(ACI/InfoCatólica) La Ley de Cuidado de la Salud de Estados Unidos (AHCA, por sus siglas en inglés) buscaba reemplazar la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare, por ser impulsada e implementada durante el gobierno de Barack Obama, en 2010.
Sin embargo, al no contar con el apoyo necesario en el Congreso, el proyecto de ley fue retirado por el Partido Republicano el 24 de marzo.
La nueva normativa atrajo resistencia de ambos partidos en el Congreso por varias razones. Uno de los miembros del Partido Republicano que se opuso al proyecto de ley fue Chris Smith, presidente del Caucus Provida de la Cámara de Representantes.
En un comunicado explicando su decisión, Smith dijo que aunque el proyecto de ley incluía positivas protecciones provida, finalmente no pudo darle su apoyo por la forma cómo otras provisiones podrían «probablemente afectar a las personas con discapacidad, los ancianos y los trabajadores pobres».
Smith expresó sus preocupaciones sobre cómo la propuesta legislativa de la Cámara de Representantes habría cancelado beneficios de salud esenciales para niños y mujeres embarazadas, así como para personas afectadas por adicciones y enfermedades mentales.
Oposición de los obispos de Estados Unidos
Los Obispos de Estados Unidos, en una carta al Congreso remitida el 30 de marzo, expresaron su oposición al proyecto de ley que buscaba reemplazar a Obamacare, pero dejaron claro que la actual legislación de salud tiene serias fallas que necesitan ser corregidas.
«Fue ampliamente aceptado que la AHCA contenía serias deficiencias», escribieron los obispos. «Sin embargo, otros problemas y barreras para el acceso y asequibilidad dentro de la actual ley del sistema de cuidado de la salud aún permanecen».
La carta de los obispos fue firmada por el Arzobispo de Nueva York y Presidente del comité próvida del episcopado, Cardenal Timothy Dolan; el Presidente del Comité Ad Hoc para la Libertad Religiosa, Mons. William Lori; y el Obispo de Venice y Presidente de Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano, Mons. Frank Dewane.
Los obispos alentaron una reforma de la ley de cuidado de la salud que ayude a bajar los costos de las primas de seguro y expandir el acceso, especialmente para inmigrantes indocumentados.
Con estos problemas de crecientes primas y «barreras de acceso» de cuidado de la salud, junto a la falta de protecciones de consciencia para profesionales de la salud y protecciones contra el financiamiento federal de cobertura del aborto, «los legisladores aún tienen un deber de confrontar estos desafíos significativos», escribieron los obispos.
Los obispos estadounidenses indicaron que si una reforma total no es posible, legislación que apunte a políticas específicas, como la Ley de Protección de Consciencia, debería ser aprobada.
«Alentamos a los miembros del Congreso a aprovechar este momento para crear un nuevo espíritu de bipartidismo y hacer las reformas necesarias», señalaron.
En su explicación de por qué se opuso al proyecto de ley, Chris Smith indicó que «por años he apoyado la expansión de Medicaid, como una forma significativa de proveer acceso al cuidado de la salud para individuos y familias que luchan, viviendo por encima de la línea de pobreza pero aún pobres a pesar de estar empleados».
Smith indicó que «el 80% de todos los inscritos en Medicaid en Nueva Jersey son familias con al menos un adulto trabajando en 2017».
En Nueva Jersey, donde se ubica su distrito congresal, «la mayor parte de fondos de Medicaid son gastados asistiendo a las personas con discapacidad y los ancianos», y la mayoría de los inscritos en el estado fueron nuevos.
«Estas personas están necesitadas y merecen nuestro apoyo», dijo.
Smith también se opuso al proyecto de ley porque «cancela beneficios de salud esenciales tales como el cuidado de maternidad y recién nacido, hospitalización, servicios pediátricos y salud mental y tratamiento de uso de sustancias».