(ACI Prensa) En declaraciones publicadas en la edición impresa del diario El Mercurio, el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe subrayó que «la vida del individuo es intocable. Los hombres no son propiedad del Estado y el Estado no tiene poder absoluto sobre ellos. Tiene que respetar la dignidad humana».
Respecto a las tres causales que se proponen en el proyecto de ley que busca despenalizar el aborto en caso de riesgo de la vida de la madre, «inviabilidad del feto» y violación, el Cardenal señaló que «en comparación con lo ocurrido en otros países, siempre esa es la puerta. Se habla de algunos casos especiales, pero la meta es distinta: es la apertura a todos los abortos».
«No creo en estas palabras de algunos políticos, es una trampa para los ingenuos, que se dejan llevar en una falsa dirección», dijo.
El prelado precisó que «el bienestar de un país depende del respeto a los derechos humanos, sin condiciones».
«Los hombres no pueden condicionar el valor de los demás. ¿Tienen el derecho de decir que una vida tiene menos valor que otra? ¿Quién decide? Si se acepta eso, se abre la puerta a todas las arbitrariedades», advirtió.
El Cardenal Müller lamentó que en Estados Unidos se «ve amenazada la libertad religiosa», al tiempo que su presidente, Barack Obama, busca «imponer sus ideas».
«No se puede obligar a una persona a hacer abortos», subrayó y señaló que «se debe respetar la libertad de conciencia».
La Pontificia Universidad Católica, indicó el cardenal, tiene no solo el derecho sino el deber de defender la vida y rechazar el aborto.
«No podemos decir, como católicos, o como hombres religiosos o que respetan la ley moral, que el Estado tiene el derecho de dejar matar a algunos seres humanos y a otros no. Si el Estado comete esta falta, no tenemos que seguir estas falsas ideas, tenemos que dar un contra testimonio por el respeto incondicional de todas las vidas».
Contra el reconomiento de las uniones homosexuales
Al referirse al recientemente aprobado Acuerdo de Unión Civil en Chile que permite las uniones homosexuales, el Cardenal Müller dijo que «los estados, los tribunales constitucionales -como en Estados Unidos y otros países- no tienen el poder ni la autoridad de cambiar la ley natural. Estos no pueden definir lo que es un matrimonio».
«Los estados abusan de su autoridad cuando quieren definir los elementos básicos de la existencia humana. Un Parlamento no puede contravenir o rechazar el derecho a la vida. Qué es la vida, qué es la integridad de la persona, qué es el matrimonio, no dependen del Estado», explicó.