(Fides/AIN) El Ejercito de Resistencia del Señor (LRA) es un grupo de guerrilla de origen ugandés que actúa en la zona desde hace años pero que en las últimas semanas ha intensificado los ataques contra los civiles.
«Desde hace más de un mes nos atacan por todos lados. El LRA ha atacado más de seis pueblos de la zona. Aquí en Bangassou hemos recibido a muchas personas desplazadas que han huido de la zona de Niakari (15 km de Bangassou, ed.), donde la diócesis tiene un lugar de peregrinación. En Niakari, la semana pasada, el LRA secuestró y golpeó a los residentes».
«Hace tres días fui a Bakouma, donde el 21 de enero, la misión local había sido saqueada, y me traje a las dos religiosas y el seminarista que trabajaban allí. El grupo del LRA que saqueó la misión de Bakouma es muy probable que contase con la complicidad de un grupo Seleka, la antigua rebelión Centro-africana. Durante más de dos horas, las religiosas y el seminarista estuvieron a merced de unos quince hombres armados» refiere Mons. Aguirre.
«Lo que más me duele es que no se habla de lo que ocurre en Bangassou, sino que se dan noticias como la detención de uno de los líderes del LRA, Okot Odek, que fue apresado lejos de Bangassou, en el norte de país», dice el obispo. «Odek es un chico que había sido secuestrado por el LRA y luego se convirtió en un líder criminal de este grupo. Pero permanecen libres otros líderes del LRA que continúan atormentando a la población» concluye Mons. Aguirre.
Según las noticias de la prensa, Okot Odek fue capturado por el Front Populaire pour la Renaissance de Centrafrique (FPRC), una fracción separatista de Seleka, que lo ha entregado a las fuerzas americanas enviadas a Centro-áfrica para dar la caza al LRA.