(La Razón) Artículo completo de Kiko Argüello en La Razón:
Acabamos de regresar de visitar tres naciones de África: Costa de Marfil, Sudáfrica y Ruanda, donde hemos celebrado unos encuentros. Allí, después de 40 años, hemos visto algo que parecía imposible: que la familia africana en zonas polígamas se ha reconstruido.
En el Camino estamos intentando evangelizar en Europa a través de la misión «ad gentes», esto es, familias que forman una comunidad sin empezar por un templo, sino por una comunidad cristiana de amor en las familias con muchos hijos. Hacemos catequesis con los alejados, con la gente que está completamente secularizada, y quedan sorprendidos de la relación que se da entre estas familias. A estas personas no le interesa mucho la religión, pero sí el amor. La gente está muy sola. La situación de Europa hoy es trágica en cuanto que está apostatando de la fe cristiana y se está destruyendo la familia judeo-cristiana y si se destruye la familia se destruye la sociedad.
La familia cristiana crea una nueva sociedad. Hoy, en los países en los que la secularización ha destruido la fe, la sociedad se ha transformado y ha aparecido un fenómeno: la gente vive sola. Por ejemplo, en Escandinavia los gobiernos están muy preocupados porque el 78 % de la gente vive de esta manera. Después de haber tenido muchas relaciones, de haberse casado, se divorcian y deciden no relacionarse más. Se cumple lo que decía el filósofo Sartre «el otro es el infierno». Sin Dios el otro es un infierno y al final la gente vive sola, con la botella de Whisky, con un perro, con algún animal… pero el hecho de que haya tanta gente en esta situación hace que la economía se derrumbe porque sólo consumen ciertos alimentos y tienen ciertos hábitos. La economía se resiente.