(Zenit) A los frailes polacos, Michal Tomaszek y Zbigniew Strzakowski, después de ejecutarlos les pusieron un cartel al cuello con la leyenda: «Así mueren los llames (servidores) del capitalismo», pero el motivo era por la caridad que realizaban, pues según los criminales, con los alimentos que distribuían a los campesinos, evitaban que entraran en la lucha armada y confundían a la gente, porque la religión es el opio de los pueblos.
Fray Paleri, comparte en esta entrevista–realizada en Roma poco tiempo atrás–diversos particulares impresionantes del martirio de estos tres sacerdotes, que dieron su vida en los Andes por seguir a Cristo, y que serán beatificados en la ciudad peruana de Chimbote este sábado 5 de diciembre.
¿Cómo era el contexto en que se encontraban los religiosos?
Ambos frailes fueron asesinados en la noche del 9 de agosto y don Sandro, el sacerdote diocesano italiano, por la tarde del 25 de agosto. Trabajaban a pocos kilómetros de distancia. En ese momento Chimbote estaba en la mira del grupo marxista-maoísta Sendero Luminoso porque estaba en su objetivo dominarla como ya sucedía en otras regiones. Sendero había dicho que si el obispo Bambarén no renunciaba, habrían asesinado un misionero cada semana. Tenemos incluso la carta de Bambarén poniendo su renuncia a disposición del Papa. No tenemos la respuesta oficial del papa Juan Pablo II a Mons. Bambarén, sabemos sí que el obispo la semana después había viajado a Lima. En una carta decía, estaré en Lima con la Conferencia Episcopal.
¿Habían sufrido otros ataques?
Nueve meses antes, en un viaje en la zona en camioneta el obispo había encontrado un bloque en la carretera. Don Sandro quiso bajarse para quitar las piedras y Bambarén le indicó hacer marcha atrás y volver rápidamente. También se habían registrado dos bombas contra el palacio episcopal en Chimbote.
¿Y la policía, el ejército?
La guerrilla había dominado en la zona de Pariacoto, en la pre-cordillera, allí no había ni policía ni ejército. El alcalde que fue asesinado junto a los dos frailes había sido elegido por un movimiento popular. El tercer fraile que no estaba allí había sido puesto cuando fue la elección del alcalde para contar las manos levantadas.
¿Atacaron a los sacerdotes por algún hecho especial o porque eran religiosos y basta?
Una cosa que repetía Sendero es que no quería las ayudas alimentarias. En cada parroquia estaban las personas encargadas y se hacían llegar los alimentos a los pueblos lejanos: Pariacoto está en la precordillera pero la parroquia llega hasta zonas a 4 mil metros de altura, hablamos de los Andes. Ellos decían: «son ayudas de los imperialistas... Mientras los religiosos, párrocos y la Iglesia distribuye ayuda material la gente está tranquila y no viene envuelta en la acción violenta, no se rebela». Estas acusaciones fueron dirigidas a los dos hermanos. Los guerrilleros llegaron en el interior de la Iglesia, después de la celebración eucarística. Más aún, alguien les había avisado a los hermanos que habían visto a los senderistas en el pueblo.
¿Realizaron alguna especie de juicio popular?
En este caso de los frailes el juicio fue en la iglesia, no estaba presente toda la gente del pueblo. «Ustedes confunden a la gente, la religión es el opio de los pueblos» dijeron. También pidieron la llave de la camioneta porque decían ‘ha sido dada por el imperialismo’, aunque ellos indicaron que fue enviada por los frailes, por el ministro general desde Roma. Antes no tenían vehículo y viajaban a caballo o en medios públicos.
¿Concluidas las acusaciones, qué sucedió?
A continuación fueron llevados delante del municipio, junto al alcalde que había sido elegido gracias a la influencia de Sendero, pero que ahora lo acusaban de no ser dócil a sus exigencias. Este alcalde dijo: «Ustedes son diversos de lo que pensábamos». Los cargaron en la camioneta y en el vehículo logró entrar una monjita peruana, que después fue empujada fuera de la camioneta. Se detuvieron después del puente y lo hicieron saltar.
¿Los dos frailes polacos, se dieron cuenta que les iban a matar?
Los hermanos lo entendieron porque una semana antes, a otro sacerdote español, Miguel Company le habían disparado a la cabeza pero no murió. Padre Miguel en el auto dice algo tipo, por qué nos quieren matar, y el otro responde: Miguel estemos calmos, y comenzaron a rezar el Ave María. A este punto fue cuando empujaron afuera a la monjita. Un kilómetro después los ejecutaron. A uno con un disparo en la cabeza, al otro con dos tiros, uno de los cuales en la cabeza. Y les pusieron un cartel en un pedazo de cartón que decía: ‘Así mueren los llamas (servidores) del capitalismo’. El camino llevaba hacia el Pueblo Viejo, situado un poco más arriba, en donde escuchan los disparos. La carretera que después llevaba a Huaráz. En la iglesia estaban también otros tres jóvenes peruanos postulantes a frailes. Y un cuarto que se teme haya sido un infiltrado.
¿Quiénes eran los sacerdotes polacos?
Los polacos eran frailes ordenados hacía poco sacerdotes, era el momento de Solidarnosc. Los dos habían salido antes de la caída del muro de Berlín.
¿Por qué los sacerdotes polacos son beatificados junto al sacerdote italiano?
El obispo Bambarén pidió a nuestro ministro general si podía unir en esta causa al sacerdote diocesano, claramente con autorización del obispo de Bérgamo. Y fue autorizado.