(Efe) Gil Tamayo ha recibido brevemente a la prensa antes de entrar a la reunión de la mesa eclesial para el diálogo educativo, en la que abordarán también la cuestión de la enseñanza concertada y de la clase de Religión.
Esta mesa creada por los obispos durante la última reunión de la Comisión Permanente de la CEE, se reúne este jueves por primera vez y tiene como objetivo que representantes de instituciones de la Iglesia católica del ámbito educativo y los propios obispos fijen una postura común para concurrir al Pacto Educativo que se está gestando en el Congreso de los Diputados.
Las conclusiones a las que lleguen en esta y en futuras reuniones, las trasladarán a las subcomisiones para el Pacto Educativo. «No es un cónclave secreto, lo hemos convocado para decir que estamos aquí y lo que de aquí se saque lo manifestaremos y haremos el reparto de papeles de cara a la administración, a las subcomisiones del Congreso y del Senado, nuestra palabra queremos que llegue, queremos aportar», ha subrayado Gil Tamayo en declaraciones a los medios.
Sobre los temas que abordarán, ha reconocido que la clase de religión y la educación concertada son «los dos grandes elementos» pero también quieren escuchar lo que piensan todos los sectores implicados y no ha descartado que hablen de la ideología de género.
«Lógicamente hay unos intereses que estarán más representados por unas instituciones que son las que tienen colegios y los padres que son los que tienen el derecho originario, los demás estamos de una forma subsidiaria pero el derecho originario es el que tienen los padres, eso queremos dejarlo muy claro», ha insistido.
Otro ámbito que les preocupa, según ha añadido, es el de los profesores de religión, que son más de 25.000. En este sentido, durante la reunión plantearán cómo «asegurar su marco de trabajo» y al mismo tiempo cómo «integrar la asignatura en el conjunto de enseñanzas que de manera integral quiere ayudar a la formación de los hombres y mujeres en la escuela desde una dimensión trascendente y confesional». No sólo lo piden para ellos sino para el resto de confesiones con acuerdos con el Estado.
Gil Tamayo ha defendido la presencia «muy fuerte, histórica y cultural» de la Iglesia en el ámbito educativo y su «servicio a la sociedad». Por este motivo, los obispos quieren «arrimar el hombro» de cara al Pacto de Estado Social por la Educación.
«Nuestros políticos han hecho caso a esa demanda social y vamos a poner de una vez todas las bases para que la educación que es un asunto de estado y un asunto social sea una realidad y dejemos de tener leyes al vaivén de los cambios políticos, que la enseñanza esté al margen de cuestiones políticas, enfrentamientos y demás», ha concretado.