(Agencias) «Como padre y hermano, tengo miedo que ustedes comiencen a resbalar en el camino hacia la corrupción», dice la carta enviada a José María del Corral y Enrique Palmeyro, revelada hoy por Vatican Insider.
«Perdónenme si esto los ofende, pero es un resbalar suave y casi sin darse cuenta, que después contagia, se justifica y finalmente se termina peor que al principio, como un camino resbaladizo y cómodo, que nosotros tendríamos las razones para justificar pero que asesina», asegura el pontífice en el mensaje a Del Corral y Palmeyro, dos viejos conocidos suyos de la época en que era arzobispo de Buenos Aires.
En el mismo mensaje, el Papa les dice a los directivos de Scholas que «no tienen derecho a pedirle un centavo» al gobierno argentino que «tiene que acudir a tantas necesidades del pueblo», agregó que para liberarse del riesgo de la corrupción se necesitan «la austeridad, la pobreza, el trabajo noble», y les pide que «sean apóstoles de un mensaje y no empresarios de organizaciones internacionales».
La carta fue escrita hace dos semanas después de que Francisco se enterara a través de la prensa que el gobierno argentino había otorgado, a través del decreto 711, la suma de16.666.000 pesos destinados a los gastos de personal, equipamiento e infraestructura de la sede central de Scholas en Buenos Aires.
Según indica el Vatican Insider, al Papa no le gustó el monto, ni tampoco que se presentase públicamente como un «gesto de distensión» entre la Casa Rosada y el Vaticano.
En otro tramo del duro mensaje papal que revela hoy el sitio web del diario italiano La Stampa, Francisco agrega: «Yo prefiero un picado en un patio de barrio con una pelota común pero con alegría, antes que un gran campeonato en un estadio famoso pero salpicado de corrupción».
De esta manera, se refirió al partido interreligioso de la paz que Scholas organizó en el 2014 en el Estadio Olímpico de Roma, con la presencia de figuras del fútbol como Diego Maradona, Carlos Valderrama y Javier Mascherano, entre otros, y que Scholas acaba de asegurar que se mantiene.
Scholas Ocurrentes se defiende
Tras la advertencia del Papa, Scholas Occurrentes defendió el trabajo que viene desarrollando en 190 países, informó que se somete a «controles y auditorías internacionales» y aclaró que «no recibe subsidio ni aporte alguno del Vaticano ni de la Iglesia Argentina» y que «no gasta dinero en propagandas ni en espacios publicitarios».
«La fundación no recibe subsidio ni aporte alguno del Vaticano ni de la Iglesia Argentina. Scholas, además de los controles como cualquier otra institución de la iglesia católica, se somete voluntariamente a auditorías internacionales a través de las Big Four. El último informe de auditoría lo realizó KPMG y se presentó al Santo Padre el pasado 28 de mayo en la ciudad del Vaticano», precisó el texto.
Asimismo, la fundación agradeció «la solidaridad y la ayuda espontánea de personas y organizaciones que se están acercando y las que acompañan día a día el trabajo en Argentina y en los 190 países donde trabaja Scholas para integrar a los niños y jóvenes y hacer realidad la cultura del encuentro por la paz».
Los directivos de Scholas agradecieron además al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) «por la gestión de una donación de 7.000.000 de pesos» y de la Corporación Andina de Fomento (CAF) por 3.500.000 pesos, así como «a los más de un millón ochocientos mil donantes individuales que aportaron hasta este momento un total de 640.700 pesos».
En el comunicado, la Fundación explicó también que «no gasta dinero en propagandas ni en espacios publicitarios y su mejor expresión son los miles de alumnos de todas las religiones y culturas que participan de estas experiencias y sus comunidades».
«En Scholas creemos que la mejor educación ha sido, es y será, el propio ejemplo. Los alumnos aprenden en nuestros programas a plantear los verdaderos problemas que ellos tienen», dijo Del Corral, quien explicó que la organización «enseña a los jóvenes a buscar soluciones a los conflictos y a trabajar unidos e integrados recuperando de este modo la esperanza y el compromiso ciudadano».