(ACI/InfoCatólica) La Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica emitió un decreto con las sanciones impuestas a Luis Fernando Figari, fundador del Sodalicio de Vida Cristiana (SCV), acusado de abusos en Perú.
En el texto se detallan las medidas que, «de común acuerdo con el Santo Padre» se han adoptado tras investigar las acusaciones llegadas al Vaticano desde el año 2011 y escuchar los descargos de Figari.
La Santa Sede decidió que Figari sea exclaustrado e indicó las siguientes sanciones para el fundador del SCV:
- Que no regrese a Perú, excepto por motivos muy graves y siempre con permiso escrito del Superior del SCV.
- Que sea destinado establemente a una residencia en la que no exista una comunidad del SCV.
- Se le prohíbe contactar, de cualquier modo, con personas pertenecientes al SCV y en cualquier caso tener con ellas trato personal directo.
- Que a un miembro del SCV le sea confiada la tarea de referente del Figari para cualquier eventualidad y exigencia.
- Se le prohíbe conceder a los medios de comunicación, en público o en privado, cualquier declaración, además de participar a cualquier título o por cualquier motivo, en manifestaciones públicas y/o encuentros del SCV y de otra persona o institución, civil o eclesiástica.
Además, el dicasterio dispuso que correrá a cargo del SCV «toda carga necesaria para asegurar al Sr. Figari un estilo decoroso de vida, considerando las posibilidades del SCV, los recursos personales del Sr. Figari y las reales necesidades de este último».
Sobre las investigaciones
El dicasterio sostiene que tras evaluar la relación final de la visita apostólica determinada por la Santa Sede en 2015 y «copiosa documentación recibida», se llegó a la convicción de que Figari durante los años que fue Superior General del SCV, «había adoptado un estilo de gobierno excesiva o impropiamente autoritario, orientado a imponer la propia voluntad, no dispuesto a forma alguna de diálogo y de confrontación fraterna y sincera, ni sensible a las convicciones y exigencias de los demás, y por lo tanto, no propenso a comprender, apreciar y acoger, ni siquiera parcialmente, opiniones diferentes a las suyas propias».
«De la documentación resulta con claridad que el Sr. Figari, con el fin de obtener la obediencia de los propios hermanos, utilizó estrategias y métodos de persuasión impropios, es decir solapados, arrogantes y de todos modos violentos e irrespetuosos del derecho a la inviolabilidad de la propia interioridad y discreción, y por lo tanto a la libertad de la persona humana de discernir con autonomía las propuestas o las decisiones».
Según el decreto, «la concordancia, casi unánime, de los numerosos testimonios al respecto, lleva a considerar como verosímil la configuración del delito de abuso de oficio».
Sobre los abusos
El decreto explica que «numerosos testigos» han dado cuenta de que Figari solicitó «de modo improcedente y en cualquier caso excesivo, confidencias en el delicado ámbito de la sexualidad, y en algunos casos ha cometido actos contrarios al sexto mandamiento» (NDR: No cometer actos impuros), para manipular, hacer dependientes y «controlar más que dirigir las conciencias, sobre todo de los jóvenes en formación».
Para la Santa Sede, «emerge con claridad de dicha documentación que el Sr. Figari, antes del 2001, cometió algunos actos contra el sexto mandamiento con algunos jóvenes en formación del Sodalitium Christianae Vitae, de los cuales, con certeza al menos en un caso ocurrido en 1974, con persona de edad inferior a los 16 años, es decir con un menor».
Según el decreto, los testimonios y la documentación sobre el estilo de gobierno y de formación de Figari, «se han considerado atendibles y en cualquier caso de adecuada valencia probatoria».
El Vaticano recuerda que debido al estado laical de Figari no es posible aplicar las mismas sanciones que a un clérigo. Sin embargo, el dicasterio espera que con estas medidas «se inicie un rápido camino hacia la reconstitución de las divisiones y la reconstrucción de la serenidad y la paz en los ánimos de todos».
Condena del actual Superior del Sodalicio en contra de los «deplorables actos» de Luis Fernando Figari
Por su parte, el Superior del Sodalicio de Vida Cristiana (SCV), Alessandro Moroni, en un video difundido el 10 de febrero, reiteró la condena contra los «graves y deplorables actos de Luis Fernando Figari», fundador de la sociedad de vida apostólica.