(Zenit) Greg Burke, director de la oficina de prensa de la Santa Sede, confirmó la preocupación del Santo Padre y de la Santa Sede «por las persistentes tensiones en la zona, a causa de los experimentos nucleares realizados por Corea del Norte».
El subsecretario Camilleri recordó que el papa Francisco, con ocasión de su histórica visita a la ONU en Nueva York, el 25 de septiembre de 2015, exhortó a la comunidad internacional a «comprometerse por un mundo sin armas nucleares, aplicando plenamente el Tratado de no proliferación, en la letra y en el espíritu, hacia una total prohibición de estos instrumentos».
En su intervención, el subsecretario de las relaciones con los Estados subrayó el apoyo de la Santa Sede a la «tecnología nuclear con fines pacíficos y para el desarrollo humano integral» y señaló la necesidad de impedir la proliferación nuclear y contribuir al desarme nuclear.
En el ámbito del debate nuclear, es necesario, por tanto, una «reflexión», para favorecer un ética de paz y de seguridad multilateral, yendo más allá del miedo y la desconfianza, para reforzar el diálogo y construir mecanismos de confianza», añadió Camilleri.