(C-Fam/InfoCatólica) La fuente, que insiste en mantener el anonimato, describió una reunión para directores de departamentos y agencias gubernamentales, que se celebró en el antiguo edificio de la oficina presidencial, al lado de la Casa Blanca, donde se informó del cambio de política.
Un funcionario del gobierno de Obama dijo al grupo que a los benefificiaros de subveciones se les exigiría añadir «orientación sexual e identidad de género» en las pautas de contratación, precisamente lo mismo que el Gobierno impuso a los contratistas federales un año atrás.
La fuente informó a Friday Fax que ninguna organización que reciba subsidios podría discriminar a causa de la «orientación sexual e identidad de género» al contratar un empleado que trabaje en el programa financiado por éste o en la búsqueda de subcontratistas. Además, no podría discriminar sobre la base de la «orientación sexual e identidad de género» al implementar el programa respectivo.
Desmentido del desmentido
Cuando Friday Fax informó por primera vez sobre esta modificación, en mayo de este año, el gobierno, a través del Consejo de Seguridad Nacional, negó el cambio de política. Varias agrupaciones confesionales que son beneficiarias de subsidios del gobierno asimismo dijeron que sus contactos en el gobierno desmintieron la información.
Nuestra fuente sostiene que el gobierno miente cuando niega que esté en proceso una modificación de esta índole.
La primera fuente que se acercó a Friday Fax en mayo dijo que se estaba pidiendo a las agencias que aceptaran esta nueva política sin un decreto del Poder Ejecutivo y que la oficina de asuntos jurídicos del Departamento de Estado había advertido a la Casa Blanca que esto no sería un tema jurídico, sino cuestión de simplemente cambiar la política.
La contratación federal afecta a relativamente pocas agrupaciones confesionales. Es mediante subvenciones del gobierno que las agrupaciones católicas y evangélicas reciben dinero federal. Hay muchos más beneficiarios de subsidios que contratistas federales (algunos dicen que hay un contratista por cada 50 beneficiarios). Es mediante subvenciones del gobierno que las agrupaciones confesionales asisten a la gente pobre en los Estados Unidos y en todo el mundo.
Friday Fax informó en mayo que algunas agencias federales dudan en introducir el cambio, pero que, debido a la presión de la Casa Blanca, son reacias a decirlo.
Una modificación de esta clase podría ser extremadamente perjudicial para tales agrupaciones, que ahora serán arrastradas a la lucha pública por la «orientación sexual e identidad de género», en la que un funcionario del gobierno ha sido encarcelado y pequeños empresarios han sido multados y acosados hasta que cerraron sus negocios por resistirse a la nueva ortodoxia sexual.
La segunda fuente que se acercó a Friday Fax el mes pasado dice que la información dada en mayo y el torrente de críticas posterior hizo que el gobierno tuviera que desacelerar el proceso, pero que persiste la intención de obligar a las agrupaciones confesionales a aceptar la solicitud y, por ende, el empleo, de quienes se oponen públicamente a la doctrina cristiana sobre la sexualidad humana y el matrimonio.
Es probable que algunas agrupaciones, quizás muchas, deban dejar de recibir fondos federales y cerrar ciertos programas que ahora asisten a los pobres en África y en otros sitios.