(Fides) El patriarca ha visitado las ciudades de Bartella, Karmles, Qaraqosh, Teleskof, Baqofa y Batnaya cuyos habitantes – casi todos cristianos – habían huido ante el avance de las milicias yihadistas, y que ahora, la mayoría de ellos, viven como refugiados en el Kurdistán iraquí.
Durante la visita – informan las fuentes del Patriarcado, consultadas por la Agencia Fides – el Primado de la iglesia caldea se ha reunido con los responsables de las Fuerzas armadas iraquíes y de las tropas kurdas Peshmerga que está realizando una ofensiva en Mosul. El Patriarca también ha podido visitar algunas iglesias de estas ciudades, constatando en persona las devastaciones que han sufrido durante la ocupación yihadista, incluidos los túneles y refugios subterráneos escavados en los edificios de culto cristianos que habían sido ocupados como bases logísticas de los milicianos del Daesh. Algunas zonas de las ciudades visitadas están cerradas y no se puede acceder debido a las minas anti-persona colocadas por los yihadistas antes de su retirada.
En cada una de las iglesias que ha visitado, el patriarca ha rezado para pedir que regrese la paz y la estabilidad en la región. Con su visita, el Primado de la iglesia caldea ha querido recordar que las ciudades liberadas en el pasado estaban habitadas por cristianos, expresando su esperanza de que regresen pronto los bautizados a las ciudades de la Llanura de Nínive, definidas por el Patriarca como «nuestra Tierra Santa». Louis Raphael I también ha vuelto ha lanzar la propuesta de proclamar el 2017 como «Año de la paz en Iraq», promovido y sostenido por las iglesias y comunidades cristianas a través de momentos de oración ecuménica y de iniciativas eclesiales y culturales compartidas, para alimentar la «cultura de la paz y de la convivencia» en el país martirizado por los conflictos sectarios.