(LSN/InfoCatólica) El obispo exhortó a los miembros de la Sociedad para la Protección del No Nacido a perseverar en sus esfuerzos por repeler y derogar leyes que permiten la destrucción de la vida humana, advirtiendo además que en esta lucha, se ha de requerir, necesariamente, de mucha paciencia.
El prelado dijo el sábado pasado, ante a un grupo de 160 delegados de la Iglesia Evangélica Nueva Vida en Congleton, que las personas debe ser persuadidas «una por una» de una visión convincente de la causa pro-vida:
«Ahora se requiere algo más que simplemente pretender revertir la legislación. Estamos enfrascados en una lucha en la que tenemos que cambiar la mentalidad de nuestra sociedad, algo a lo que los cristianos llamaríamos conversión».
El obispo Davies dijo que William Wilberforce, líder abolicionista de fines del siglo XVIII y principios del XIX, lleva tiempo siendo «citado en los círculos pro-vida como un ejemplo de perseverancia por una causa moral».
Mons. Davies explicó que fue el papa San Juan Pablo II quien le ayudó a reconocer «que la lucha por la causa pro-vida, cuya victoria, había asumido en un principio, no sería una tarea fácil».
Y añadió::
«En esta lucha, ahora de dimensión global, debemos estar dispuestos a perseverar más que William Wilberforce, quien en vida, pudo ver los primeros frutos de su esfuerzo. Como parte de la generación que ha fundado este movimiento, tenemos que estar preparados, para ganar pequeñas victorias, aunque sea solo una persona cada vez, de lograr un progreso constante y continuo en medio de muchos contratiempos.»
Continuó:
«No tengamos la menor duda de que durante los próximos años, presentaremos batalla debido a la inmensidad e importancia de lo que está en juego. Quiero animarles a dar el paso mientras podemos».
El obispo Davies describió la ley abortista británica de 1967 como una «ley malévola y equivocada» que, entre otras cosas, debilitó gravemente el consenso nacional de que la vida humana es sagrada, una convicción que tiene sus orígenes en la herencia cristiana de Gran Bretaña.
El prelado dijo a su audiencia que «podemos temer con toda razón el vacío al que las ideologías destructivas nos llevarán inevitablemente», cuando el valor de la vida humana seaoscurecido cada vez más por la normalización del aborto y otros ataques contra la santidad de la vida.
«Nuestro primer ministro en los días de la gran guerra, Winston Churchill, no era un hombre religioso, pero a menudo suelo recordarle a la gente, que este hombre, llegó a una conclusión sorprendente en esa hora oscura de la historia de nuestra nación, cuando las fichas estaban todas sobre la mesa...», argumentó el obispo Davies. Y añadió:
«En 1940 declaró que luchábamos no solamente por la supervivencia de la nación, sino también, por la supervivencia de la propia civilización cristiana».
«Todo el mundo fue llamado a "hacer su parte" ». No me cabe la menor duda que el movimiento Pro-vida es una causa igualmente heroíca y noble, que combate no sólo por la civilización cristiana, sino también, por el reconocimiento de la dignidad y el valor de cada persona humana».
Conferencia organizada por una ONG evangélica
En la conferencia llamada «Cambiando Mentes – Salvando Vidas» también hubo oportunidad de escuchar los discursos de Rhoslyn Thomas (la oficial de juventud y educación de la organización), y a Christine Fidler, directora ejecutiva de Imagen, una institución evangélica caritativa de asesoramiento durante el embarazo.
Fiona Bruce, conservadora y miembro del parlamento para Congleton y además co-presidente del All Party Parliamentary Pro-Life Group, proporcionó información sobre las nuevas tecnologías consideradas como una amenaza para la vida humana. Tal es el caso de una nueva técnica de diagnostico prenatal, concebida para la detección temprana de fetos con síndrome de Down, la que se espera, incremente el número de abortos de estos casos. También habló de los llamados «bebés genéticamente modificados» (tecnología de manipulación mitocondrial).
Igualmente estuvo presente la actitividad de los pro abortistas, que andan promoviendo reformas a la ley británica que permitan el aborto «a la carta» (On Demand) hasta antes del nacimiento y que impidan a grupos y a activistas Pro Vida, protestar y rezar en zonas aledañas a clínicas o centros de aborto.
Bruce incluso alentó a los presentes a escribir a sus parlamentarios a fin de oponerse a la implementación de tales medidas basándose en que el público británico se opone de manera abrumadora, a la liberalización adicional de las leyes pro aborto.
«Proponer el aborto hasta antes del nacimiento y por cualquier razón, está en compley absolutamente fuera de sintonía con la sociedad y con el Parlamento», dijo la señora Bruce.
Traducido por Sergio Zegarra Beuzeville del equipo de traductores de InfoCatólica