(AIN) Las comunidades más afectadas por la violencia de la secta islamista Boko Haram son las de los estados del norte de Adamawa, Borno, Kano y Yobe. Las comunidades cristianas obligadas a huir se han reubicado en los estados con mayoría cristiana del llamado «cinturón medio» (Middle Belt): Plateau, Nassarawa, Benue, Taraba y la parte sur de Kaduna.
Pero en los últimos meses, estas áreas se han visto afectadas por la violencia de los pastores Fulani. «La comunidad cristiana en los estados de mayoría cristiana del Middle Belt son las más afectadas por los ataques y las invasiones de los pastores Fulani musulmanes. Se trata de una flagrante invasión extranjera de las tierras ancestrales de los cristianos y de otras comunidades minoritarias» ha afirmado Mons. Bagobiri en su informe recibido en la Agencia Fides. «En esas zonas, los pastores Fulani aterrorizan sin cesar a las comunidades, borrando algunas de ellas del mapa, y en lugares como Agatu en el Estado de Benue y Gwantu y Manchok y en el de Kaduna, estos ataques han adquirido un carácter de genocidio, con 150-300 personas asesinadas en una noche» ha subrayado.
Mons. Bagobiri ha lanzado un llamamiento a la comunidad internacional para que presione a las autoridades de Nigeria para que garanticen la libertad de culto a los cristianos y otras minorías en el norte de Nigeria, yhagan frente a la emergencia humanitaria de la población desplazada.