(Efe/InfoCatólica) «No hay lugar en Francia (...) para los que provocan al odio», ha subrayado Cazeneuve a la prensa al término de un encuentro con los responsables del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM) en el marco de la lucha contra el yihadismo tras los últimos atentados perpetrados en Francia.
El ministro ha recordado que ya había decidido el cierre de una veintena de mezquitas o centros de rezo y ha anunciado que «habrá otros».
En la misma línea, ha señalado que se han dictado 80 órdenes de expulsión contra imames extranjeros por sus discursos radicales, que hay «varias decenas» de expedientes que se están examinando y que va a continuar «esa política».
Más allá de esa dimensión punitiva, el ministro que tiene las competencias de las relaciones con las religiones también ha anticipado que en octubre debería estar listo el nuevo marco institucional con el que se quiere dotar el culto musulmán.
Eso pasa por la creación de una «fundación» para financiar centros de culto, que ahora reciben en muchos casos fondos de países extranjeros (como Arabia Saudí) a los que se reprocha introducir una concepción religiosa oscurantista alejada de las prácticas francesas.
Cazeneuve ha insistido en su voluntad de «garantizar la plena transparencia en la financiación de las mezquitas», después de que la semana pasada el primer ministro, Manuel Valls, hubiera dicho que hay que cortar el flujo de fondos del extranjero.
Esa fundación también servirá para conseguir dinero para estudios, tesis y becas de los religiosos que quieran realizar estudios universitarios complementarios.
Otro aspecto importante del dispositivo que prepara el Gobierno es la formación de los imames y de los capellanes de las cárceles, para lo cual el CFCM ha creado un «consejo teológico».
El objetivo, según el titular de Interior, es «tener teólogos de alto nivel que, a partir de una referencia precisa, formen a los imames franceses» para que«enseñen un islam (...) compatible con los valores de la República».
El presidente del CFCM, Anouar Kbibech, ha precisado que el cometido de ese consejo teológico será combatir los discursos radicales que circulan por internet y establecer una «carta de los imames» que sentará las bases para los discursos en las mezquitas.