(Obispado de Segorbe-Castellón) Ante la información aparecida hoy en un medio de comunicación digital nacional sobre la «bendición» de la unión de dos personas del mismo sexo acontecido en la iglesia parroquial de San Bartolomé de Onda el pasado sábado, día 30 de julio, el Obispado de Segorbe-Castellón, aclara e informa:
Como afirma el Catecismo de la Iglesia Católica, en su punto número 2358, toda persona, independientemente de su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad y acogida con respeto, procurando evitar «todo signo de discriminación injusta», y particularmente cualquier forma de agresión y violencia.
Respecto de la equiparación de las uniones entre personas homosexuales con el matrimonio o de actuaciones que pudieran entenderse en este sentido afirmamos, en comunión con el Papa Francisco, que «no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia» (Francisco, Exhortación apostólica postsinodal Amoris Laetitia, n. 251).
Así pues, contradice gravemente esta doctrina de la Iglesia Católica no sólo pretender celebrar ante la Iglesia un matrimonio entre personas del mismo sexo, sino también presidir la celebración de la bendición de una unión civil previa entre personas del mismo sexo.
En relación con el hecho de referencia informamos de que nada más tener noticia del hecho del que se hace eco la prensa, el Sr. Vicario General se entrevistó con el Sr. Cura Párroco, al que le requirió información completa sobre lo acontecido y sobre el desarrollo del acto. El Sr. Cura Párroco afirmó que no se trató «de una celebración del matrimonio sino de una bendición». Asimismo se le pidió que aclarase los motivos por los que actuó de esta manera. Igualmente, el Sr. Obispo se entrevistó con el Sr. Cura Párroco a quien advirtió de la gravedad del hecho, aunque sólo hubiera sido una bendición, más allá de sus buenas intenciones. El Sr. Cura Párroco ha reconocido ante el Sr. Obispo el grave error de su actuación, que estuvo motivado por una aplicación errónea de la misericordia al no haber distinguido la acogida y acompañamiento pastoral de las personas, de una parte, y, de otra parte, la aparente aprobación de una unión que la Iglesia no puede aprobar; así mismo el Sr. Cura Párroco pide perdón a la Iglesia y a todos aquellos para los que su actuación pudiera ser motivo de escándalo y promete que nunca más volverá a llevar a cabo un actuación igual o similar.
Al respecto se ha iniciado el proceso informativo acostumbrado para sopesar si se dan en el caso los elementos necesarios para las medidas disciplinares establecidas en el Código de Derecho Canónico.
Castellón de la Plana, 23 de agosto de 2016