(Zenit) El purpurado ha hablado después de la presentación de la Consulta Femenina a los medios de comunicación, este martes 7 de marzo de 2017.
Ravasi indicó que quiso la creación de este nuevo organismo para dar a las actividades del dicasterio una «mirada femenina», que ofrezca a los hombres indicaciones que ni siquiera lograrímos sospechar.
¿Con cuáles criterios fueron elegidas las mujeres de la Consulta femenina?
Fue una de las tareas más arduas. Primero de por el tema internacional. Quince de ellas vienen de Estados Unidos, Irlanda, Irán, Chile, Turquía y otros países. También por el tema interreligioso, y están representadas diversas visiones: islam, judaísmo, cristianismo en sus diversas formas, también la protestante. El tercer criterio fue el de las profesiones, actividades, privilegiando a las mujeres que trabajan en el ámbito de la cultura, universidad, arte, medicina, ciencias, pero también en otros ámbitos como en el deporte. El cuarto criterio fue la experiencia familiar. Algunas no están casadas, otras tiene familia y se plantean cómo hacer crecer a sus hijos, etc. Seguido por el criterio de la ‘sensibilidad’.
¿En que sentido ‘sensibilidad’?
Por ejemplo, sobre la política, porque quise también que la política esté representada. He elegido a una persona que se ocupa del problema del ‘descarte alimentario’, o sea un tercio de todo el alimento producido. Está además una persona que es voluntaria, parte de la comisión parlamentaria que se ocupa de los refugiados. Además porque quería considerar el tema de la pobreza y migraciones, en el espíritu del papa Francisco. Hay así en la Consulta, también quienes realizan actividades caritativas.
¿Han hablado con el Papa sobre la Consulta?
Sí, hemos hablado y él comparte esta idea, porque desde siempre se habla que faltan voces femeninas en la Curia romana. Sabemos que existen dificultades, las estructuras son complejas, la historia pasada es un poco ‘pesada’, pero por algún lado hay que empezar. Y lo repito, la presencia de las mujeres no tiene que ser solamente ‘decorativa’, porque se necesita por así decir una ‘cuota rosada’.
Por eso digo que la función de estas mujeres es real, están llamadas a expresar un juicio, ya me han criticado algunas propuestas e indicado otras. Por ejemplo, sobre al próxima asamblea plenaria del dicasterio que abordará el tema de neurociencias, inteligencia artificial, genética, robótica, etc., ellas expresaron –como mujeres y en cuanto científicas– juicios que no seríamos capaces de formular.
A tal punto que la apertura de la próxima plenaria estará organizada por la Consulta femenina. Será un espectáculo de televisión en el que ya iniciaron a trabajar.
Este grupo que inicia a activarse en el dicasterio de la Cultura, puede ser un ‘experimento’ para saber si algo similar puede ser instituido en otros sectores?
Lo espero, después cada uno sabe cómo funciona. Pienso también que sea posible, lo decía el papa Francisco, que algunas funciones en los dicasterios vaticanos sean realizadas por mujeres. Por ejemplo yo no tengo ningún ‘oficial’ mujer. Ellas trabajan allí como secretarias o con posiciones administrativas y esto es una cosa equivocada.