(Agencias) «Alemania no puede acoger a todos los necesitados del mundo», agregó el cardenal Marx, y pidió que en este caso no se tome en cuenta sólo «la caridad, sino también la razón».
Alemania anunció a fin de mes nuevas restricciones al derecho de asilo para reducir la llegada de refugiados en la primavera. El objetivo de estas medidas es preparar el terreno a una reducción «tangible» del flujo migratorio, tras la llegada al país de más de un millón de migrantes en 2015.
Este progresivo endurecimiento se produce mientras Alemania aparece en Europa como el único destino para centenares de miles de migrantes. Suecia y Finlandia han anunciado su decisión de querer expulsar a decenas de miles de migrantes llegados en 2015; Holanda espera reenviarlos a Grecia, mientras que Macedonia, Croacia y Serbia sólo quieren dejar pasar a quienes tengan como destino Austria o Alemania.
En Dinamarca, un texto aprobado por mayoría en el parlamento prevé confiscar los efectos de valor de los migrantes, disminuir sus derechos sociales y limitar la reagrupación familiar.
Unos 30 mil refugiados sirios, iraquíes y afganos siguieron tomando la ruta de los Balcanes en enero, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
Por su parte, los ministros del Interior francés y alemán estimaron el viernes en Grecia que urge frenar la llegada de migrantes desde Turquía hacia la Unión Europea