P. Adolfo Nicolás SJ: «La vida religiosa va bien»

Entrevista antes de su renuncia al frente de la Compañía de Jesús

P. Adolfo Nicolás SJ: «La vida religiosa va bien»

La revista Razón y fe publica una entrevista de Antonio Spadaro SJ con el General de la Compañía de Jesús, P. Adolfo Nicolás SJ, un mes antes de que presente su renuncia. El P. Nicolás opina que la vida religiosa está bien y muestra su convencimiento de que Asia, que posee las fuentes de sabiduría más antiguas de la humanidad, es a su vez una fuente de esperanza para la Iglesia.

(Razón y Fe/Infocatólica) Entrevista al P. Adolfo Nicolás

Padre, ¿cuál es su estado de ánimo al llegar al final de su servicio como Superior General?

El de siempre al final de una misión. He dejado de ser útil y, con toda paz, puedo comenzar a pensar qué otra cosa puedo hacer.

¿Cuáles han sido los momentos más significativos para la Compañía durante los años de su generalato?

Los sínodos, la abdicación de Benedicto XVI, la elección del papa Francisco. Como siempre, no existen momentos «nuestros»; son importantes los momentos de la Iglesia.

Durante su experiencia como Superior General quizá habrá podido tomarle la «temperatura» a la vida religiosa de hoy. En su opinión, ¿cuál es hoy esta «temperatura»? ¿Nota algún cambio en comparación a cuando fue elegido? ¿Advierte señales de cansancio y tibieza, o percibe claros signos de esperanza?

No he notado cambios. La vida religiosa va bien, y existe un gran deseo de servir a la Iglesia y de responder generosamente a los nuevos problemas de nuestro tiempo. Se ha creado también una nueva esperanza en torno al papa Francisco, que nos conoce muy bien y conoce el lugar que ocupa y la misión que tiene la vida religiosa en la Iglesia.

El papa Francisco ha dicho que los religiosos son pecadores y profetas. ¿Cómo interpreta usted estas palabras suyas? Para un religioso, ¿es importante sentirse pecador? ¿Qué significa hoy ser profeta? El dice que el profeta «hace lío», ¿qué es eso?

Para un religioso es importante sentirse pecador. No somos ni mejores ni peores que otros cristianos; por eso no podemos juzgar a los demás. Quizá en el pasado, siempre que nos hemos creído mejores, hemos descubierto pecados ocultos u ocultados, que nos humillaban. Pensamos, con él, que una Iglesia que juzga a los demás está demostrando poca sabiduría y usurpando el lugar de Dios, único que ve en los corazones. Sobre la profecía, humildemente me atrevería a hacer una distinción: hay un servicio profético que tiene lugar dentro de la Iglesia y que toca a los que tienen fe. A esto se refiere todo lo que dice el papa Francisco sobre la profecía: que «mete en líos», que crea una cierta confusión y hace pensar. Hay otro servicio que se dirige a los que no tienen fe. Para estos la profecía tiene poco sentido. A ellos, sin embargo, logra llegarles el testimonio de una sabiduría distinta, humanista, evangélica, capaz por sí sola, de hacer reflexionar e introducir en el alma el gusanillo del «¿será verdad?» «¿Es más humano, más auténtico?». Esta es la función de los religiosos en muchas situaciones, bien de frontera o de más allá de las fronteras, en un mundo que ignora nuestro sentir común.

Pero hoy día, ¿cuál sería el lenguaje profético?

Me ha impresionado siempre que el profetismo de Israel haya llegado a su fin. En el libro de Daniel se denuncia el hecho de que ya no exista profetismo en Israel. Puestos a buscar razones, la única plausible es que la gente durante el exilio pierde la fe. Ya no hay fe en Israel. Solo un pequeño resto mantiene la fe. El profetismo puede darse únicamente en el seno de una comunidad de fe. Y muchos religiosos viven una situación de frontera o en ambientes sin fe.

¿Qué lenguaje sería el adecuado para tales ambientes? Es interesante advertir que cuando desaparece el profetismo emerge la sabiduría como nuevo lenguaje de Dios. Quizá este sea el que necesita una Europa que ha perdido la fe, el lenguaje de la sabiduría. Quizá necesitamos un lenguaje nuevo que use la sabiduría de los sabios, o la sabiduría del pueblo, para hablar una lengua que el mundo sea capaz de entender.

Esta sabiduría, ¿ayuda a estar en la periferia, en las fronteras?

Sí, y tenemos que aprender una manera nueva de contemplar el mundo, de ver las cosas, para poder hablar: ir hasta la fronteras y ver cómo viven esos otros que están del otro lado de las fronteras puede a veces suponer un esfuerzo. Pero es a la vez muy interesante y atractivo porque hay siempre mucho de bueno en las demás personas, en las otras religiones. Esta es la razón por la que hacen falta personas de fe muy profunda, bien enraizada y cultivada, para ir a las fronteras. Personas capaces de hablar con sabiduría, capaces de hacerse escuchar.

Usted ha viajado mucho y tiene una visión amplia del mundo. ¿Cuáles son, según usted, los mayores desafíos que plantea el mundo de hoy?

Intentando responder a la pregunta de por qué son tan pocos los japoneses que se hacen cristianos, un obispo japonés solía decir: «Jesús dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida». La mayor parte de las religiones asiáticas son religiones o espiritulidades del camino: sintoísmo, confucianismo, budismo, kendo, aikido, etc. Y, sin embargo, la mayor parte de los misioneros occidentales han venido a predicar y a hablar de la verdad. En realidad, no se ha dado un verdadero encuentro con Japón. Cuanto más viajo por el mundo más pienso que aquel obispo tenía razón: Asia es el camino. Europa y los Estados Unidos se preocupan de la verdad, África y América Latina son vida y mantienen vivos los valores que en otras partes del mundo hemos olvidado (la amistad, la familia, los hijos, etc.). A los jesuitas nos resulta significativo que –si no me equivoco– San Ignacio se interesase más por el camino, es decir, por cómo crecer y transformarse en Cristo, que por otros aspectos. El desafío para nosotros, cristianos, reside en la necesaria sensibilidad de todos los continentes para lograr la plenitud de Cristo, que a la vez es nuestra plenitud de ser humanos. Esta visión palpita en muchas palabras del papa Francisco en favor de migrantes y refugiados.

Según usted, ¿ha hecho la Compañía suyos los problemas de nuestro tiempo? ¿Cómo valora el estado actual de la Compañía en su tensión apostólica?

Pienso que los jesuitas, como todos saben, aunque no estamos libres de defectos, atravesamos un buen momento apostólico y estamos presentes en cosas importantes, como la pobreza, la exclusión, una educación de calidad para todos.

Usted siente gran afecto por Japón. ¿Qué puede enseñarnos hoy a nosotros la misión en ese gran país, en esa cultura?

La sensibilidad musical. Los japoneses son uno de los pueblos más musicales del mundo. La religión se parece mucho más al sentido musical que a un sistema de enseñanzas y explicaciones racionales.

Los japoneses, en gran parte gracias a sus raíces budistas, poseen una profunda sensibilidad, una gran apertura a la dimensión de la trascendencia, la gratuidad y la belleza que subyacen a otras experiencias humanas. Pero, naturalmente, se trata de una sensibilidad que hoy se encuentra amenazada por la mentalidad estrictamente económica y materialista, que impide alcanzar dimensiones más profundas de la realidad. La misión en Japón y en Asia pueden hoy ayudarnos a descubrir o redescubrir la sensibilidad religiosa como sentido musical, como conciencia y valoración de unas dimensiones de la realidad que son más profundas que la religión instrumental o que las concepciones materialistas de la vida.

Pero todo esto tiene que ver con la educación: el sentido musical se educa, lo mismo se educará el sentido religioso. Las instituciones de la Compañía, ¿juegan un papel en esto?

Sería una tragedia si nuestras instituciones educativas se limitasen a insistir en la racionalidad y en la autocomprensión del ser humano, en este mundo nuestro secular y materialista. Las razones para emprender un proceso de formación educativa son de índole totalmente diversa. No nos embarcamos en la tarea de instruir para lograr prosélitos, sino para lograr transformar a las personas. Queremos formar un tipo nuevo de humanidad que sea, por decirlo así, radicalmente musical, que mantenga la sensibilidad hacia la belleza, la bondad, el sufrimiento de los demás y la compasión. Ofrecemos una educación cristiana porque estamos convencidos de que Cristo presenta unos horizontes que van más allá de los limitados intereses de la economía o de la producción; que Cristo ofrece una visión de la humanidad más plena, que lleva a la persona más allá de si misma por medio de la dedicación a los demás y preocupándose por ellos; que Cristo ofrece no solo información, que de información el mundo está ya saturado, sino una sabiduría profunda. La universidad –y la Compañía tiene muchas en el mundo– es una institución social con una función específica al servicio de la sociedad, de sus valores, de sus horizontes y de sus ideales.

Usted es europeo, pero ha gastado su vida en Asia, y volverá allí cuando deje su cargo actual. ¿Qué representa Asia para la Iglesia de hoy, y también para el mundo?

Una fuente de esperanza. Asia es diferente, y posee las fuentes de sabiduría más antiguas de la humanidad. Si Dios ha estado presente en alguna parte del mundo, si ha «trabajado y laborado», como dice San Ignacio, lo ha hecho en verdad de modo particularmente eficaz en Asia. Hemos visto sus frutos cuando sucedió el gran terremoto, seguido del tsunami y la amenaza atómica, al norte de Tokio. Jamás el mundo había sido testigo de tanto autocontrol, de tanta solidaridad y de tanta entrega como en aquella ocasión. Y lo más grande fue que no sucedía como fruto de un esfuerzo políticamente orquestado, sino más bien de la reacción espontánea de un pueblo educado, generación tras generación, en esos valores de los cuales el mundo entero ha sido testigo, ha dicho al mundo algo significativo: un mensaje profético.

Pasemos a Europa. ¿Cómo ve la situación de la Iglesia en Europa? ¿Qué problemas y tensiones principales se viven en este continente? ¿Qué peligros es necesario evitar?

No soy experto en cuestiones europeas, y Europa ocupa en el mundo una parte, si bien importante pero muy pequeña. Encuentro, por lo tanto, muy difícil responder a esta pregunta. Los que más conocen de ello hablan de secularización, de crisis de sentido y de esperanza, de falta de alegría; a lo que añaden los mismos problemas que, lamentablemente, afectan también a otros lugares, como la pobreza, la desocupación o la violencia, entre otros aspectos.

Surge con fuerza el problema de las migraciones. ¿Qué perspectiva sería la correcta para entender este fenómeno?

La del Papa. Existe una situación de sufrimiento y de exclusión; pero para nosotros, como humanos, son posibles la solidaridad y la compasión. Tenemos que dejarnos afectar por la situación y buscar juntos una solución futura que de verdad ayude a todos. Con todo, ante soluciones parciales deseamos compartir lo que tenemos.

Mientras que no consigamos una solución completa y definitiva, podemos compartir. Aunque debo decir que ninguna de estas soluciones resulta una respuesta fácil. No podemos olvidar nunca que las civilizaciones se comunican entre ellas gracias a los refugiados y a los migrantes. El mundo que conocemos se ha ido formando de este modo. No es que unas culturas se hayan ido sumando a otras sino que se ha dado un verdadero intercambio entre ellas. Con las religiones ha sucedido lo mismo. Los inmigrantes nos han traído un mundo sin el cual nos encontraríamos encerrados en la propia cultura, conviviendo con los prejuicios y las limitaciones. Todo país corre peligro de encerrarse en unos horizontes muy estrechos, sumamente pequeños, mientras que, gracias a ellos, nuestro corazón encuentra una forma de abrirse; hasta todo un país puede abrirse a una nueva dinámica.

Pero esto, ¿no implica una visión diferente del mundo?

Tenemos que comenzar a concebir la humanidad como una unidad y no como un conjunto de países separados los unos de los otros por sus tradiciones, por sus culturas y por sus prejuicios. Es necesario pensar en una humanidad que necesita a Dios, que necesita una profundidad que solo puede venirle de la unión de todos.

Con la encíclica Laudato si’ el tema de la ecología se ha convertido en parte integrante de la Doctrina Social de la Iglesia. La Compañía, en estos últimos años, se había tomado muy en serio este reto. ¿Cuál fue su reacción personal ante esta encíclica?

Creo que la intervención del papa Francisco fue muy oportuna y que el tema no podía esperar más. Era realmente muy urgente. Necesitábamos una nueva toma de conciencia para acoger de modo positivo las iniciativas en favor de la protección de lo creado que están surgiendo por todas partes. En concreto me impresiona el modo en cómo el Papa pone en relación la naturaleza con los problemas de los pobres, que son los primeros que sufren sus consecuencias.

Durante su generalato fue elegido el primer Papa jesuita de la historia. ¿Qué sintió en su interior al enterarse de la noticia? ¿Qué significa para la Compañía tener un Papa jesuita? Si la Congregación General acepta su renuncia, ¿no cree que elegir un General de la Compañía teniendo un Papa jesuita puede generar una situación interesante y muy especial? ¿En qué sentido lo es?

Antes de nada, para los jesuitas era un imposible pensar que uno de los nuestros fuese elegido Papa: doscientos años tras la supresión y veinticinco después de una intervención papal en el gobierno de la Compañía. Habiendo ya sucedido lo improbable, la elección de un Superior General bajo el pontificado del papa Francisco, jesuita él mismo y por tanto buen conocedor de la Compañía, adquiere un significado especial. Debo decir que se ha mostrado muy respetuoso con las Constituciones y muy en sintonía con el modo de proceder de la Compañía de Jesús, que es el suyo.

El papa Francisco, durante la entrevista que me concedió el año 2013, me decía que «el jesuita debe ser una persona de pensamiento incompleto, de pensamiento abierto». Según usted, ¿qué significa esto?

Significa algo muy importante y profundo. En el trasfondo está la conciencia, que a veces olvidamos o tenemos ofuscada, de que Dios es un misterio, o mejor, es «el misterio de los misterios». Está claro que si creemos en ello no podemos considerarnos en posesión de la última palabra sobre Dios ni sobre ninguno de los misterios en que nos debatimos: la persona humana, la historia, la mujer, la libertad, el mal, etc. Nuestro pensamiento es siempre un pensamiento «incompleto», abierto a nuevos datos, a nuevas formas de entender, a nuevos juicios sobre la verdad. Tenemos mucho que aprender del silencio de la humildad, de la sencilla discreción. El jesuita, como dije una vez en África, debe oler a tres cosas: a oveja, esto es, a lo que vive su gente, su comunidad; a biblioteca, es decir, a reflexión en profundidad; y a futuro, es decir a una apertura radical a la sorpresa de Dios. Creo que estas cosas pueden hacer del jesuita un hombre de pensamiento abierto.

¿Qué puesto ocupa la Eucaristía y los sacramentos en la vida del jesuita?

Por lo que toca a la Eucaristía, hemos insistido tanto y tantas veces en la presencia real, que hemos olvidado muchos otros aspectos que tienen que ver y que afectan a nuestra vida ordinaria. La Eucaristía es un intercambio de dones: recibimos pan como alimento cotidiano, tomamos una porción de este pan y lo ofrecemos a Dios. El Señor transforma este pan y nos lo devuelve. Esto hace de la Eucaristía un intercambio de dones que no cesa jamás, y que puede cambiar nuestra vida. La Eucaristía nos ayuda a ser generosos y abiertos. San Ignacio vivía esta realidad, y algunas de sus más importantes decisiones las tomaba durante la celebración de la Eucaristía. Me impresiona el modo de celebrar del papa Francisco: con calma, con dignidad, con un ritmo que invita a la meditación y a la interiorización. Es así como celebra un jesuita.

En la homilía que tuvo en la Iglesia del Gesù el 3 de enero de 2014, el papa Francisco dijo: «Solo cuando se está centrado en Dios se puede ir a las periferias del mundo». ¿Cuáles, según usted, son hoy estas «periferias»?

Siempre he estado convencido de que los problemas de la Compañía de Jesús son los problemas de la humanidad, es decir, la pobreza, el paro, la falta de sentido, la violencia, la ausencia de alegría. La pregunta que nos hacemos es la siguiente: ¿cómo afrontar estos retos? Y aquí entra el factor total, el factor religioso, que lleva consigo poner al «otro» en primer lugar, con ese tipo de desasimiento que permite ir allá donde perdemos nuestra habitual seguridad.

Usted ha vivido en primera persona los dos Sínodos sobre la Familia. ¿Ha encontrado diferencias con el Sínodo anterior en el que había participado? ¿Cuáles? ¿Cómo juzga, en general, la experiencia sinodal que ha vivido?

Creo que la experiencia sinodal ha cambiado mucho. Antes de los Sínodos de la Familia participé solo en el de la Nueva Evangelización. Aquel se desarrolló con normalidad y se llegó a las recomendaciones finales sin tensiones y sin grandes iluminaciones. Sus limitaciones nacieron del hecho de que se habló de nueva evangelización sin aprovechar la luz que podían aportar los éxitos y los fracasos de la «vieja» evangelización. En el Sínodo de la Familia, por el contrario, desde el primer momento se notaba que el tema afectaba a todos, y que cada uno estábamos invitados a contribuir con las mejores reflexiones. El mismo Papa ha dicho que el Sínodo no deseaba avanzar solo, sino con los obispos. No hay la menor duda de que el Papa puede proceder solo, a ritmo más rápido, y tomar unas decisiones que serán siempre bien acogidas por la Iglesia. Pero no ha querido hacerlo precisamente para dar más valor a la contribución del conjunto. Por tanto es una pena que no reciba el mismo respeto por parte de algunos que, en la Iglesia, ocupan puestos de mando para guiar a los fieles con su palabra y con su ejemplo.

Con Amoris laetitia ha nacido claramente la necesidad de hacer un «discernimiento pastoral» teniendo en cuenta las circunstancias. El discernimiento es uno de los pilares de la espiritualidad ignaciana que impide tener respuestas preestablecidas y prescindir de la historia concreta de las personas. Pero, ¿qué es el discernimiento?

Es importante decir que supone un enorme privilegio participar en un Sínodo de obispos sin ser obispo, y teniendo unas Constituciones en las que se dice que nuestra vocación excluye la posibilidad de serlo. Sin embargo, en la formación de los sacerdotes existen algunas carencias. En primer lugar, le falta una lectura más exigente del Nuevo Testamento.

Para que el magisterio del Papa sea una realidad viva, hace falta hacer de la formación del clero «una formación para el discernimiento». San Ignacio llegó hasta lo hondo en su discernimiento, cuando ayudaba a los demás, es forzándose en saber cuándo se trataba de una verdadera ayuda y cuando no lo era.

Al papa Francisco le gusta mucho el dicho «Non coerceri a maximo, contineri tamen a minimo, divinum est». Según usted, ¿que significa este celebre epitafio sepulcral de San Ignacio?

Hay varias teorías sobre el texto y sobre su interpretación; para mí es un elogio de la libertad interior, de la que San Ignacio no andaba escaso.

Nosotros no intentamos copiar su obra, ni su grandeza, y mucho menos su repercusión social. Lo único que nos importa es la voluntad de Dios, y la persona humana es de sobra capaz de hacerla suya, de sentirse satisfecho de conocerla y de llevarla a cabo. Nadie puede pretender conocer la voluntad de Dios con certeza. Todos estamos en búsqueda y siempre obligados a discernir dónde está la voluntad de Dios.

¿Qué espera usted, personalmente, de la Congregación General? ¿Qué deseos personales tiene?

Primero que se elija un buen Superior General, algo no demasiado difícil dado que la Compañía a sobrevivido a mi generalato. Espero que la Congregacion discierna cómo mejorar nuestro servicio a la Iglesia y al Evangelio «al servicio de las ánimas», como querría San Ignacio. Por eso mi deseo es que el fruto de la Congregación sea una mejor vida religiosa en el espíritu del Evangelio y una renovada capacidad de imaginación.

Los tiempos han cambiado desde la anterior Congregación. Necesitamos audacia, fantasía y valentía, para afrontar nuestra misión como parte de las más amplia misión de Dios en nuestro mundo. Espero también que el Papa se dirija a la Congregación y le presente sus sentimientos y sus preocupaciones.

Usted, como el P. Kolvenbach, deja su oficio. ¿Quiere eso decir que habrá que cambiar la norma del cargo ad vitam, habiendo decidido también Benedicto XVI renunciar al ministerio de Pedro?

También yo pensaba lo mismo, pero el papa Francisco me ha hecho pensar que aún hay espacio suficiente en la legislación de la Compañía para que nuestro servicio concluya como hemos procedido los tres últimos generales. El Papa nos ha sugerido, incluso, que sería suficiente si los cuatro Asistentes elegidos para ello adoptasen un papel más activo, sugiriendo al General presentar su dimisión. A día de hoy, con los progresos de la medicina y la prolongación de la vida, un grupo con deseo de servir y que necesita agilidad de movimientos, no puede permitirse tres o cinco últimos años de debilidad de su Superior General.

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50 comentarios

Rubén
Con todos mis respetos, ¿en qué mundo vive usted?:
1) La vida religiosa está muy lejos de ir bien, y de una forma muy particular, la compañía de Jesús.
2) Europa no es una pequeña parte del mundo cristiano, sino su corazón.
3) Si Asia es una esperanza para el futuro de la Iglesia, es porque está siendo regada con abundante sangre de mártires y no precisamente por su milenaria sabiduría anticristiana.
6/09/16 1:59 PM
Albert L
"La vida religiosa va bien", ha dicho Adolfo Nicolás. Parece un poco de chiste, ¿no? En los años 60, el número de jesuitas en el mundo era de unos 40.000. Ahora apenas son 19.000. Pero todo va bien, bien. La edad media de los jesuitas en España ronda los 70 años. Todo va bien. No hay nada como negar la realidad para quedarse uno tan tranquilo. Y mejor no hablar del elevado número de jesuitas a los que es dudoso calificar de católicos, porque en realidad profesan otra fe, derivada y relacionada con el catolicismo, pero sin aceptar muchos dogmas. Todo va estupendamente bien.

Me da miedo pensar cómo tendrían que ser las cosas para que "todo fuera mal". Además, si todo va bien, supongo que nadie se molestará en tomar medidas... simplemente bastará con dejar que la orden vaya consumiéndose lentamente hasta la desaparición total, que, si se mantiene el ritmo actual, no está tan lejos.
6/09/16 1:59 PM
Néstor
Qué bueno que todo va diez puntos. A propósito, hay una manera nueva de ver el mundo, está en el Evangelio. Ah, claro, un solo mundo, "one world", como dice David Rockefeller. Pero ése, el de David, digo, es otro evangelio, en todo caso.

Sí, el mundo unificado de los Rockefeller necesita una religión, pero una que haga verdadero el dicho de Marx: una especie de parlamento relativista de las religiones que fabrique cantidades industriales de "opio para el pueblo."

Saludos cordiales.
6/09/16 2:07 PM
Solanelles
Mi agradecimiento a infoCatólica por publicar esta entrevista, que ilustra a la perfección por qué la Compañía de Jesús está como está.
6/09/16 2:21 PM
Percival
De acuerdo con todos los comentaristas.
Quizás es una gracia de Dios que se retire este personaje. Y ruego mucho a Dios que venga otro con más luces y más fe.
6/09/16 2:43 PM
Gregory
Depende lo que se pueda entender por ir bien si nos limitamos a Infocatolica todo esta mal en esta vida, ahora si nos limitamos al p. Adolfo todo esta bien, en mi opinión ambos son extremos. En verdad que pienso como un expresidente de mi país ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario.
6/09/16 2:48 PM
Fred
Me llama la atención que las Constituciones de los Jesuitas les prohíban ser obispos, sin embargo, tanto Martini como Bergoglio han quebrantado tal prohibición. Y el resultado no ha sido demasiado bueno para la Iglesia.
6/09/16 3:40 PM
Maribel
La vida religiosa va bien MAL, requete mal. Con razón están los jesuitas como están. A ver si esta renuncia sirve para que ya entre un general como San Ignacio.
La decadencia religiosa de los jesuitas es alarmante, el cinismo y despotismo con que tratan a quienes se acercan a ellos para llamarles la atención sobre herejías y escándalos entre sus filas es repugnante. Les invito a hacer la prueba. Hablen a la casa provincial de la Ciudad de México y pidan que les den razón del publicado del rector de la Universidad Iberoamericana sobre su carta abierta de apoyo a la homosexualidad, verán lo que es la Compañía de Jesús en el siglo XXI... Cinismo puro, intelectualismo aberrante y pobre, hipocresía y pedantería, arrogancia... Si todavía quedan buenos jesuitas deben ser mártires en medio de tanto lobo que dizque huele a ovejas. Van conduciendo al rebaño al precipicio. Como siempre, Gracias por esta entrevista que me ha dado náuseas pero que ha puesto en claro mucho
Por cierto, ¿Es la nueva palabra de moda jesuita, "ofuscado"? Es lo único cierto que he oído de ellos, que están ofuscadas sus mentes, conciencias, almas...
Finalmente: Hasta donde mi conocimiento de los jesuitas de San Ignacio me da a entender, lo Central de ellos no es el camino, sino Jesús, y la decisión personal incondicional y total por luchar del lado de Cristo tomándolo como Rey. Es decir servir Dios con todo nuestro intelecto, voluntad, amor, fueron y alma, y alabarlo y bendecirlo.... "Tomad Señor y recibid
6/09/16 4:06 PM
JOSE
Totalmente de acuerdo con todos los comentaristas. Da gusto comprobar que aún queda sentido común y espiritual.
6/09/16 4:21 PM
Marcelo
Es comprensible, no es fácil reconocer ante los demás que las cosas propias no van bien, sobre todo si parte de esa situación es mi responsabilidad. Sin embargo, la entrevista es desconcertante por su falta de contenido y análisis de la realidad. Por el bien de la Compañía espero que los deseos del padre Adolfo se vean realizados: de que se elija un buen Superior General.
6/09/16 4:25 PM
Gracias
Muchas gracias a Infocatolica por la publicación de esta entrevista.
Me ha hecho mucho bien leerla.
El padre Adolfo Nicolás tiene una visión profética de la Iglesia.
Abrazos en Cristo Redentor
6/09/16 5:29 PM
Haddock.
"Todavía hay esperanza cuando nos enfrentamos a un problema sin solucionar. Sin embargo, no hay esperanza si actuamos como si el problema no existiese"
C.S. Lewis
6/09/16 5:30 PM
FJ
Marcelo,

Pues yo no quiero que sus deseos sean realizados...

Sabiendo que para él Mal, significa Bien... no quiero que elijan a alguno que él considere "Bueno".
6/09/16 5:46 PM
luis
Es el tiempo de los jesuitas mediocres. Es la Era Gris de la Iglesia.
6/09/16 5:50 PM
Ricardo
Las respuestas de A. Nicolas son delirantes, es decir, no guardan relación con la realidad, como los delirios de los enfermos. No tiene ningún sonrojo en aparecer sonriente para decir que todo va bien. Hombre, según se mire. Si lo que se pretende es la destrucción de la Orden y dañar a la Iglesia, entonces todo va fenomenal.
6/09/16 6:00 PM
Curro Estévez
La vida religiosa va bien..."fastidiada", por decirlo suavemente.
6/09/16 6:35 PM
davidp83
el tal Gregory negando la cruda realidad. que siga escondiendo la cabeza como el avestruz para no ver ni oír.
6/09/16 7:18 PM
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Dios mío, ven en auxilio de la Compañía de Jesús y de tu Santa Iglesia. Señor, date prisa en socorrerlas.
6/09/16 7:24 PM
Roberto Ibarra
La Compañía De Jesús ¡Ay! Jesús, Que Compañía!!!
6/09/16 8:14 PM
Alvaro
A los jesuitas lo único que les va bien es la ingente cantidad de dinero y patrimonio que conservan. Supongo que Adolfo Nicolas se refería a eso.
6/09/16 8:19 PM
Ignatius
Doy gracias a Dios por los jesuitas que me educaron hace tantos y tantos años. Todos estarán en el cielo. Fieles a la Iglesia y a Nuestro Señor.
Por desgracia que poco queda en la Compañía de esa reciente santidad. Ahora en el mejor de los casos abunda la chifladura y en peor el más descarado error fruto de la soberbia.
No pasará nada grave, al contrario, si desaparece.
6/09/16 8:42 PM
Roberto
"un lenguaje nuevo que use la sabiduría de los sabios, o la sabiduría del pueblo, para hablar una lengua que el mundo sea capaz de entender". La única sabiduría es la viene de Dios, manifestada en Cristo Jesus. El mundo no lo escuchó , menos escuchará ahora a la Iglesia, salvo a los secularizados. En Chile hoy se votó la idea de legislar para despenalizar el aborto. Ninguna palabra de los Jesuitas al respecto, que han sido el apoyo moral al Gobierno Socialista Liberal que la promueve. Un silencio culpable...
6/09/16 9:09 PM
Gregory
davidp83, no niego nada solo escribí "ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario", es decir no me aferro a la visión demasiado optimista del p. Adolfo ni demasiado negativa de Infocatólica, o mejor dicho de ciertos comentaristas. Es todo, por cierto a los grandes problemas grandes soluciones o mejor dicho que sean fieles al carisma recibido. Y si quieren alguna novedad que oren y mediten si esa novedad es conforme al Evangelio y al sentido común. Le recomiendo el libro "Ven se mi Luz" las cartas de Santa Teresa de Calcuta donde expone a su Directos espiritual sus intimas convicciones.
6/09/16 10:00 PM
José Gonzalo, de Chile.-
Las respuestas que hemos leído hasta acá, nos demuestran que la falta de respeto a la palabra de quien no piensa como algunos, debe ser borrada con aseveraciones sin contenido y nada más.
El opinar con la ligereza que hemos visto nos lleva a la conclusión tan sencilla como el dicho común "Para hablar y comer pescado, se debe tener mucho cuidado".
Que Dios guarde a la Compañía de Jesús y otorgue a sus superiores la paciencia que necesitan para seguir adelante.
María Madre, Reina de la Compañía, no la dejará sola...
6/09/16 10:31 PM
Gonzalo
Es sorprendente q este señor afirme que las cosas van bien. La Compañía se cae a pedazos. La heterodoxia y la herejía no son la excepción sino la norma entre jesuitas. Los abusos litúrgicos son muy frecuentes. El sacramento de la confesión ha sido relegado en gran número de casos. Muchas universidades amparan tesis homosexualistas y abortistas. El magisterio de la iglesia es despreciado. En los colegios la formación religiosa es mínima. En el colegio de Madrid, los niños de 12 años ni siquiera saben rezar el avemaría. Pero todo va bien, claro.
6/09/16 11:42 PM
Miguel Antonio Barriolami
No es odio comprobar el estado caótico, en que se encuentra
la orden fundada por S.Ignacio de Loyola.
Se hace más bien una caridad, sacando a luz, aspectos ignominiosos y equivocados, propalados por tantas de sus universidades, teólogos y miembros de una sociedad, a leguas de distancia de los fines de su fundador.
Hay miembros de la misma, que sufren verdaderos martirios, viendo el estado de una orden, otrora eficaz maestra y defensora de la genuina fe católica.
Reitero lo que ya alguna vez recordé en Infocatolica: le escuché al P. C. Pozo, ilustre profesor de la Gregoriana, el siguiente comentario: "Compañía de Jesús: un vasco (Loyola) la fundó y un vasco (Arrupe) la fundió"
7/09/16 12:45 AM
Juan de los Palotes
Ah..pero qué gracioso resultó este hombre. La vida religiosa va bien, y los jesuitas son un tercio del los que eran en los 60s, y la edad promedio cada vez más alta.
Bueno...quizás tenga razón. Quizás va bien que desaparezcan si no cambian.
7/09/16 1:49 AM
ChemaV
Solo quiero hacer dos comentarios, sobre dos frases que me han preocupado verdaderamente:
- "Siempre he estado convencido de que los problemas de la Compañía de Jesús son los problemas de la humanidad, es decir, la pobreza, el paro, la falta de sentido, la violencia, la ausencia de alegría."
Yo leía a ver si aparecía la palabra "pecado", pero no. Entonces me dije: No, será que quiere decir que los problemas son todas esas cosas, consecuencia del pecado... no lo dice pero se supone. Pero, cuando luego dice:"La pregunta que nos hacemos es la siguiente: ¿cómo afrontar estos retos?" ahí me quedé de piedra: ¡Ah!,pero ¿no es anunciar a Cristo muerto y resucitado, vencedor del pecado y la muerte, de donde vienen todos los problemas, a tiempo y a destiempo?
- Hablando de este Sínodo, comparándolo con el de la Nueva Evangelización, dice: "Aquel se desarrolló con normalidad y se llegó a las recomendaciones finales sin tensiones y sin grandes iluminaciones. [...]. En el Sínodo de la Familia, por el contrario, desde el primer momento se notaba que el tema afectaba a todos, y que cada uno estábamos invitados a contribuir con las mejores reflexiones." ¡Ah! ¿Es que el "tema" de la nueva evangelización no afectaba a "todos"? (¡Ojos abiertos de par en par!) ¿En ese sínodo no "todos" estaban llamados a contribuir con las mejores reflexiones? ¿Y qué podemos hacer, si el "tema" de evangelizar no interesa a "todos" nuestros obispos y expertos? ¡¡Ay, mamita!!
7/09/16 3:52 AM
TH
En menos de dos años se han cerrado 315 casas religiosas, y sigue. En el año 1965 la Compañìa tenía 35,000 miembros. Ahora, creo que apenas llegan a ser 15,000 y la mayoría viejos. Estos consideran sus derrotas victorias.
7/09/16 8:42 AM
Anonimo
Por mi experiencia en un centro educativo jesuita, el virus del modernismo esta muy arraigado.

Ojala en el futuro se guien por el fundador o por ilustres jesuitas de nuestro tiempo como el pade Loring que seguramente pronto subira a los altares. Y no por lo que dicta el mundo.
7/09/16 8:47 AM
Tito Livio
A parte de eso de que la vida religiosa va bien -espadaro, que me entra la risa floja- lo mas grave es la afirmación de que Asia tiene la sabiduría mas antigua de la humanidad y que con ella puede iluminarnos....¿¿¿??? Y yo que creía que la Sabiduría era Dios padre hijo y espíritu santo y que Dios-Hijo vino al mundo a iluminarlo con Él mismo como Dios y Hombre Verdadero pero el mundo no lo recibio (como muy bien se ve en las palabras de espadaro) Juan introducción a su evangelio.
En fin. Deduzco que wspadaro no ha recibido ni aceptado que cristo es la luZ del.mundo y único canino única verdad y única vida.
7/09/16 8:58 AM
Juan Carlos Muguiro Aste
¿En qué planeta vive el aún Superior General de los jesuitas? Sorprende su optimismo, no ha pasado nada según sus palabras. Un poco más y dice que es la mejor época de la Compañía de Jesús en toda su historia. Toda la entrevista es una ironía orquestada por el P. Spadaro. A mi no me preocupan los jesuitas ya "formados" o adultos; ya no hay mucho que hacer con ellos. Me preocupan sus formandos, jóvenes y jóvenes adultos que están en peligro mortal de estar en una Provincia donde los referentes no existen o lo que hay es poco de Cristo y más de un intelectualismo/activismo/poserismo/etc., que distorciona y aleja la misión que Dios les ha regalado..... Por sus frutos los conoceremos.
7/09/16 9:20 AM
JCA
Como veo que nadie comenta el comentario a oriente y en particular a Japón, una pregunta: ¿a nadie le rechina esa loa al budismo y su presunta «trascendencia», cuando es una religión —si es que sensu stricto lo es— que la niega? ¿Y nadie se hace cruces de que siendo general de la orden y presuntamente —por estas declaraciones— gran encariñado y conocedor de Japón, haya permitido en ese país a Masiá SJ durante todos estos años predicar impunemente —y otros de su orden, incluso a niños en la catequesis— incluso que Jesucristo no resucitó?
7/09/16 9:26 AM
josep
va bien pero puede mejorar.
7/09/16 10:09 AM
USOZ
Societas Iesu delenda est.
7/09/16 11:27 AM
Esteban de Alemania
El P. Adolfo Nicolás SJ se muestra muy entusiasmado con el interés de las religiones asiáticas por el camino en materia espiritual, llegando a plantear incluso esta centralidad del camino como una genuina identidad jesuita. Pues bien, ¿por qué él y sus hermanos jesuitas modernos entonces no se dirigieron a las gentes del Asia como San Pablo a los griegos en el Areópago? Podrían haberles proclamado a Cristo por ejemplo así:

"Vuestros ancestros se han esmerado miles de años en buscar, probar y formular sofisticadas reglas del caminar, pero lo han hecho sin conocer el rumbo, el destino del camino, la meta del caminar. A falta de un verdadero destino, algunas tradiciones religiosas les han propuesto como meta el dejarse caer en el abismo sin fondo del nada, otras el perderse en frustrantes caminos circulares sin salida. Pues yo les propongo ahora aquel destino que durante tantos milenios les faltó y que recién le da rumbo y sentido a vuestros esfuerzos por un buen caminar: Cristo Jesús, el único camino al Padre celestial, verdad que nos revela al Padre en un rostro verdaderamente humano, Verbo Eterno del Padre que se hizo carne en la Virgen Maria y que nos da la verdadera vida, que Él mismo es!"

El P. Adolfo Nicolás SJ, sin embargo, en solo 2 de las 25 respuestas menciona siquiera el nombre de Cristo/Jesús (fuera del nombre de la "Compañía de Jesús"), mientras que en 12(!) de las 25 menciona al "papa Francisco" o "Papa". ¿Apostasía papólatra como nuevo evangelio jesuita?
7/09/16 1:13 PM
Esteban de Alemania
Gregory piensa, que Infocatolica o al menos la mayoría de sus comentaristas, tuviesen una visión excesivamente negativa de la situación del mundo y la Iglesia y que el P. Adolfo la tuviese excesivamente positiva, mientras que él tuviese una visión mas equilibrada, ni tan negativa ni tan positiva, situándose así supuestamente entre "ambos extremos".

Pues yo pienso, que con criterios cristianos no resulta difícil reconocer que objetivamente, tanto la humanidad en general como la Iglesia en particular, están en la situación espiritual y moral mas deplorable desde que la luz de Cristo vino al mundo. Y es que la pérdida de fe por apostasía es siempre mucho mas grave que la falta de fe por desconocimiento de la misma en el paganismo pre-cristiano. Y es que, tanto el mundo como la Iglesia, actualmente están caracterizados por una apostasía aceleradísima, que por cierto ya viene gestándose mucho tiempo subrepticiamente en ambos, pero que últimamente ha sido impulsada con máxima fuerza por sus élites gobernantes, imponiendo desde la cumbre de las respectivas instituciones grados de rebeldía al orden divino, sobrenatural y natural, que, con la sola fuerza de la gravedad de la naturaleza humana caída, en sus bases nunca se hubieran dado en tan poco tiempo.

Por otro lado, precisamente al estar todo peor que nunca, para nosotros los cristianos hay un motivo para estar hoy mas esperanzados y expectantes que nunca: La 2da venida de Cristo en gloria está tan cerca como nunca antes!
7/09/16 2:06 PM
hornero (Argentina)
“Siempre he estado convencido de que los problemas de la Compañía de Jesús son los problemas de la humanidad, es decir, la pobreza, el paro, la falta de sentido, la violencia, la ausencia de alegría”. Esto no lo dice él solo, sino gran paste de los Pastores, teólogos, seminarios, catequistas y demás miembros del staff mundanizado de la Iglesia. El problema no es reconocer el despeñadero que aqueja a la Iglesia a causa del extravío de sus hijos, sino, ver cuál es el camino que debemos seguir para evitar que se agrave. No se trata de examinar las causas, porque sobre las mismas se ha hablado y se habla suficientemente claro y con razón verdadera. Debemos advertir que no obstante disponer del diagnóstico, no logramos la cura. Porque el diagnóstico nos indica que el mal supera nuestra capacidad cristiana normal, se trata de un ataque muy poderoso llevado adelante por el enemigo, es decir, por satanás que comanda sus ejércitos del infierno y de la tierra. Entonces, si estamos en medio del Apocalipsis, camino al anticristo, no rechacemos la ayuda que Cristo envía a la Iglesia por medio de Su Madre. Si rechazamos las actuales manifestaciones y múltiples mensajes que la Virgen está dando en diversos lugares, con hartos fundamentos de autenticidad reconocida por testimonios de obispos, estamos despreciando esa ayuda, la única capaz de enfrentar al demonio con poder y sabiduría absolutamente superiores hasta conducirlo a su derrota definitiva, cuando llegue el momento del triunfo del C
7/09/16 3:56 PM
Mateo
Me sumo al comentario de Esteban de Alemania. Laus Deo!
7/09/16 4:12 PM
Noel KOFFI
Es bueno ser optimista. Es lo que se desprende de los propósitos del padre Adolfo Nicolás. La verdad no está en el número.Tal vez la disminución del número de religiosos hoy sea señal de que hoy tenemos vocaciones más auténticas.
7/09/16 4:36 PM
Gonzalo de Berceo
Esteban de Alemania,¿es que dudaba de que estamos viviendo los últimos tiempos (que no es lo mismo que fin del mundo), previos a la Venida de Nuestro Señor Jesucristo? Todas estas cosas estaban ya predichas y anunciadas y tienen que ocurrir para que se cumplan las Sagradas Escrituras. El Año de la Misericordia, año jubilar extraordinario, no es coincidencia o casualidad que se esté celebrando durante este año. Para Dios no existen las casualidades. Santa Faustina Kowalska ya nos trasmitió lo que Cristo le dijo: Antes de que yo venga como Justo Juez, abro de par en par las puertas de Mi Misericordia, pero el que no quiera entrar por las puertas de Mi Misericordia tendrá que pasar por las puertas de Mi Justicia". Y este noviembre se cierran esas puertas en todo el mundo. Quien tenga oídos, que oiga y se prepare espiritualmente. Un saludo!
7/09/16 5:04 PM
Francisco Javier
La vida religiosa va bien...pero bien de salida en la orden religiosa que el abandona sin haber hecho nada para resolver la crisis que lleva decadas afrontando.
7/09/16 5:15 PM
luisma
He leido, uno a uno, los comentarios a la entrevista.
Sinceramente, me han entristecido... No os parecen muy distantes de la fabulosa lección del Señor - si ese fuera el caso - sobre la corrección fraterna..., y más aún de Juan 13.34 ("Un precepto nuevo os doy") y 15.12 ("Este es mi precepto...").
Seguro que hay raudales de "buena voluntad". pero me da que así quizás no sea fácil que nos vean como discípulos suyos. Esta es mi vivencia.
7/09/16 10:28 PM
César Fregoso
Bien dijo el que dijo, el peor enemigo de los católicos son otros católicos, que barbaridad con los comentarios, parecen lobos hambrientos, se puede no estar de acuerdo con este hombre, lo que no quiere decir que no tenga una gran experiencia y sabiduría que la mayoría no entendemos, y si se ve desde una óptica anti-jesuita, menos entenderíamos. Por sus frutos los conocereís.
7/09/16 10:58 PM
Gregory
Estimado Esteban de Alemania, comparto su preocupación, es cierto que vivimos tiempos duros, sin embargo aunque todos los cristianos debemos estar en la espera de la segunda venida del Señor no olvide de que forma debemos estar en la espera: en la brega diaria recuerde la Parabola de las vírgenes que no se nos acabe el aceite no nos quedemos dormidos o como el criado que empezó a abusar de sus compañeros esperando al Señor siempre, esto implica vivir una vida comprometida con Cristo cada día más.
8/09/16 3:00 AM
Catholicus
La segunda vez que he vuelto a leer lo de "la frontera" lo he dejado. Qué pesadez !
¿Alguien puede hacer un resumen?
8/09/16 10:38 AM
hornero (Argentina)
Continúo. ...hasta conducirlo a su derrota definitiva, cuando llegue el momento del triunfo del Corazón Inmaculado de María en el mundo. Quienes resisten a la Virgen, resisten a Cristo, como Él mismo lo dice en San Nicolás (Argentina). No extraña esta callada resistencia a la intervención actual de María, el demonio la teme más que a nadie, porque sabe que es Ella quien le pisará la cabeza, por designio de Dios. Pero, María pide humilde adhesión, renunciar a nuestros propios pareceres e iniciativas fundados en nuestro yo personal. Ella nos lleva a Cristo, nos da las armas, sabiduría, fortaleza y astucia necesarias para vencer a satanás en este combate decisivo que irá en aumento hasta su culminación y victoria final. Poco podemos hacer por nosotros mismos ante la indolencia, apatía y descreimiento de nuestros hermanos que se resisten a obedecer a nuestra Madre; que esté actuando hoy, eso, no se acepta; cuando vemos que hasta los Rosarios se profanan quitando de su medalla central las Imágenes de Cristo y de María para sustituirlas por otras. Es evidente que estamos frente a una resistencia organizada. Pero permanecemos firmes en la certeza de que Ella llevará adelante su Misión.
8/09/16 4:18 PM
pacg
Ya con lo que dice de la Eucaristía, ...me ahorro el resto de la entrevista.
Un "intercambio", sí...
("Presencia real, Presencia real. Pero qué cansinos, qué cosas")

¡Ayy, "Compañía B"!
8/09/16 7:14 PM
hornero (Argentina)
Esteban de Alemania: “ Por otro lado, precisamente al estar todo peor que nunca, para nosotros los cristianos hay un motivo para estar hoy mas esperanzados y expectantes que nunca: La 2da venida de Cristo en gloria está tan cerca como nunca antes!:” y Gonzalo de Berceo: “¿es que dudaba de que estamos viviendo los últimos tiempos (que no es lo mismo que fin del mundo), previos a la Venida de Nuestro Señor Jesucristo… Santa Faustina Kowalska ya nos trasmitió lo que Cristo le dijo: Antes de que yo venga como Justo Juez, abro de par en par las puertas de Mi Misericordia, pero el que no quiera entrar por las puertas de Mi Misericordia tendrá que pasar por las puertas de Mi Justicia". Coincido con ambos comentarios, me permito agregar que ambos son confirmados por los mensajes actuales de la Virgen dados en su momento al P. Gobbi, así como los dados en San Nicolás por Jesús y la Virgen. Cito a unos y otros. P. Gobbi (Movimiento Sacerdotal Mariano),16-Abril-1995, Pascua de Resurrección “Pero está próximo el momento en que Cristo resucitado se manifestará en todo su poder, el mal será destruido, Satanás será derrotado para siempre y entonces aparecerá en todo su esplendor, el triunfo de la divina misericordia en el mundo”; 15-Agosto-1995: “Sobre todo, en estos últimos tiempos, me hago presente de manera fuerte para preparar a la humanidad a recibir a Jesús que está para volver en gloria, para obrar en ella una total y perfecta transformación”; 24-Junio-1997: “La humanidad camina po
8/09/16 10:56 PM
hornero (Argentina)
Continúo...24-Junio-1997: “La humanidad camina por la senda de su encuentro con Él, que sucederá cuando Jesús vuelva en gloria, para traer al mundo su Reino. Caminad en la espera gozosa de su venida. Atravesad los umbrales de la esperanza y vivid en la paz, en la alegría, en la serenidad, en la confianza y en vuestro filial abandono”.
San Nicolás (Argentina), 15-Abril-2012, (Gladys): “Veo a Jesús, con Su mano derecha señala Su Corazón. Me dice: Hija mía, Mi Misericordia es para todos, pero no todos desean recibirla. Grandes calamidades azotan hoy a la humanidad y solamente terminarán si la humanidad vuelve a Mi. Ora por las pobres almas rebeldes a Mi llamado de paz y de amor. Tú eres mi instrumento hoy, como ayer lo fue Faustina; otra hija predilecta de Mi Corazón. Que el mundo me escuche y escuche a Mi Madre. Debes darlo a conocer a tus hermanos”
9/09/16 10:44 PM

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