Papa Francisco: la pastoral vocacional «es un encuentro decisivo» con el Señor

Recibe a los participantes del Congreso de pastoral vocacional

Papa Francisco: la pastoral vocacional «es un encuentro decisivo» con el Señor

El papa Francisco recibió este viernes en el Vaticano a los participantes del Congreso internacional de pastoral vocacional, con el tema «Miserando atque eligendo», promovido por la Congregación para el clero presidida por el cardenal Beniamino Stella.

(Zenit) A los 250 participantes ellos reunidos en la Sala Clementina el Santo Padre señaló que muchas veces la idea de pastoral vocacional «podría hacer pensar en uno de los tantos sectores de la acción eclesial, en un despacho de la curia o, tal vez, en la elaboración de un proyecto».

Cuando en realidad la pastoral vocacional es un encuentro con el Señor, «un encuentro decisivo, que arroja luz sobre nuestra existencia, nos saca de la angustia de nuestro pequeño mundo y nos hace discípulos en el amor con el Maestro».

Sobre el tema «Miserando atque eligendo», que es el lema del papa Francisco, señaló que «lo elegí pensando en cuando era joven y sentí la llamada del Señor, que no fue el resultado de una conferencia o de una hermosa teoría sino el haber experimentado la mirada misericordiosa de Jesús sobre mí».

Y les exhortó: «Por favor, ¡que no acabe todo con un hermoso convenio! La pastoral vocacional es aprender el estilo de Jesús, que pasa por los lugares de la vida cotidiana, se detiene sin prisa y, mirando a los hermanos con misericordia, les lleva a encontrarse con Dios Padre».

El Santo Padre recordó también que los cuatro evangelistas señalan que «Jesús sale a la calle y se pone en camino…sale al encuentro de los sufrimientos y las esperanzas del pueblo».

«Es el «Dios con nosotros» que vive en medio de las casas de sus hijos y no tiene miedo de mezclarse con la multitud de nuestras ciudades, e invitó a reflexionar sobre los tres verbos que indican el dinamismo de toda pastoral vocacional: salir, ver y llamar el Papa invitó a los presentes a reflexionar.

En primer lugar: salir. «La pastoral de las vocaciones necesita una Iglesia en movimiento, capaz de ampliar sus fronteras, estableciéndolas no sobre la estrechez de los cálculos humanos o el miedo a equivocarse sino sobre la amplia extensión del corazón misericordioso de Dios. No puede haber una semilla fecunda de vocaciones sin ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades. Tenemos que aprender a salir de las rigideces que hacen difícil comunicar la alegría del Evangelio, de las fórmulas estandarizadas que a menudo son anacrónicas, del análisis preconcebido que encasilla la vida de las personas en fríos esquemas. Hay que salir de todo eso».

«Ustedes también han experimentado un encuentro que cambió vuestra vida, cuando otro sacerdote les hizo sentir la belleza del amor de Dios. Hagan lo mismo saliendo, escuchando a los jóvenes». Añadió que «es triste cuando un sacerdote vive sólo para sí mismo, encerrado en la fortaleza segura de la rectoría… o el restringido grupo de fieles».

Por el contrario, «estamos llamados a ser pastores en medio del pueblo, capaces de animar una pastoral del encuentro y de gastar tiempo para recibir y escuchar a todos, especialmente a los jóvenes».

En segundo lugar, ver… «Cuando pasa por las calles, Jesús se detiene y cruza la mirada del otro, sin prisas». Señalo que «hoy en día, por desgracia, las prisas y la velocidad de los estímulos a los que estamos sometidos, no siempre dan paso al silencio interior donde resuena asiado preocupados por las cosas que hacer, se puede caer en un vacío activismo orgativo, sin lograr detenernos y conocer a la gente».

El Evangelio, sin embargo, nos hace ver que la vocación inicia con una mirada de misericordia que se ha posado sobre mí…Así fue como Jesús miró a Mateo. Por fin, aquel publicano no percibió una mirada de desprecio o de juicio; se sintió mirado con amor. Jesús desafió los prejuicios y las etiquetas de la gente; creó un espacio abierto, en el que Mateo fue capaz de analizar su vida y emprender un nuevo camino.»

El Pontífice señaló que la mirada de cada pastor debe ser «capaz de inspirar estupor por el Evangelio, de despertar del letargo en que la cultura del consumo y la superficialidad nos sumerge y de suscitar interrogantes auténticos de felicidad, especialmente entre los jóvenes».

Pero también «una mirada atenta, vigilante y prundente particularmente sobre las vocaciones sacerdotales o de ingreso en el seminario, para «discernir la verdad, para tener una mirada sagaz y prudente, sin ligereza o superficialidad».

La tercera acción es llamar que es «el verbo propio de la vocación cristiana. Jesús no echa largos discursos, no entrega un programa al que adherirse, no hace proselitismo, ni da respuestas prefabricadas. Cuando se dirige a Mateo dice sencillamente: ¡Sígueme!».

Porque «el deseo de Jesús es poner a la gente en camino, sacudirlas de un sedentarismo etal, romper la ilusión de que podemos vivir felizmente siguiendo cómodamente sentados entre nuestras seguridades».

«Por lo tanto, nosotros también, en lugar de reducir la fe a un libro de recetas o a un conjunto de normas que deben cumplirse, podemos ayudar a los jóvenes a hacerse las preguntas correctas, a ponerse en camino para descubrir la alegría del Evangelio».

«Pero si no nos encerramos en las quejas y continuamos a «salir» para anunciar el Evangelio, el Señor se queda con nosotros y nos da valor para echar las redes, incluso cuando estamos cansados y decepcionados por no haber pescado nada», añadió. Y concluyó recordando que «es una misión urgente que el Señor nos pide cumplir con generosidad».

 

11 comentarios

Falso
Jesús no echa largos discursos, no entrega un programa al que adherirse, no hace proselitismo...


El Sermón de la Montaña desmiente punto por punto esa afirmación.
21/10/16 6:34 PM
Francisco Javier
Si Jesus y los apostoles no hubieran hecho proselitismo, no hubieran tenido un programa, no hubieran dado discursos pues el cristianismo jamas hubiera existido. Pero bien, el ultimo que quede que apague la luz.
21/10/16 6:54 PM
Lorenzo Buendía
Insufrible.
21/10/16 9:09 PM
javier
Excelentes palabras.....
21/10/16 11:33 PM
Ricardo
Que Dios me perdone si me equivoco, pero como "fui cocinero antes que fraile" y me moví, antes de mi conversión, por ambientes New Age, puedo afirmar sin ambages que el discurso papal del "no proselitismo", "no programa", "no largos discursos" es idéntico, calcado, al de la Nueva Era y se lo he oído decir a budistas e incluso a musulmanes. Pero es impropio de un cristiano, y no digamos de todo un Papa. Esto ya es, como bien dice Lorenzo, insufrible
22/10/16 12:32 AM
Lego
La verdad es que Nuestro Señor a veces se cansaba de las multitudes y se iba a un lugar tranquilo , con su Padre o con los discípulos. Y algún momento las multitudes que le seguían se cansara de El y se volvieron en contra.
22/10/16 3:04 AM
José Luis
Cuando Jesús dice a San Mateo, "sígueme", lo dejó todo para seguir a Cristo, no dudó en seguirle, y lo mismo los demás apóstoles. Aunque en el Evangelio vemos otras reacciones distintas, de aquel, y aquí como vemos que hay quienes quieren imponer sus propias condiciones personales. «Te seguiré Señor, pero primero permíteme despedirme los de mi casa» Jesús le dijo: «Nadie que pone su mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios» (Lc 9,61-62). Jesús nos presenta unas condiciones, no somos nosotros los que vamos a poner condiciones a Dios. “Quiero seguirte, pero no me puedo privar de mis aficiones de estas cosas del mundo”. El alma así, da la espalda a Dios, en el momento de negarle en su corazón. Las condiciones personales que se impone a Dios, es como hizo la mujer de Lot, que miró para atrás, al instante echó a perder su vida.
22/10/16 11:42 AM
José Luis
San Pedro de Alcántara, en su plena juventud sintió la llamada de Dios, cuando vio un grupo de humildes frailes franciscanos, ni lo pensó, no fue a despedirse de sus familia, sino que siguió a Cristo, y perseveró.

El nuevo camino que nos ofrece Jesucristo, realmente nos hace infinitamente más libre. Nuestras condiciones, para seguir a Cristo, y apegado siempre a las mismas cosas que los paganos, ateos, no son hacen libres, sino esclavos, a la vez que se construye un muro entre Dios y el alma. Cuando el mismo Señor, nos da facilidades para ser completamente libres. La mundanidad no es camino de seguimiento al Señor, sino de precipitarse a los abismos eternos.
22/10/16 11:45 AM
Jesus Pereira
Es que Jesús es el Programa, no un; es el Verbo, toda la Palabra de Dios; Quien dice "sígueme" es Jesús mismo. Y hoy, ¿estamos configurados a Cristo, son otros verdaderos Cristos los sacerdotes para hablar e invitar con autoridad?
El punto esencial de la vida cristiana y en consecuencia de la misión es hacerse uno con Cristo, ser santo. De hecho, todo discurso redujese a eso. Y no es poco.
22/10/16 3:05 PM
José Luis
Mis hermanos, no veamos a Jesús como un "Programa", es mucho más importante, es el Divino Maestro, nuestro Redentor, es el Camino, la Verdad y la Vida.

Esforzarnos por comprender a Jesucristo, es alimentarnos frecuentemente con la Palabra de Dios, es importante para nosotros. Cuando meditamos la Palabra de Dios, comprendemos la verdadera vocación que todos nosotros podemos tener.

Hoy se intenta mostrar, una especie de "enseñanza" sobre que es la vocación. Pero yo lo he aprendido no mediante opiniones de nuestro hombre viejo, sino de los Santos, como fue su vocación, su vida, el verdadero propósito es complacer a Dios, aunque muchos hombres y mujeres, tengan terribles disgustos. Esto de la vocación es un tema muy interesante para todos, por tanto, también para mí, me encanta y aprender para no confundir el sentido de la vocación, como si alguien buscara un trabajo; "me gusta este trabajo y aquel otro, no".
23/10/16 9:42 AM
José Luis
Cuando Jesús llamaba a su seguimiento, no todos querían seguirle, porque no les parecieron correctas las condiciones que Jesús decía. Otros exigían a Jesús, pero poniendo condiciones personales, "Quiero seguirte pero primero..."yo", "mis cosas", etc. Hace algunos años leí un comentario por ahí: "Que chollo, quiero hacerme sacerdote para jugar al fútbol", esta clase de personas, terminan por no ser aptos para el Reino de los cielos, y lo enseña Jesucristo, pues mira en pos de sí, no por el Reino de Dios ni la salvación de las almas. No todos están llamados para ser sacerdotes, pues incluso, pueden hacer penitencia como seglar. Pertenecer a una Orden Tercera, y ser fieles a las reglas del santo fundador o santa fundadora.

El cristiano que no es sacerdote, religioso o religiosa, siempre puede pertenecer a Grupos de Oración, Adoración Nocturna, rezar el Santo Rosario, y otras devociones. Necesario pertenecer a grupos parroquial. También es necesario rezar, recemos cada día por el Papa.
23/10/16 9:45 AM

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