(LifeSitesNews/InfoCatólica) El presidente Donald Trump insistió el pasado jueves en que la protección de la libertad religiosa es una prioridad de Estados Unidos, mientras que defiende su reciente detención de las admisiones de refugiados como un paso necesario para proteger a los refugiados.
«La libertad de religión es un derecho sagrado, pero también es un derecho protegernos de las amenazas que tenemos a nuestro alrededor, y el mundo está bajo grave serias amenazas de muchas maneras diferentes, y nunca lo he visto tanto y tan abiertamente desde que tomé la presidencia», dijo el Presidente Trump en el Desayuno Nacional de Oración el jueves por la mañana.
«Hay quienes buscan entrar a nuestro país con el propósito de difundir la violencia o oprimir a otras personas por causa de su fe o su estilo de vida. No está bien. No vamos a permitir que una “cabeza de playa” de intolerancia desembarque y amenace nuestra nación».
La semana pasada, Trump ordenó que se suspendiera la admisión de refugiados durante 120 días – indefinidamente para los refugiados sirios - y una prohibición temporal de la inmigración de siete países de Oriente Medio y África. La orden fue recibida con críticas de los obispos estadounidenses y organizaciones humanitarias.
El jueves, el presidente habló en el desayuno nacional de oración en el Hotel Hilton de Washington, una tradición que data de 1953. Cada año, el primer jueves de febrero, los líderes religiosos y civiles se reúnen en oración por el país.
El Vicepresidente Mike Pence estuvo presente, así como el rey Abdullah II de Jordania.
Michael Wear, que encabezó los esfuerzos de difusión religosa del presidente Obama en 2012, dijo que según una «fuente confiable», al menos media docena de personas que fueron invitadas al desayuno de oración no pudieron asistir debido a las nuevas restricciones para ingresar al país.
El presidente Trump enfatizó la amenaza global de la violencia religiosa, citando «actos terroristas contra las minorías religiosas», y señaló que «el terrorismo es una amenaza fundamental a la libertad religiosa».
«Hemos visto a los musulmanes amantes de la paz, brutalizados, victimizados, asesinados y oprimidos por los asesinos de ISIS. Hemos visto amenazas de exterminio contra el pueblo judío», explicó. «Hemos visto una campaña de ISIS de genocidio contra los cristianos donde incluso les han decapitado».
Se comprometió a detener esa violencia y «defender y proteger la libertad religiosa en nuestra tierra», insistiendo en que los estadounidenses deben vivir en «una sociedad tolerante» donde puedan «sentirse seguros».
«En los últimos días, hemos comenzado a tomar las medidas necesarias para lograr ese objetivo», continuó.
La semana pasada, su orden ejecutiva de «proteger a la nación de la entrada de terroristas extranjeros en Estados Unidos» suspendió la admisión de refugiados en los Estados Unidos durante 120 días y la inmigración de siete países durante 60 días mientras su administración investigaría la seguridad del programa de reasentamiento de refugiados y la calidad de la recolección de información sobre los extranjeros que buscan ingresar a los Estados Unidos
«Nuestra nación tiene el sistema de inmigración más generoso del mundo», dijo, pero algunas personas «explotan esa generosidad». Prometió asegurar que los futuros inmigrantes y refugiados «abracen plenamente nuestros valores de libertad religiosa y personal y que rechacen cualquier forma de opresión y discriminación».
«Seremos un país seguro, seremos un país libre y seremos un país donde todos los ciudadanos puedan practicar sus creencias sin temor a la hostilidad o al miedo a la violencia», dijo.