(AsiaNews/InfoCatólica) Subió a 49 el saldo de las personas muertas, en su mayoría cristianos, tras haber ingerido alcohol tóxico en una ciudad pakistaní de Punjab. El padre Bonnie Mendes, un conocido activista, visitó a los heridos (cerca de 100) que aún continúan hospitalizados en graves condiciones, y que se encuentran en el hospital de Toba Tek Singh, localidad donde ocurrió el incidente. El sacerdote comentó que el alcohol envenenado con metanol provenía de una comisaría de la localidad cristiana de Mubarakabad.
«Este hecho plantea muchas preguntas: ¿por qué la policía tenía bebidas alcohólicas? ¿Quién las llevó hasta el pueblo cristiano?»
El sacerdote recuerda que Mons. Joseph Arshad, cuando visitó a algunos heridos que fueron trasladados al hospital de su diócesis de Faisalabad, pidió que se esclarezca de inmediato el caso y que se emprenda una investigación.
La mayor parte de las víctimas es de fe cristiana, pero entre ellos también hay musulmanes. En el caso de estos últimos, en Pakistán se les prohíbe consumir bebidas alcohólicas. Los únicos exentos del cumplimiento de esta prohibición son las minorías y los turistas, que solamente pueden comprar licores, vino y cerveza en negocios autorizados, y presentando un permiso.
Debido a la extrema pobreza de la población y a los controles vigentes, a menudo las bebidas son producidas en casa, de manera artesanal, y pueden contener sustancias nocivas, como el metanol.
El padre Mendes cuenta que pudo llevar consuelo a los familiares de las víctimas. Muchas de ellas, cerca de treinta, ya han sido sepultadas, y los ataúdes fueron provistos por el gobierno pakistaní. Varios familiares, arrasados por la tragedia, todavía siguen reuniéndose en las calles y rezando por las almas de los difuntos.
«Que el Niño Jesús –dice concluyendo- pueda bendecirnos a todos y hacernos superar esta tragedia».