(Asia News/Infocatólica) La nueva legislación decreta multas de hasta 200.000 yuanes (27.000 euros) por «actividades religiosas ilegales» por parte de católicos u otros miembros de comunidades subterráneas. Entre las «actividades ilegales» figura la «dependencia del extranjero» (por ejemplo la relación con el Vaticano).
Además, a los miembros del partido comunista les está prohibido practicar una religión, incluso de manera privada. También hay un control preciso sobre edificios, estatuas, cruces y controles rígidos en internet.
Queda prohibido el proselitismo, llevar a cabo actividades religiosas, fundar organizaciones religiosas o establecer lugares y actividades religiosas en las escuelas del Estado» (Art. 4). Como contraparte, el Estado sí tiene el derecho de obligar y hacer asistir a lecciones de ateísmo y marxismo en las escuelas religiosas.
El nuevo reglamento mantiene la referencia a los «Budas vivientes» del budismo tibetano, cuya reencarnación «debe ser presentada -para su aprobación- al departamento para los asuntos religiosos del gobierno del pueblo».