(Vida Nueva) Tras un muestreo previo, la empresa demoscópica ha confirmado la tendencia habitual del CIS que sitúa el número de católicos de nuestro país en torno al 70 por ciento de la población española. Así, nueve de cada diez electores del PP (91,2%) se considera católicos ocho en el caso del PSOE (80,1) y en torno a siete en el caso de Ciudadanos (74,6). Esta cifra se reduce a menos de cinco de cada diez (45,8%) en el caso de quienes apoyan a la formación de Pablo Iglesias. De esta manera se rompería el estereotipo que lleva a identificar al católico español con un único partido o con un voto cautivo.
Al igual que ocurre con el resto de la ciudadanía, la encuesta ratifica la fragmentación del voto impidiendo la mayoría absoluta de cualquier formación, pero con algunos matices a la hora de los pactos. Si solo se contara con el voto creyente, una hipotética suma de los escaños entre PP y Ciudadanos permitiría formar la única coalición posible para lograr un gobierno estable. La coalición Unidos Podemos perdería diez puntos respecto al barómetro del CIS y el PSOE y Ciudadanos mantendrían el respaldo popular.
Vida Nueva también ha querido recoger cuáles son las cuestiones que preocupan a los votantes cristianos para acercarse a las urnas. En este sentido, hasta un 70,5% de los creyentes españoles considera determinantes las medidas relacionadas con el crecimiento económico para decidir a quién votarán, seguidas de las políticas sociales (50,3%). Por detrás quedarían asuntos que, a priori podrían condicionar desde los principios morales como la defensa de la familia y la vida (49,8%).
Así, preguntados por si su fe personal, sus creencias personales y sus principios morales condicionan su voto, más de la mitad (54,4%) no lo consideran así, frente al 38,8% a quienes sí les influye. En el caso de los votantes católicos del PSOE y de Unidos Podemos se dispara a un 75% y 80,5% respectivamente. Todavía es menor el número de católicos que se sienten interpelados por las orientaciones públicas del Papa y los obispos con respecto a la política cuando se les pregunta por esta cuestión. Sólo un 28% cree que estos pronunciamientos influirán a la hora de decidir el color de su papeleta el 26-J.