y si bien no se esconde de su condición de cristiano, tampoco presume de ello ni de bondades, virtudes u ortodoxias.
El proselitismo sin más es pelagiano. Anunciar el Evangelio y promover el Reino no requiere de propaganda ni otros cálculos, sólo requiere de testigos. Y el resto llega por añadidura.
Seremos juzgados por nuestra caridad y no por nuestro ''proselitismo'', tan lejano del real compromiso de Dios con los hombres.
6/04/17 12:20 AM
Luismi
Que hermosas palabras Santidad. Que Dios le bendiga y le guarde. Y que difícil es perdonar a quien nos hace un mal
6/04/17 1:00 AM
Tomas
Fuenteovejuna,
No se ha que viene tanta complicación en la interpretación de las palabras del Santo Padre; él se ha explicado perfectamente; yo siempre he dicho que la esperanza es lo más hermoso de la vida, pero una vida con Fe, pero sin obras, es una fe muerta. Y por ello debemos llenar las alforjas con el apostolado, con hacer el bien. El otro día hablaba unos momentos con una persona rica, a las que comúnmente - se dice - que no les falta de nada. Pero amigo no tuve más remedio que decir que los " sudarios no tienen bolsillos y los ataúdes cajones", como asimismo que la vida es más como el paso de una ráfaga de viento, y puesto que de lo material no nos llevamos ni un bolígrafo, porque le ¡¡ faltaba todo, pues no tenía FE “. Tanto esfuerzo, para posesiones y objetos que una vez nuestros, casi nos sobran, y no dejan - una vez pasada la euforia - una melancolía indiscutible. ¿Y por qué ?, porque esta tierra o mundo en el que vivimos no es nuestro medio natural, y como dije se acaba. Veo que hay mucha gente que necesita la palabra, que le hablen de Dios y de la eternidad, o simplemente de la esperanza de la salvación, después de tantos disgustos que a nadie faltan. Los hechos son lo importante, que esta vida no es para siempre, y que la “eternidad” en el cielo debe ser nuestra finalidad, y “esa es para siempre". Tienes la oración y la confesión como pilares para llegar al Cielo, y ayudando a los demás a salvarse, pero todo con constancia, y no rendirse nunca. Hay que remar
6/04/17 3:02 AM
Catalina Del cid
Respuesta ,a Fuenteovejuna.,Cuando se escondio Jesus ,dime EL siempre predico abiertamente en el camino,en el campo , en las sinagogas .y sin miedo a nada ni a nadie.que clase de catolico eres?
6/04/17 3:52 AM
María Elizalde.
Creo que opinar, primero requiere reflexión, y si es desde la fe, será o procurará desde la verdad, la caridad. Digo ésto porque me sorprende lo apegados que estamos a lo nuestro y para exponer, aunque se opine diferente no sera atacando a los demàs. Como católicos, siempre divididos, y atacandonos, creyéndonos mejor que el otro, no es que demos muy buen testimonio....
Fuenteovejuna: No es lo mismo proselitismo que apostolado. Más testigos que maestros...
6/04/17 4:56 PM
Fuenteovejuna
Prosélitos eran los gentiles judaizados todavía sin circuncidar, por eso la Real Academia Española define como proselitismo al celo o afán con que una persona trata de convencer y ganar adeptos.
De modo que todos los comentaristas que no están de acuerdo que les lleven sus quejas al Papa, quien sabiendo perfectamente lo que significa prosélito y proselitismo, nos mandó NO hacer proselitismo, porque los judíos -por ejemplo- no necesitan convertirse para ganar la salvación.
¿Acaso van a decir ahora que el Papa no lo dijo?
¿Y cuándo dije yo que la fe vale sin las obras?
Parece que Ustedes no entienden ni jota de prosélitos ni de proselitismo, pero debido a que el Papa nos mandó NO hacer proselitismo, yo dije antes y ratifico ahora que es imposible "dar testimonio de la esperanza cristiana con la propia vida" sin hacer proselitismo, tal como siempre hicieron los misioneros.
No en vano ahora que NO se puede hacer proselitismo los misioneros están en vías de extinción.
El que diga que "dar testimonio de la esperanza cristiana hasta con la propia vida" NO es hacer proselitismo, que lo fundamente con argumentos serios y sin irse por las ramas, como lo han hecho hasta ahora.
6/04/17 8:59 PM
Hermano José
Estimado "Fuenteovejuna":
No quisiera parecer que "me voy por las ramas". Te aseguro que ni Yo, y tal vez ninguno de los que han escrito comentarios al respecto, hemos o habrán querido escribir así. Qué sentido tendría? Te pido disculpas si así lo seguirás visualizando.
Quisiera escribirte desde todos mis conocimientos y estudios, que son pocos, mas prefiero limitarme a contemplar la Palabras del Papa Francisco, en el presente post.
El Vicario dice "...Cristo ha resucitado, está vivo entre nosotros, está vivo y habita en cada uno de nosotros. (...). Allí el Señor ha establecido su morada en el momento de nuestro Bautismo, y desde allí continúa renovándonos y renovando nuestra vida, llenándonos de su amor y de la plenitud del Espíritu. Es por esto que el Apóstol nos exhorta a dar razones de la esperanza que habita en nosotros...".
Fuenteovejuna, si en tu corazón meditas cristianamente esta exhortación del Papa, entonces convencido del AMOR en CRISTO, darás testimonio de la Esperanza y manifestarás las Obras del Espíritu SANTO, sin hacer "proselitismo" o sin ser un "prosélito". Los que así lo vean (que vean tu testimonio) es porque aún no experimentan a plenitud la Presencia de DIOS en sus corazones, pero todos, e incluso los "no-cristianos", sentirán a Cristo vivo y su Obra al ver tus actos de Fe si éstos vienen del PARÁCLITO, a plenitud inspirados por ÉL, y no por tus fuerzas.
Haces proselitismo cuando tus obras, que son la mayoría, vienen desde tus fuerzas y buena int
23/05/17 9:20 PM

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