(EP) «Miro especialmente al año 2016 que vamos a comenzar, son necesarias opciones más decididas por el diálogo, la concertación social, por la búsqueda del bien común, que va desde la defensa de la vida y la familia hasta el reto de una economía inclusiva y de comunión, por encima de intereses partidistas», apunta Gil Tamayo a Europa Press, con motivo de la entrada del nuevo año.
Además, considera que en estos momentos «de tanta complejidad política»es necesaria «una mayor altura y amplitud de miras» por parte, tanto de la sociedad civil como de los políticos. «Se trata de buscar la unidad, el terreno común, la cohesión. Buscar más lo que nos une que lo que nos separa, por el bien de nuestro pueblo», subraya.
En el marco eclesial, el portavoz de los obispos recuerda que en el nuevo año que comienza la Iglesia universal celebrará el Jubileo de la Misericordia, por lo que quieren hacer de «la caridad y el compromiso social con los más desvalidos» su «mejor distintivo y motivo de credibilidad para la sociedad».
Concretamente en España y siguiendo las directrices del Papa Francisco y la hoja de ruta del Plan Pastoral Iglesia en misión, la Conferencia Episcopal se propone «intensificar la evangelización a todos los niveles, confiados en la fuerza transformadora de la fe» porque piensa que «la evangelización es el mejor y más benéfico servicio que los católicos pueden prestar».
Con respecto al año 2015 que termina, en las cuestiones eclesiales, Gil Tamayo agradece «el gran impulso misionero y de renovación eclesial desplegada por el Papa Francisco que a todos interpela y anima» y recuerda agradecido la celebración del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús.
Esta celebración, según señala, ha supuesto, por una parte, «poner más de actualidad para la nuevas generaciones el ejemplo admirable de una santa y mujer excepcional» y, por otra, «manifestar la vigencia de su enseñanza sobre la mística y los valores del espíritu –la primacía de Dios– tan necesarios hoy».
También ha destacado en 2015 el documento de la Conferencia Episcopal Española titulado «Iglesia, servidora de los pobres», que analiza la realidad social y económica del país, a la par que hace propuestas. «A pesar de la recuperación económica iniciada –advierte Gil Tamayo–, son palpables todavía, en la población más desfavorecida, las duras consecuencias de la crisis, en especial el desempleo».