(Agencias) La Santa Sede publicó este jueves el Informe Anual sobre sus cuentas durante el ejercicio 2015 y en el documento se lee que el sistema de vigilancia registró en los últimos tres años hasta 893 avisos de actividades sospechosas.
En 2013 fueron 202, en 2014 alcanzaron las 147 y en el año 2015 se registró una importante alza en estas notificaciones, que casi se cuadruplican al llegar a las 544.
No obstante, el director de la AIF, Tommaso di Ruzza, sostuvo en un comunicado que «el incremento de los avisos de actividades sospechosas no ha sido determinado por un mayor número de potenciales actividades ilícitas» sino por otros factores.
Entre ellos destacó la conclusión del procedimiento de cierre de las cuentas que no cumplen la legislación vaticana, las políticas adoptadas por los entes de vigilancia o la monitorización de los usuarios en el ámbito de programas de colaboración voluntaria en materia fiscal emprendidos por Estados extranjeros.
También, se debe «en general», al reforzamiento de los sistemas de notificación y a la creciente conciencia de las obligaciones de señalización por parte de los entes vigilados.
Entre los avisos recibidos, el promotor de justicia (fiscal vaticano) abrió en 2015 un total de 17 investigaciones.
Colaboración con otros organismos
Por otro lado, en el informe se señala el incremento de la colaboración fiscal entre el Estado de la Ciudad del Vaticano y organismos y autoridades competentes extranjeras.
En concreto se subraya que los casos de cooperación bilateral entre la AIF y los entes internacionales ha crecido desde los cuatro en 2012 hasta 81 en 2013, 113 en 2014 y un total de 380 en 2015.
Asimismo el número de declaraciones transfronterizas de dinero en salida «se ha reducido constantemente» desde el 2012, cuando fueron 1.782, pasando por las 1.557 de 2013, las 1.111 en 2014 y las 1.196 del año pasado.
También los movimientos transfronterizos de dinero hacia las cuentas vaticanas ha caído, desde las 589 de 2012, hasta los 550 en 2013, las 429 en 2014 y las 367 en 2015.
La Santa Sede subrayó que esto se debe a «un creciente control por parte de las autoridades competentes y a la introducción de procedimientos reforzados para los entes vigilados».
En resumidas cuentas, el 2015 estuvo caracterizado por «una efectiva actuación y aplicación del cuadro reglamentario de la Santa Sede» y se «intensificó la cooperación internacional de la autoridad vaticana competente con sus propios socios internacionales para combatir las actividades financieras ilícitas».
«La cooperación internacional continúa siendo un compromiso clave de la AIF. Han sido suscritos varios protocolos de acuerdo con las Autoridades de otras jurisdicciones y el intercambio de información a nivel bilateral ha aumentado significativamente», declaró en el comunicado el presidente de la AIF, René Brülhart.
La Autoridad de Información Financiera del Vaticano es el organismo que se encarga de vigilar los movimientos financieros de la Santa Sede para prevenir casos de lavado de capitales o de financiación del terrorismo.
Fue instituida por el papa Benedicto XVI en diciembre de 2010 y su estatuto fue aprobado por el papa Francisco en noviembre de 2013 en pro de establecer «normas en materia de transparencia, vigilancia e información financiera».
El año pasado la AIF estableció acuerdos de intercambio de información con países como Albania, Cuba, Hungría, Luxemburgo, Noruega o Paraguay.