Eva y Pepe obtuvieron la nulidad y se casaron hace tres meses

El Papa nos dijo: «Sé bien lo que habéis sufrido»

Eva y Pepe se casaron por la Iglesia «porque quedaba bonito», y cada uno pasó por un fracaso matrimonial que acabó en divorcio. Con dos hijos cada uno, se casaron por lo civil y tras su conversión esperaron en abstinencia la nulidad. Compartieron lágrimas durante años, «pero mereció la pena. Dios es maravilloso»

(Alfa y Omega/Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo)

Eva, Pepe, ¿de dónde venís? ¿Cuál es vuestra historia?

Eva: somos de esos que nuestra primera comunión fue la última. Nos alejamos de la Iglesia, cada uno por su lado, y vivimos la vida que propone la sociedad hoy, el divertirse, el placer, muy mundanos. En determinado momento, nos casamos por la Iglesia, porque tocaba, porque quedaba bonito. Pero sin Dios las cosas no salen bien. No eran las personas que Dios tenía pensadas para nosotros.

Pepe: A mí me casó un cura divertido y original, en una iglesia bonita. Ni siquiera hice el cursillo prematrimonial.

E: Yo sí lo hice, pero me tomaba a chufla lo que escuchaba allí. Nos hablaban del perdón, de cosas que yo no lo compartía.

P: Yo tuve dos hijos, pero me divorcié a los cuatro años de casarme.

E: Yo también tuve dos hijos, y aguanté nueve.

¿Y cómo acabasteis juntos después?

E: Nos conocimos en el trabajo. Casualmente, yo estaba presente el día en que Pepe hablaba con una amiga sobre unos regalos que estaban pidiendo para una ONG. Me impliqué yo también y acabamos viajando juntos al Amazonas para repartir un contenedor entero lleno de juguetes, libros, gafas y un montón de cosas.

P: Acabamos creando nosotros una ONG con muchos proyectos. Nuestra amistad de trabajo nos llevó a algo más y así surgió nuestra relación. Al final nos casamos civilmente. «Buscareis la manera de casaros por la Iglesia», nos decían, pero eso no se nos pasaba por la cabeza para nada.

E: Teníamos pensado irnos de luna de miel a Tailandia, pero de pronto no sé qué pasó que la tarde antes de pagarlo le dije: «Vámonos a Tierra Santa». Ni yo misma sabía por qué había propuesto eso, pero esa misma noche contratamos el viaje.

P: Nosotros estábamos alejados de la Iglesia, no sabíamos nada. Pensábamos que íbamos a un viaje de turismo, pero resulta que nos metimos en una peregrinación que llevaban los franciscanos. Todos a nuestro alrededor querían ir a Misa todos los días, y nosotros pensábamos: «Madre mía, ¿dónde nos hemos metido?» Para aparentar, no contamos nuestra situación ni que teníamos dos hijos cada uno.

E: Eso sí, fuimos a todas las misas, renovamos nuestro Bautismo en el Jordán, las promesas matrimoniales en Caná… ¡El pack completo!

P: Ahí el corazón nos empezó a cambiar. El día que fuimos al Muro de las Lamentaciones, había que escribir una nota para meter entre las piedras. ¿Qué pedimos? Y al final escribimos: que nuestros hijos tengan la fe que nosotros no hemos tenido, que nos podamos casar por la Iglesia algún día… Eran cosas inimaginables hacía unos pocos días.

E: Volvimos del viaje completamente distintos.

P: Yo no sabía ni el Padrenuestro, pero en el viaje nos dieron un libro de oraciones, que usábamos en familia al llegar a España. Las niñas nos decían: ¿Pero qué os ha pasado a vosotros? Teníamos mucha necesidad de buscar. Nos cambió mucho la vida. Queríamos empaparnos de todo, hicimos cursos de oración, fuimos a los Encuentros matrimoniales, tocábamos en el coro de la parroquia, hicimos el master de Juan Pablo II, fuimos a Medjugorje… Queríamos recuperar esos 30 años que teníamos perdidos.

E: mucha gente nos dice que como es posible que en tan solo una semana, los dos a la vez, viviéramos esa conversión. Nosotros tenemos una teoría: al año siguiente de casarnos fuimos de nuevo a la Amazonia y nos encontramos a una monja a la que habíamos ayudado, y muy emocionada nos contó que había rezado mil rosarios por nosotros.

Vosotros seguíais casados por la Iglesia y divorciados civilmente…

P: Lo de la nulidad pensábamos que era muy caro y solo para los famosos. Pero un día fuimos a una charla de un sacerdote sobre este tema, y nos animó mucho porque no lo pintó muy difícil si había motivos para pedirla. Empezamos el proceso; el de Eva fue de dos años, pero el mío acabó durando seis años y medio. Cuando lo iniciamos, renunciamos a comulgar hasta arreglar nuestra situación.

E: No se nos pasaba renunciar a la abstinencia de relaciones. Teníamos nuestros hijos, y no entendíamos que la Iglesia nos propusiera vivir así. Nos parecía muy retrógrado que se nos pudiera eso.

P: Fue un calvario, porque mi nulidad tardó en resolverse seis años y medio. Hemos comprobado que no hay mucha gente bien preparada en el tema de las nulidades. Se tomaban mucho tiempo innecesario, y no seguían a fondo cada caso.

E: Yo me sentía muy triste. Veía que necesitaba una confesión. Me llegué a sentir discriminada, deseaba tanto comulgar y yo me quedaba sentada en el banco llorando. Tenía mucho dolor, porque el proceso se alargaba mucho. Por un lado, Yo negaba a vivir en abstinencia, pero por otro necesitaba confesarme y comulgar. Me aplastaba el pecado. Pero Pepe decía que por ahí no pasaba. Yo le decía al Señor: Yo te lo ofrezco, y a Pepe te lo dejo en tus manos. Y el Señor nos dio respuesta a lo que parecía imposible: en Semana Santa fuimos a un monasterio a vivir la Pascua, pero la monja que nos aljó conocía nuestra situación y nos dijo que no podíamos dormir juntos.

P: A mí me sacó a una caseta metálica en el jardín. Tenía un enfado… «Nos vamos, yo aquí no me quedo. Como se está pasando la Iglesia con nosotros, además de lo de la nulidad», pensaba todo el rato.

E: Pero uno de esos días pudimos hablar con el sacerdote que presidía las celebraciones. Estuvimos tres horas y Pepe ya era otra persona.

P: Nos dio mucho, nos contó su vida, cómo se convirtió.

E: Yo dije: Ahora o nunca, se lo voy a decir. Y le expliqué a Pepe todo mi dolor y sufrimiento, y dijo: «Si tú lo estás pasando así…» Juntos hemos aprendido que el matrimonio es una donación, y es anteponer el bien del otro a nosotros mismos. Yo me di cuenta de que no le ayudaba ni le santificaba haciéndole pecar y teniendo relaciones con él.

P: Porque yo creía que me iba a morir, que me iba a doler todo.

¿Y qué pasó después?

E: Hicimos una confesión general, que fue la primera desde la primera comunión, y comulgamos. Fue algo precioso. Vimos el efecto de los sacramentos. A partir de ahí empezamos a vivir en la misma casa pero como hermanos, sin relaciones. Mereció la pena.

P: Y también a partir de entonces la nulidad empezó a desatascarse. Es que no podíamos estar pidiéndole al Señor la nulidad y darle patadas por otro lado.

E: Yo pensaba: «El Señor no nos da la nulidad por algo». Pedíamos una familia cristiana, la fe para nuestros hijos, pero luego por detrás estábamos poniendo unos pilares de pecado. Pero poco a poco, sin forzar, el Señor nos fue llevando. Nos pusimos en sus manos y Dios no se dejó ganar en generosidad.

P: Empezamos a vivir con una una paz, y teníamos mucha más unión entre nosotros. Un simple abrazo o mirarnos a los ojos tenía mucha fuerza. Aprendí a quererla de otra manera más profunda, a respetarla. Nos sentíamos muy unidos. Estábamos viviendo algo que nos parecía imposible.

E: Y pensar que con 40 y pico años, con mi vida anterior, iba a tener a alguien a mi lado que me demostrase ese amor, abstenerse por mí… Y de cara al Señor también vimos que nos había preparado poco a poco, no nos ha dejado hacerlo de cualquier modo. Ha sido un año y medio de abstinencia muy bonito.

Y al fin pudisteis comulgar…

E: Por fin llegó ese momento, tan amados que nos hemos sentido en ese camino. La tarde en que recibimos al señor invitamos a los más cercanos, a los que nos habían acompañado ese tiempo, la monja que nos dijo que durmiéramos separados… Acabamos todos llorando, de rodillas en el suelo tomando la comunión. Estábamos muy felices. Pero los días siguientes, los feligreses de la iglesia a la que íbamos habitualmente se le echaron encima al cura porque nos veían comulgar, y el cura no se puso de nuestro lado. «Cuando me traigáis los papeles hablamos», nos dijo. Nos sentíamos como si la Iglesia nos estuviera dando la patada, como si molestáramos. Acabamos yendo a Misa a una residencia de ancianos y allí comulgábamos, cantábamos las canciones para los ancianos, nos recibieron muy bien.

P: También conocimos sacerdotes que nos ofrecían la comunión sin problemas: «Dejaos de tonterías», nos decían. Pero nosotros les decíamos que queríamos pertenecer a esta Iglesia, no a una Iglesia a nuestra medida. Siempre hemos estado firmes, no nos queríamos apuntar a los mormones.

Finalmente, yo recibí mi sentencia de nulidad y el 31 de julio de este año nos casamos. Ya no era la primera boda, así que invitamos sólo a nuestro círculo. No fue un bodorrio como se suele hacer.

E: los preparativos fueron muy emocionantes. Por fin ha llegado el momento después de tantos años. Fue tan bonito ese camino que Dios nos había preparado… Del mal, Dios saca un bien. Da igual lo que hayas hecho antes, Dios es maravilloso, acoge y perdona siempre, y merece la pena el camino que te propone. Me puedo morir hoy mismo que no pasa nada.

La boda fue algo muy íntimo, lo que importa fue el sacramento en sí. El obispo de Alcalá nos abrió el palacio arzobispal para poder casarnos allí. Y sólo pedimos como regalo de Bodas un plato cocinado con amor para poder compartir entre todos.

Y creo que hasta pudisteis conocer al Papa Francisco.

E: Ese fue un regalo del Señor maravilloso. El sacerdote que nos casó nos regaló acceder a una audiencia de los miércoles con el Papa, junto un montón de parejas de recién casados. Y justo el día que viajamos a Roma, el Papa lanza los Motu proprios para agilizar las nulidades. Allí, entre 30.000 personas, no teníamos esperanza en verle, pero cuando acabó la audiencia llegó a nuestra altura y le dije: «Queremos aprovechar para darle las gracias por las noticias de las nulidades, nosotros hemos sufrido dos nulidades y al final nos hemos podido casar». Él bajó los ojos y la cabeza, se hizo un silencio de unos segundos, y nos dice: «Os confieso que he puesto este tema encarecidamente delante del Señor y he recibido de Él que tenía que dar esta noticia, porque sé que está causando mucho dolor y sufrimiento. ¿Cuánto tiempo habéis esperado?» Contestamos: «Seis años y medio». Y nos dijo: «Yo sé lo que habéis sufrido», y nos pidió tres veces: «Rezad mucho por mí».

P: Yo creo que se sintió aliviado y apoyado. Fue muy bonito.

¿Qué pediríais a la Iglesia ahora, después de lo que habéis pasado?

E: La reacción del padre del hijo pródigo cuando vuelve a casa es alegrarse y dar una fiesta. La gente de Iglesia tiene que secundar la acción de ese padre, no pueden ser el hijo mayor, que en realidad no conoce el amor del Padre.

P: Animarles, decirles que no es imposible, que muchos matrimonios son nulos, que se casan sólo porque queda bonito. Muchos que podrían volver a la Iglesia no tienen por qué estar apartados. Que se pongan en manos de Dios y de la Iglesia. Y animarlos a vivir en abstinencia mientras llega el momento, que la Iglesia no es retrograda, que lo que propone tiene un sentido, que te quita del pecado y te acerca a Dios.

¿Algo más?

E: Lo más importante: no tendríamos que hablar de todo esto si el sacramento del matrimonio se preparara bien. Un cursillo de tres días no sirve, cuando para ser sacerdote o para recibir la comunión y la confirmación te preparan durante años. Con amarse no es suficiente, hay que estar formados. Porque con una separación se sufre mucho, todo el mundo llora, los esposos, los padres, los hijos…, todo eso pasa factura.

P: La gente va al cursillo con la fecha de boda puesta. Pero no nos podemos casar a la ligera. Hace falta que la Iglesia se implique a tope ahí. Las familias están rompiéndose.

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29 comentarios

Mauro
¿También sabe el papa lo que habrán sufrido las otras partes, incluidos sobre todo los hijos? ¿O a éstos no los escuchó?
15/11/15 11:48 AM
Gabriela de Argentina
Todo muy bien, pero desde cuando el "casarse porque quedaba bonito" es causal de nulidad? JPII aclara expresamente que la falta de fe al contraer matrimonio, no lo invalida. Lo único que pide a la iglesia a los contrayentes (uno de los cuales podría ser incluso ateo) es que estén de acuerdo sobre las bases del matrimonio natural. Me hace ruido que la iglesia declare nulos a matrimonios de varios años, y con hijos.
Que parte no entendieron de "hasta que la muerte los separe" que pronunciaron en sus primeras (invalidas?) bodas?
No podemos dar una opinión certera sin conocer todos los detalles, obviamente, pero por lo que cuentan aquí tal parece que la iglesia, mas tarde o mas temprano, le da la nulidad al todo el que la pide.
Parece no muy difícil "encontrar la forma" de volver a casarse por la iglesia. Y ahora con los dos motu proprios de Francisco, mas fácil aun.
15/11/15 2:08 PM
Hugo
Intentar engañar a Dios con todo este ruido alrededor del matrimonio me parece buscarse la propia condenacion. Regalar las nulidades matrimoniales al tiempo que se permite celebrar tantisimos matrimonios en fraude me parece penoso. Porque que la iglesia reconozca tantisimas nulidades matrimoniales implica que la iglesia reconoce la celebracion de un ingente numero de matrimonios contraidos en fraude. Si hasta el Papa dijo que aproximadamente la mitad de los matrimonios canonicos son nulos, eso es reconocer la complicidad de la iglesia en tantísimo fraude. Engañarse a uno mismo, buscando justificarse ante Dios no es el camino. Y no hay justificacion en la conciencia individual, en lo subjetivo de cada uno, o en todas esas escusas de mal pagador. No vale hacerse trampas, a Dios no se le puede engañar, porque tarde o temprano Dios reclama la verdad. Es mi opinion.
15/11/15 6:07 PM
Gonzalo
Gabriela, si casarse porque queda bonito no es causal de nulidad (que no lo es), llevar varios años casados y con hijos tampoco es causal de validez. Vale ya de sospechar siempre de entrada que la nulidad se conoce fraudulentamente.
15/11/15 7:04 PM
CACL
Jesús... flipo con el comentario de Gabriela de Argentina... ¿No crees que si esta pareja ha conseguido la nulidad (con la anterior legislación) se debe a que tenían motivos reales de nulidad? Yo soy el primero ortodoxo, y riguroso, pero creo que el relato de esta pareja hace mucho bien. Es una realidad la crisis bestial de muchos matrimonios... esta pareja ha vivido exactamente lo que pedía S.JP II en la Familiaris Consortio, etc... Abstención, y entonces sí, comulgar.

Gracias a Eva y a Pepe por su testimonio.
15/11/15 8:10 PM
Juan Carlos
Entonces el Papa reconoce que la Iglesia ha cometido negligencia al aplicar el Sacramento del Matrimonio y se habian dedicado a propagar "sufrimiento" en lugar de la liberacion que trae la fe en Cristo. Me he quedado sin palabras.
15/11/15 9:06 PM
Mauro
¿Tendrían que revisar a todos los casados su matrimonio,no sea que no fuera válido (si tenemos en cuenta lo que dijo el Papa: "la mitad de los matrimonios son nulos"? A mí me da que en muchos casos se trata de un "divorcio a la católica". Y, peor, con el tiempo, la devaluación del Sacramento del Matrimonio.
Con todo respeto al Papa, a veces estaría mejor sin decir nada. O pensando lo que va a decir.
15/11/15 9:06 PM
Francisco Javier
Lo que es justo es justo: un matrimonio nulo no debe obtener la nulidad en un plazo largo. Debe ser un proceso justo y rápido. No queramos ser duros con ellos.

Lo que está mal hecho no es eso: es la catequesis Matrimonial. Con estos catequistas y estos curas que fabrican a mansalva matrimonios nulos es con los que hay que ser duros.
15/11/15 9:56 PM
Gabriela
Creo que la catequesis es piedra fundamental para preparar a los novios al matrimonio católico. Como un Noviciado por ej... Una monja debe pasar un mínimo de 4 o 5 años para hacer los Votos Perpetuos... Sin llegar a tanto tiempo, sirva de reflexión.
15/11/15 10:57 PM
Inés
"mucha gente nos dice que como es posible que en tan solo una semana, los dos a la vez, viviéramos esa conversión. Nosotros tenemos una teoría: al año siguiente de casarnos fuimos de nuevo a la Amazonia y nos encontramos a una monja a la que habíamos ayudado, y muy emocionada nos contó que había rezado mil rosarios por nosotros".

Un hermoso testimonio de conversión y de la Misericordia de Dios. Y también de como obra Dios para recuperar a sus hijos perdidos en el mundo. Hubo una persona que ofreció lo que podía por su conversión y Dios puso el resto. Conste que si la monja hubiera rezado 999 rosarios o uno solo, Dios hubiera obrado igual con Su Gracia respondiendo al pedido de la consagrada, ya que la respuesta no depende de cuantos rosarios sino de la correspondencia de Dios a la devoción con la cual se ofrece. De ahí la importancia de ofrecer reparaciones por las personas que se encuentran en pecado en vez de criticarlas y peor aun: dudar de la acción de Dios y de Su Misericordia cuando se manifiesta claramente como en este caso.
15/11/15 11:37 PM
Gregory
Ane todo me complace el testimonio de esta pareja, su caso es en algunos aspectos común a otros que conozcon neglegencia de ellos al momento de contraer matrimonio,negligencia del parroco que presencio la Boda. Casarse es cosa seria el matrimonio no hace milagros pero exige madurez en los contrayentes. Por otro lado algunos comentarios esta fuera de lugar la lentitud de los procesos para nulidad no deben ser lentos por olbligación, es evidente que no todo los matrimonios son nulos lo importante en este caso es que esta pareja no violento el sacramento de la Eucarístia y muestra que eran unos perfecto ignorantes al contraer su primer matrimonio.
16/11/15 12:28 AM
Gregory
Por cierto la verdadera razón por la que su boda fue considerada nula nola mencionan pero es evidente que existe una causa es evidente y no la van a mencionar en esta entrevista, no tienen porque hacerlo lo importante de esta entrevista es que pudieron santificar su unión y conciliar como miembreos de la Iglesia.
16/11/15 12:30 AM
Kalel
Por definición los que se casan porque queda bonito en un 99 por ciento no están de acuerdo con las bases drl matrimonio natural: indisolubilidad en primer lugar.
Por tanto la nulidad es altamente probable y serenamente hay que buscarla. Este matrimonio fue recorriendo de a poco el camino a fuerza de rosarios y oraciones de gente santa, oportunas correcciones y su corazon fue cambiando.
Si la Iglesia juzgó que hubo nulidad a título de qué y sin conocer el expediente alguien puede ponerlo en duda.
Por mi parte felicitaciones desde que decidieron vivir como hermanos a la espera de la nulidad.
16/11/15 1:04 AM
Gabriela de Argentina
Gonzalo: una cosa es conseguirla fraudulentamente, cosa que yo no he dicho, y otra es que sea facilmente (no confundir facil con rapido).
Los motivos que se explicitan en la nota no son causal de nulidad, al menos hasta ahora. Si los hay ocultos, los habra, pero de lo aqui se dice, no se deduce ninguna causal de nulidad. En todo caso si se da informacion sesgada, no es mi culpa. Yo opino de lo que leo, y nada mas.
16/11/15 3:45 AM
Gabriela de. Argentina
CACL: yo no creo nada, opino estrictamente sobre lo que leo. Si ud. ha tenido acceso a los expedientes de estos casos, entonces tendra mas elementos para opinar que yo. Pero yo, que no lo he tenido, opino de lo que leo. Y si el articulo omite informacion relevante, no es mi culpa. Los motivos que aqui se alegan no son causal de nulidad, ni aca ni en la China.
Con los criterios aqui expuestos de "casarse porque queda bonito" no serian nulos el 50% de los matrimonios (como dice el papa), sino el 90 % o mas, porque la mayoria se casa por el vestido, la fiesta, y ya. Sin embargo tal cosa no hace nulo a un matrimonio rato y consumado. No ponga en mi comentario intenciones que no tuvo.
16/11/15 3:53 AM
Gabriela de Argentina
Le aclaro a alguno que flipo con mi comentario, que no estoy juzgando la conducta de esta gente, sino opinando sobre la causal que aqui parecen dar como motivo de las nulidades.
Ademas ya esta bien de echarle la culpa a la catequesis prematrimonial, y de pedir que duren cinco años. Pero por favor! Bienvenidas esas catequesis y en buena hora si se mejoran, pero no nos engañemos. La mayoria de nuestros abuelos, o incluso nuestros padres, se casaban por la iglesia sin ningun cursillo. Incluso muchos lo hacian porque "quedaba bonito". Y a ninguno se le ocurria objetar que "no comprendian bien" que significaba "hasta que la muerte los separe". Ni salian a pedir nulidades cuando aparecían problemas maritales y alguno de los dos se encontraba otra "pareja". Ya esta bien de echarle la culpa a otros y de convalidar la repartija de nulidades a diestro y siniestro.
16/11/15 4:04 AM
hidaspes
¿Tantísimas nulidades? la iglesia debe reconocer las nulidades que correspondan, previo proceso instruido conforme a las reglas del Códex Canónico. Ni una más ni una menos. Ni pocas ni muchas. Por lo demás, son en efecto, muy pocas en comparación con el total de matrimonios celebrados. Normal, deben concurrir unas causas tasadas, deben concurrir inequívocamente, deben ser interpretadas de forma restrictiva (no en sentido amplio o extensivo), y en caso de duda hay una figura permanente, habitualmente ignorada, la del Defensor del Vínculo, que procura que, en caso de duda, prevalezca la conservación del matrimonio para que no se vea mermada la indisolubilidad del sacramento.
16/11/15 12:02 PM
hidaspes
Estimada Gabriela, no sé cual es el panorama en su diócesis pero en la mía, y en España en general, yo puedo decirle que nuestros abuelos, con raras excepciones, recibían una excelente y exhaustiva preparación para su vida cristiana, inclusive la del sacramento matrimonial. Es esa formación espiritual en general, y concretamente la concerniente el sacramento del sagrado matrimonio, la que se echa de menos ahora, y hablo en primera persona, que yo adquirí algo de esa formación después de casarme, no antes como sería lógico. Esa es la clave, por desgracia, la formación no es lo que era. Y en efecto, con una formación renovada e intensiva, se evitarían muchas de las situaciones lamentables que observamos en los matrimonios. Los cursillos prematrimoniales actuales, salvo honrosas y contadas excepciones, son (todos lo hemos verificado in situ) expedientes simbólicos y sumarios, a menudo despachados con una lección o, a veces, dispensados con una firma del párroco respectivo. Actuar sobre eso quizás no solucione todo, pero sin duda que solventaría gran parte de la problemática actual.
16/11/15 1:21 PM
Hugo
Permitidme que vuelva a repetirme, pero, es que lo considero evidente. Todo este ruido alrededor de las nulidades matrimoniales, me parece pura justificacion ante Dios. Cuando uno se casa por la iglesia, (nadie obliga) sea creyente o no, sea lo que sea, es perfectamente consciente de lo que hace, tenga mas o menos cultura, mas o menos formacion, y por tanto, salvo situaciones extraordinariamente raras (no la mitad de los matrimonios celebrados por la iglesia), no ha lugar a justificar que no se sabe lo que se hace. Escusas, escusas y mas escusas. Todo el mundo "pide" a Dios, pero muy pocos "dan" a Dios, y asumir las responsabilidades de cada uno, es lo mínimo que se puede hacer quien quiere presentarse ante Dios con el corazon limpio. Lo digo con humildad, sin ser juez de nadie, sin pretender condenar a nadie, pero es que hay cosas que si no se dicen, hasta las piedras las gritarían.
16/11/15 3:01 PM
Hugo
Conozco algun caso similar al aqui expuesto. Gente completamente alejada de la iglesia, que en un momento determinado de sus vidas se abren a la gracia de Dios, y sienten la llamada a la conversion. Ésta se da, estando en una situacion particular irregular, como en este caso, ¿que hacer? pues os pondré el ejemplo de un caso practicamente igual a este, pero con una decision muy diferente. La pareja que conozco, que llevaba 5 años unida en matrimonio civil, jamas se le paso por la cabeza el pedir la nulidad matrimonial de sus respectivos matrimonios, sino que conscientes de su situacion objetiva y en coherencia a ella, optaron por vivir como la iglesia enseña, como hermanos. Sin mas. No se quisieron justificar. ¿Soy mal cristiano si opino que esta pareja actua ante los ojos de Dios con mas pureza de corazon que la de la noticia? ¿Soy mal cristiano si opino que este es el verdadero camino y no el pedir a Dios que bendiga una nueva union aun cuando Jesucristo mismo dejo muy claro todo? ¿Acaso no veis, hermanos, el agravio comparativo que se produce inevitablemente? Y por favor, no volvamos a las justificaciones de nuevo, diciendo que cada uno tiene un camino, que cada relacion es personal con Dios, y todas esas penosas escusas que solo hacen producir el hastio de quien solo busca la verdad, SIN JUSTIFICACIONES.
16/11/15 3:18 PM
JOSÉ IGNACIO LESACA ESEVERRI
¡Qué maravilla de artículo y qué maravilla de historia! Recomiendo su lectura con encarecimiento y con diligencia y con entusiasmo. Ojalá pronto haya muchos más casos como el referido aquí.
16/11/15 4:42 PM
Alvaro
Maravilla el testimonio honesto y sentido de dos católicos.
Los juicios que se aportan en algunos casos son a la ligera, interpretando según propio criterio.
Una conversión es proceso muy íntimo para recogerlo en un párrafo.
16/11/15 5:43 PM
hornero (Argentina)
Gabriela: "La mayoria de nuestros abuelos, o incluso nuestros padres, se casaban por la iglesia sin ningun cursillo. Incluso muchos lo hacian porque "quedaba bonito". Y a ninguno se le ocurria objetar que "no comprendian bien" que significaba "hasta que la muerte los separe". Absoluto acuerdo. Ni mis bisabuelos, ni abuelos, ni padres, ni tíos, ni mis her4manos ni yo y mi esposa hicimos cursdillo alguno, fuera de la buena instrucción católica recibida desde niños y durante la juventud. En una sociedad cristiana como era la nuestra, la argentina, y pienso que poco más o menos lo eran las demás, la doctrina católica sobre el matrimonio, demás sacramentos y preceptos de la Iglesia la conocíamos por la vida diaria, como conocemos las leyes nacionales o las ordenanzas municipales. Esto de buscar enmiendas justificativas no ayuda sino a violar los deberes y responsabilidades. En lugar de hombre de bien, de virtud, la Iglesia está fabricando buñuelos, panqueques (perdón si no conocen nuestras comidas) o "jabón con gusto a queso" (Chesterton). Un periodista argentino hacía notar que el primer milagro de Jesús fue transformar el agua en vino, no en limonada. Esta Iglesia de Francisco y cía. se vuelve light, chirle, un engrudo.
16/11/15 5:43 PM
BENDITO SEA DIOS!...Vuelve a nosotros tus ojos misericordios
Gracias a Eva y a Pepe por su testimonio! La Iglesia ante todo es Madre, y queda claro que siguieron un camino de conversión...porque así es La Gracia de Dios, donde encuentra buena voluntad. Todo es Voluntad de Dios, Todo es Gracia. Una conversión es un proceso muy íntimo. Gracias, Santo Padre Francisco por proporcionarle a la Iglesia : patrones de exigencia ( a la jerarquía y catequistas) y patrones de conversión ( a los fieles de buena voluntad). La Oración, la Comunión de los Santos... Esa es mi Bella Iglesia Católica! Oremos más, critiquemos mucho menos! Qué Humildad "probada" la del Santo Padre Francisco! Bendito sea Dios!
16/11/15 11:13 PM
Algunos están siendo deplorablemente groseros...
con El Papa Francisco. Por favor, pido a los argentinos que no se critique al Santo Padre! Igual pasa en Colombia con Tele Amiga el canal de valores cristianos católicos... A veces no soy capaz de mirar los escritos, o el canal, da dolor. Yo se que el Espíritu Santo es el primero en "darse cuenta"... Oremos... Oremos mucho más! Y no sean tan criticones! Eso da pena con el Espíritu Santo que sabe y pesa todo!
16/11/15 11:21 PM
Dios sabe lo que hemos sufrido... para llevar adelante un Ma
Un sentimiento de Misericordia que no anula la conversión del corazón, me parece genial en la iglesia! Gracias, Espíritu Santo por obrar la Gracia en lo íntimo de los corazones. En mi experiencia personal, veo que la rectitud de corazón es la virtud que deben tener los Sacerdotes, los catequistas, novios, los esposos, los separados... y ahí sí le corresponde juzgar al Espíritu Santo! Pero, entiendo que "desatar" es cuestión que le corresponde al Santo Padre, quien guiado por el Espíritu Santo ha mirado la miseria, el sufrimiento, y ha tenido compasión de ellos. La respuesta es personal. Para nadie es fácil vivir como Dios Quiere. Necesitamos estar atentos a la Voluntad de Dios. Pidamos para que las personas TODAS se abran a la acción del Espíritu Santo! Ven, Espíritu Santo! Oremos, oremos, oremos mucho!
16/11/15 11:43 PM
María Jesús
Aquí hablan muchos y juzgan sin saber, una costumbre española de siempre: español es sinónimo de juez.
Quien no haya vivido una nulidad o quien no tiene ni idea de lo que es, no puede ni debe juzgar lo que no sabe.
Yo la he vivido. Es muy duro, muchísimo más que el juicio civil, aunque también mucho más humano, con exquisita delicadeza y, por qué no decirlo, baratísimo.
¿Por qué la pedí, si no tenía pareja ni ganas de tenerla?
Pues por conciencia, por encontrar la paz. Es un alivio que no se puede describir. Y podía comulgar, pero la paz que inunda el alma cuando te comunican la sentencia del Arzobispado (previa primera sentencia positiva en mi Obispado) es indescriptible.
No se dan nulidades alegremente. Es un proceso duro, exhaustivo y profundo, lo cual me parece muy bien.
Los que juzgan, que tiren la primera piedra. En el Evangelio no se atrevió ninguno a tirarla.
17/11/15 12:16 AM
Eva y Pepe
Queridos hermanos, somos Eva y Pepe (los de la entrevista).Lo primero agradeceros a todos los que nos apoyáis y os alegráis en Jesús con nosotros por esta unión, que es para gloria de Dios.

Las causas de nuestras nulidades no están expuestas en la entrevista, pero deciros que no hay engaño a Dios. Fue lo primero que hicimos: ponernos en oración y pedir al Señor que si no había causa para ello, que no nos las diera.
La Iglesia no da la nulidad porque sí, son causas muy estudiadas y es el Espíritu Santo quien asiste en los procesos.

Que si no éramos conscientes de lo que hacíamos: no, no lo éramos. Que cuesta creerlo… lo entendemos porque más nos ha costado a nosotros mismos perdonarnos haber dado esos pasos descerebrados que han traído tanto sufrimiento. De todas formas no siempre las causas son problema de ser consciente de lo que se hacía...

Hemos necesitado un camino largo para aceptar todo esto. Solo Dios sabe la vida que cada uno ha tenido que vivir para llegar a ese punto, nadie puede juzgar si no ha pasado exactamente por todas las vivencias que han sido necesarias para llegar hasta ahí, buenas y malas.
El padre del hijo pródigo no le dice con palabras que se está equivocando al querer irse y gastarse todo, ni dice nada de nada… simplemente le deja recorrer ese camino y le espera con los brazos abiertos cuando vuelve, sin un solo reproche. Sabe que el corazón del hijo no estaba preparado entonces para todo eso y solo ahora lo está.
Seguimos abajo pq ya no
30/11/15 5:16 PM
Eva y Pepe
continúa...

Algunas personas no confían lo suficiente en Dios como para saber que si ha consentido la nulidad es porque El ha querido, sino nos la habrían denegado. En sus manos estaba todo y cuando así lo entendimos por fin, no dudamos en dejarnos hacer. Hubiéramos vivido como hermanos el resto de nuestras vidas si no las hubiera hecho llegar. No tenemos ninguna duda de que todo está bien hecho y es voluntad de Dios.

Los matrimonios nulos no son culpa de la Iglesia tampoco. La Iglesia tiene que casar porque los sacerdotes no son adivinos y ellos no saben en que condiciones nos casamos, eso se descubre después de un profundo estudio que se hace durante la nulidad pero está oculto para el sacerdote que te casa.

Pedimos por favor que no se ataque al Papa Francisco porque él tampoco ha tomado esa decisión al tun tun. Pudimos sentir la tristeza que le causaba toda esta situación pero tomó la decisión porque lo había puesto encarecidamente en manos de Dios y recibió de El que tenía que dar esa solución, a pesar de que era consciente de que no todo el mundo lo entendería… y pidió que rezáramos mucho por esas personas que estaban en contra.

Acelerar los procesos no es un coladero para dar las nulidades. Acelerarlas no es sinónimo de darlas sin más. No es justo que si hay nulidad haya que esperar tanto tiempo. Y tranquilidad, porque en los casos en que no esté clara, lo seguirán estudiando todo lo que sea necesario y poniéndolo en manos del Espíritu Santo.
Un fuerte ab
30/11/15 5:17 PM

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