(Agencias/InfoCatólica) «Hemos defendido las fronteras de Hungría y así también las de la Unión Europea» (UE), manifestó Orbán en una entrevista concedida al diario gratuito pro gubernamental «lokal», donde explicó que el país solo cumplió con sus obligaciones.
Hungría celebra el domingo un referéndum sobre la reubicación de los refugiados de acuerdo a un sistema de cuotas entre los países comunitarios. Más de 8,2 millones de húngaros con derecho a voto están llamados a responder a la siguiente pregunta:
«¿Quiere que la UE disponga, sin el consentimiento del Parlamento (de Hungría) sobre el asentamiento de ciudadanos no húngaros en Hungría?».
El Gobierno de Orbán espera que los húngaros rechacen con gran mayoría el sistema adoptado a propuesta de la Comisión Europea por una mayoría cualificada de países de la UE.
En los últimos días de la campaña Orbán se ha movilizado para convencer a los magiares a participar en el referéndum, ya que las últimas encuestas pronostican una participación de alrededor del 50 por ciento, el umbral necesario para que la votación sea válida.
«Queremos a nuestra patria y no queremos exponerla a aventuras inseguras», enfatizó Orbán, que se opone categóricamente al sistema de reubicación.
Para el primer ministro «el domingo se decidirá sobre el futuro de Hungría y de Europa» y defendió las vallas construidas en el sur del país para detener los refugiados.
Recordó que su Gobierno ha hecho «lo mismo que otros en partes más prudentes de mundo, desde Estados Unidos hasta Israel».
Preocupación en la Comisión Europea
La Comisión Europea no ha retirado su propuesta de reubicación, recordó Orbán y en este sentido opinó que «en el caso de los burócratas de Bruselas se trata de los mismo que en el de los ilusionistas: hay que fijarse en sus manos y no sus bocas».
De hecho, el presidente de dicha Comisión, Dimitris Avramopolulos cree que a los ciudadanos húngaros les debe preocupar el resultado del referéndum.
«A nosotros nunca nos preocupa cuando se va a celebrar un referéndum. Debería ser una gran preocupación para los ciudadanos de estos países», dijo en rueda de prensa Avramopoulos, que confió en que los húngaros atiendan a la «razón» y la «responsabilidad» a la hora del voto.
«No es cuestión de permitir o no la celebración del referendo en un país. Pero el resultado del mismo debería ser una gran preocupación, y entiendo que lo es para los ciudadanos de Hungría y sus dirigentes», añadió.