China: el poder de nombrar a los obispos le pertenece a la Iglesia

Critica al cardenal Tong

China: el poder de nombrar a los obispos le pertenece a la Iglesia

Crítica a la propuesta del cardenal Tong de dejar que el gobierno tenga en algún modo una función en el nombramiento de los obispos.

(AsiaNews/InfoCatólica) «El derecho de nombrar a los obispos… no puede venir jamás del exterior de la Iglesia»: es la posición fundamental de un católico de China que ha comentado el artículo del cardenal John Tong de Hong Kong sobre «el futuro del diálogo entre China y el Vaticano desde el punto de vista eclesiológico».

«El fiel Paolo», nombre con el cual firma, critica al cardenal Tong que en su artículo deja mucho espacio a la autoridad del Estado en lo que se refiere a los nombramientos episcopales. Por el momento no está aún claro cuál podría ser el poder de Beijing en los nombramientos. Del artículo del cardenal Tong se deduce que el Estado (la Asociación patriótica, el Consejo de los obispos) proponen nombres a la Santa Sede que tiene el poder de nombramiento sobre uno de los candidatos propuestos. Voces chinas cercanas al grupo de diálogo afirman que el Papa tendría sólo el poder de veto no resolutivo sobre los candidatos.

Sitios católicos online, han publicado un artículo titulado «Card. Tong: el futuro del diálogo Sino-Vaticano desde el punto de vista eclesiológico». El artículo se focaliza sobre la discusión de cómo comprender las relaciones entre China y Vaticano. A primera vista, algunas partes del contenido parecen razonables y se podría estar de acuerdo. Pero si se lee con más atención, se descubren algunas fragilidades y errores.

Argumentos del «El fiel Paolo»

Ante todo, el cardenal no adhiere totalmente al principio-base del «derecho de nombrar a los obispo». Parece (que para él) no hayan problemas jurídicos en esto. Pero este es uno de los más importantes errores y debilidades.

El derecho de nombrar a los obispos, este principio fundamental, no puede venir jamás del exterior de la Iglesia. El derecho debe estar en modo completo confiado a la verdadera autoridad de la Iglesia. Jesucristo garantizó a los apóstoles la autoridad de administrar a la Iglesia y esto significa que los apóstoles deben seguir la enseñanza de Jesucristo y hacer un buen uso de este derecho. Como consecuencia es una violación de la voluntad de Dios si la autoridad de la Iglesia confía una parte de su derecho divino a quienes no son creyentes. El derecho de nombrar a los obispos es un punto crucial, dado que este poder, deriva de la misma revelación cristiana.

Jesucristo estableció la Iglesia en la divina voluntad de Dios; la iglesia no es una religión hecha por manos de hombre. El derecho divino que Cristo garantizó a los apóstoles es fin desde el origen un poder pleno. Además, Dios no necesita y no permite al hombre agregar algo a su derecho divino. Del mismo modo, ninguno puede agregar una sola palabra personal a la Biblia. Todo esto sería blasfemia y violación del derecho divino.

Por lo tanto, la autoridad divina de la Iglesia no puede permitir que una voluntad humana tome su puesto y desafíe la autoridad de Dios y se posiciona de su derecho divino. Y esto, ¿no es un error obvio?

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5 comentarios

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Tal cual.

¿Implicaciones?
18/02/17 4:26 PM
hornero (Argentina)
Se ve que el mal que aqueja a la Iglesia es general a todas las naciones y latitudes. Lo cual muestra su carácter apocalíptico. 1917 con sus centenarios pareciera un posible año clave en los acontecimientos. Oremos.
18/02/17 4:31 PM
Juan Guillermo Franco
Los chinos comunistas no saben todavía que Marx murió, que su marxismo fue importante para destruir al mundo.Marxismo y Maoismo ya no existen, Existe Dios y su gobierno lo ejerce en la iglesia católica atraves del papa, Así o más claro.
18/02/17 6:51 PM
Fuenteovejuna
En más de una ocasión se levantaron voces de la Iglesia perseguida en China advirtiendo que el Vaticano podría dejar en manos del gobierno comunista el nombramiento de los obispos.
Ya en enero de 2016 el Cardenal Zen Ze Kiun, obispo emérito de Hong Kong, hablaba de sus temores de que el Vaticano dejara en manos del gobierno chino la designación de los obispos.Y ahora el artículo del cardenal John Tong confirma esos temores.
¿De qué valdría -por ejemplo- que el Papa pudiera designar a los obispos si la terna de candidatos la propusiera el gobierno comunista? De nada, por cierto, porque el candidato elegido sería siempre fiel al gobierno chino y no a la Iglesia.
Sería impensable un acuerdo que diera la victoria a la iglesia oficial de Beijing porque eso significaría una traición a los cristianos fieles a Roma que desde hace décadas sufren un cruel persecución del régimen comunista.
¿Podemos dormir tranquilos de que eso no va a pasar? Desgraciadamente, no. Ese es el problema.
18/02/17 9:40 PM
Néstor
O sea que, si el gobierno presenta los nombres, se dejará al Vaticano elegir el Obispo ateo que más le guste. Porque el gobierno chino no va a perder esa oportunidad, no?

Saludos cordiales.
19/02/17 3:10 PM

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