(El Dínamo/InfoCatólica) Mario Fernández fue un tenaz opositor a la píldora del día después y al divorcio. Tal era su postura religiosa que en 2002, cuando fue consultado por su oposición la ley que facilitaba la separación de parejas, declaró: «No tengo idea de las razones teológicas, yo no soy teólogo. Creo en todo lo que dice el cardenal. Él es mi autoridad religiosa».
Por eso, cuando fue nombrado ministro del Interior tras la salida de Jorge Burgos, la lógica decía que mantendría una postura similar en relacíón al proyecto de despenalización del aborto que impulsa el gobierno. De hecho, su antecesor había mostrado reparos hacia una de las causales incluidas en la iniciativa. Sin embargo, Fernández sorprendió y dijo que se cuadraba con lo propuesto por el Ejecutivo.
Esto molestó en demasía a la Iglesia Católica, que criticó el vuelco que dio Fernández en catorce años. El Obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, que irá en representación de la Conferencia Episcopal a la Comisión de Salud del Senado, habló con La Tercera y dijo: «Él (ministro Fernández), con sus ideas, que son las de un hombre católico, no debería estar de acuerdo con que ésta sea una ley que despenaliza, porque es una ley que permite y legaliza el aborto en Chile, y pone al servicio de las tres causales a todo el aparato médico del Estado y las instituciones del Estado. Y lo establece como un derecho de la mujer».
«El ministro no puede hacer mucho, pero si pudiera, debería estar jugado por la posición correcta, que es decir que no tenemos derecho de hacer una ley que permita quitarle la vida a un inocente«, aseguró, y agrega: «Creo que, como miembros de Opus Dei, los dos tendríamos que ser coherentes con la fe de la Iglesia Católica. Eso es lo que se nos pide».
El Obispo de San Bernardo, también miembro del Opus Dei, aseguró que la Iglesia pedirá una audiencia con Fernández para discutir el tema.