(SIC) Las voluntarias Luisa Mª Hernández y Marisa Fernández, junto con el padre Justo Lofeudo, cuentan en esta entrevista cómo se está desarrollando la misión
¿Cómo surge la idea de instaurar una capilla de Adoración Perpetua en Gijón?
Luisa Mª Hernández: Amable, el coordinador de madrugada, fue el que tuvo la idea inicial. Como ya conocíamos al padre Justo de hace 8 años, cuando inauguró la capilla en Oviedo, nos pusimos en contacto con él y poco a poco fue prosperando la idea.
P. Justo Lofeudo: La misión ha comenzado hace muy poco. Concretamente el 17 de septiembre.
¿Por qué precisamente esta capilla?
Luisa: Esta capilla, situada en la parroquia del Espíritu Santo (calle Magnus Blikstad) nos viene muy bien, especialmente por la movilidad de las personas mayores, no hay que bajar ni subir escaleras; igual sucede con personas que tengan discapacidad, no habrá barreras para ellas. El párroco, además, ha sido siempre muy servicial, nos abrió las puertas y nos dió todas las facilidades.
En estos momentos, ¿cuánta gente hay ya involucrada en la instauración de la capilla en Gijón?
Marisa Fernández: en principio tenemos alrededor de cien personas; están cubiertas bastantes horas pero nos quedan todavía unas cuantas, sobre todo de madrugada y los fines de semana.
¿Qué necesidades hay ahora mismo?
Luisa: hacen falta 29 responsables horarios.
Padre Justo: En la invitación a que las personas participen, sin ningún miedo, de esta gracia tan grande que tenemos para Gijón, también pedimos que algunos den un paso más, no sólo como adoradores, sino que puedan ayudar a formar parte de esta organización.
Luisa: No es un favor que le hacemos nosotros al Señor, sino una gracia especial que tiene el Señor con nosotros.
Marisa: También es un favor que podemos hacer a otras personas porque al estar la capilla abierta la gente puede entrar en cualquier momento, aunque sean personas no creyentes y el Señor va a hacer mucho más de lo que ellos creen.
¿Qué tareas quedan por hacer en la misión?
P. Justo: Realmente estamos comenzando. Hasta ahora hemos visitado tres parroquias y faltan por visitar otras muchas. Por ejemplo el último día fuimos a la Basílica del Sagrado Corazón. La misión consiste en predicar acerca de este proyecto en las homilías, y luego invitar a que haya adhesiones. Se les pide a las personas que den por lo menos una hora semanal.
En realidad, la de Gijón sería la tercera capilla de Adoración Perpetua en Asturias, no es algo nuevo, tiene que conocerlo la gente…
P. Justo: Bueno, pero cada lugar es particular. Sí, se sabe que en Asturias está, no es nuevo, pero también hay muchas personas que lo escuchan por primera vez, y por eso los medios son tan importantes, porque nos permiten que se vaya difundiendo.
¿Cuál es el perfil de la gente que se está apuntando?
Marisa: hay de todo, la mayor parte son personas de mediana edad. Es un grupo muy heterogéneo, y también hay algún sacerdote y alguna religiosa.
Padre Justo. Es importante que quede claro que la sede será la capilla de la parroquia del Espíritu Santo, pero la invitación es para todo Gijón, para la gente de las parroquias, abierto a todas las edades y a todo el territorio, incluso de fuera de la ciudad.
¿Qué beneficios puede aportar la Adoración Perpetua a las personas de Gijón?
Luisa: como la invitación a participar se dirige a personas de todo tipo, edad y condición, creo que puede beneficiar en espiritualidad a todo Gijón, desde personas mayores a jóvenes, e incluso personas no creyentes que se acerquen y puedan ver la paz que destila la Custodia. Tenemos mucha ilusión, mucha esperanza y mucha fe para que todo salga adelante.
Padre Justo: ante todo una capilla de Adoración Perpetua permite dar testimonio de fe y de amor hacia el Señor. La gente al final se termina preguntando qué está pasando ahí dentro. Estamos acostumbrados a que haya negocios abiertos 24 horas, pero que 24 horas se esté adorando y rezando, sobre todo en silencio, es algo particular. Lo primero es que llama la atención bajo el punto de vista humano y sobrenatural acerca de la Adoración Perpetua es que el Señor llama a personas que están alejadas. Y también tiene beneficios para nosotros mismos, puesto que la secularización no sólo está fuera, sino también dentro de la propia Iglesia. Hemos banalizado la Eucaristía, hemos perdido la noción de lo más importante, si a Dios no le ponemos en el centro, todo se deshace, se cae. La Eucaristía es el centro mismo, el corazón pulsante de la Iglesia.