(Jornada) El reciente asesinado del fundador de una organización criminal de la región podría reactivar los incidentes violentos entre bandas, pero no parece que tal hecho afecte a la visita del Santo Padre. «En cualquier lugar del mundo estamos expuestos a un incidente, somos mortales, pero el papa se siente seguro en manos de Dios. Si no hubiera confianza, él no vendría a Michoacán», dijo el cardenel en una rueda de prensa, en la que además añadió que el pontífice «no requiere de un vehículo blindado ni de seguridad extraordinaria».
La semana pasada cuatro personas fueron asesinadas en Michoacán, entre ellos Carlos Rosales Mendoza, «El Tísico», fundador de la organización criminal autodenominada «La Familia Michoacana». Para las autoridades de ese estado, su muerte podría reactivar los choques entre bandas criminales que se disputan el territorio para el control del mercado de la droga en la zona.
Sin embargo, a 43 días de que el papa visite Morelia, el cardenal Suárez Inda comentó que el pontífice argentino busca «estar cerca de la gente» y que no requiere de «mayor seguridad». Agregó que, en todo caso, es en el manejo de las multitudes en que se debe procurar orden para garantizar la protección de la población, principalmente ancianos, mujeres y niños que buscarán acercarse al pontífice.
«En África a lo que el Papa le tuvo mucho miedo era a los mosquitos; esperemos que aquí no tenga mayor problema por ese lado, y el tema de la seguridad al Papa no le causa mayor angustia», dijo.
El Papa Francisco realizará una gira por seis ciudades mexicanas a partir del 12 de febrero, en lo que será su primera visita al país. El 16 de ese mismo mes acudirá a Morelia, donde las autoridades prevén al arribo de cerca de dos millones de personas.