(Fides) Mons. Medina ha asegurado en una conferencia de prensa celebrada en los locales de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) de Asunción, que «la Justicia tiene una gran responsabilidad ante la historia en el caso Curuguaty, porque, por una parte, están los que presionan, y por otra, la verdad, y se debe fallar a favor de la verdad».
El 15 de junio de 2012, 17 personas murieron asesinadas, 11 campesinos y seis policías, mientras se trataba de desalojar a los campesinos que habían tomado posesión de las tierras de Marina Cué. Los agricultores afirmaban que la tierra era del estado y se les debía asignar a ellos, mientras que la sociedad Campos Morumbi, del difunto senador Blas Riquelme, reivindicaba la propiedad. Después de la matanza, el Congreso acusó al presidente Fernando Lugo, depuesto de su cargo a los pocos días, de promover la invasión de esas tierras.
Cuatro años después aún se desconocen los autores de la masacre la fiscalía, hace unos días, ha re-formulado los cargos contra los agricultores: asociación ilícita, atropello a la propiedad privada y homicidio doloso, cuando en el 2012 habían sido acusados solo de intento de homicidio.
Mons. Medina Salinas recordando que en el lugar estaban 300 policías armados y los campesinos eran solo 60, entre niños y mujeres, ha dicho: «¡Es una vergüenza! ¡se les quiere condenar a toda costa! Fue un crimen contra los campesinos y ahora están bajo acusación. ¡Pido a los jueces que tengan ética, moral y la responsabilidad para un juicio justo!».