(El Español) La televisión y la prensa local cubrieron el evento: los dos amigos, cogidos de la mano, bajaron las escaleras mientras sus compañeros lanzaban pompas en lugar de arroz.
Una boda infantil, por supuesto completamente ficticia, no tiene nada de excepcional en la Freinetschool De Boomgaard. El centro sigue una pedagogía que incentiva la enseñanza colaborativa y experiencial. Los niños son animados a tomar su propias decisiones en libertad. Al tratar el módulo de la familia no es excepcional que un niño y una niña terminen simulando como proyecto su matrimonio. Pero por primera vez, dos niños dieron el paso adelante: Tito y Otto son mejores amigos y vieron natural dar el paso de casarse.
«Esto no tiene nada que ver con la homosexualidad», asegura su profesora, Lies Van Maldergem. Pero la sociedad belga, que legalizó el matrimonio gay en 2003, no lo ha visto así. El foco mediático ha destacado el ejemplo de integración que supone que, trece años después, estas uniones sean asumidas con naturalidad incluso por los más pequeños.
«Estaban muy emocionados. No han hablado de otra cosa durante semanas» - declaró la madre de Otto a Het Nieuwsblad. «Se trata de una experiencia divertida, de algo que recordarán cuando sean mayores y decidan casarse, ya sea con un hombre o una mujer».
La pedagogía Freinet tiene una fuerte implantación en Gante con más de 25 centros escolares. Bautizada en honor del francés Célestin Freinet, establece clases cooperativas en la que los alumnos colaboran con sus profesores para establecer su plan de estudios, se organizan y toman decisiones en grupo.
Aplican el concepto de «trabajo libre», en el que el niño se marca objetivos que va desarrollando bajo supervisión en lugar de seguir un manual. Se fomenta la experimentación para reforzar los lazos sociales, de ahí los matrimonios simulados.
«Los niños deben plantear sus propias hipótesis, hacer sus propios descubrimientos, y llegado el caso constatar y admitir sus fracasos, pero también alcanzar hermosos logros de los que sentirse auténticamente responsables» - escribía Freinet en 1943. «Es inútil enseñar de memoria algo que se ha aprendido mediante la experimentación: uno lo recuerda sin esfuerzo».