(Tribuna de Cuenca) Según explicó el obispo, esta capilla nace fruto de su deseo personal de dotar a la capital conquense de una capilla de estas características coincidiendo con el Año Jubilar de la Misericordia.
Con tal fin, un grupo de fieles comenzó el pasado mes de septiembre una gran campaña para dar a conocer la adoración perpetua eucarística, y conseguir un número de adoradores que hiciese posible cubrir turnos de veinticuatro horas de rezo y adoración.
En este tiempo, más de doscientas personas se han apuntado como adoradores, lo que hace posible iniciar la adoración perpetua. No obstante, durante el acto se informó de que quien lo desee puede sumarse registrándose previamente en la parroquia.
Mons. José María Yanguas afirmó que, desde ayer, los conquenses tienen un lugar en el que reencontrarse con Dios o encontrarse con él por primera vez; y subrayó que en la capilla de la cripta de San Esteban «acontecerán muchos milagros».