(Gaudium Press) La iniciativa consiste en una colecta que tiene por objeto apoyar las necesidades de los sacerdotes, religiosos y religiosas ancianos, especialmente aquellos que requieren ayuda y no pueden recibir asistencia por parte de sus comunidades.
«La continua generosidad a favor de las necesidades de los religiosos de edad avanzada es realmente alentadora», comentó la hermana Stephanie Still, religiosa de la Presentación y directora ejecutiva de la NRRO, quien es citada en una nota de prensa emitida por el Episcopado Estadounidense.
La NRRO se encarga de distribuir los fondos colectados en las diferentes comunidades, quienes los utilizan para reforzar los ahorros de la jubilación de sus miembros y también para subsidiar sus gastos diarios, entre ellos cuidados de enfermería y medicamentos.
Igualmente, la Oficina para la Jubilación de Religiosos asigna fondos adicionales para ayudar a las comunidades más necesitadas, y una parte de la colecta también se destina para educar en la planeación de la jubilación y en la prestación de diversos servicios para los ancianos.
«Los donativos al Fondo de Jubilación para Religiosos permite a nuestra oficina proporcionar asistencia financiera, recursos y programas educativos que ayuden a las comunidades religiosas a reducir los déficits financieros y planificar sus necesidades de jubilación a plazo largo», añadió la hermana Stephanie Still.
La colecta fue puesta en marcha por los Obispos Estadounidenses en 1988 con el objeto de darle una solución a la significativa carencia de financiamiento para la jubilación de los religiosos en el país. Desde que la colecta inició, los católicos de Estados Unidos han donado más de 785 millones de dólares.
Actualmente se benefician de esta iniciativa treinta y tres mil religiosas, religiosos y sacerdotes, cuyas comunidades carecen de fondos suficientes para financiar su jubilación. En 2015 la colecta recaudó 30.7 millones de dólares, lo que le permitió al NRRO distribuir 25 millones de dórales a 401 comunidades religiosas de diferentes puntos de los Estados Unidos.
Pese a la gran generosidad de los fieles, la Iglesia de los Estados Unidnos anima para que la colecta de este 2016 sea aún mayor, porque son muchas las necesidades que se deben atender.
«Las comunidades religiosas son financieramente autónomas y por lo tanto responsables de la atención y el apoyo a sus miembros. Históricamente, los hermanos, hermanas y sacerdotes de órdenes religiosos, conocidos colectivamente como religiosas y religiosos, desempeñaron sus ministerios a cambio de estipendios muy bajos. Como resultado, muchas comunidades ahora carecen de ahorros para su jubilación. El aumento en el costo de los cuidados médicos y la pérdida considerable de ingresos por la reducción en la cantidad de religiosos que pueden continuar su ministerio en posiciones pagadas, han agravado la escasez de fondos», expone la nota de prensa de la USCCB.