(Panampost /John-Henry Westen*) Esta es una práctica común en la amplia industria abortista mundial, al menos desde 1999.
Mientras la mayor atención recae sobre Estados Unidos, la realidad es que Canadá fue el primer país donde se encontraron evidencias de extracción ilegal y antiética de órganos de niños por nacer. Fue solo al año siguiente cuando una clínica de Planificación Familiar en Kansas fue investigada –por el Congreso y autoridades estatales– por obtener ganancias con la venta de tejidos fetales. Incluso el tema fue cubierto en el programa estrella de ABC 20/20,donde hicieron su propia investigación.
El año pasado, Canadá volvió a convertirse en el centro de atención en un caso de abortos y fetos, cuando se descubrió que una clínica enviaba bebés muertos etiquetados como «basura médica» a Oregon. Allí, los bebés eran usados como fuente de energía en un incinerador.
Esta historia macabra terminó rápidamente cuando los autoridades de Oregon suspendieron el programa.
Europa tiene sus propias historias de horror. En 2006, una clínica en Holanda estaba extrayendo los órganos de bebés con 12 semanas de gestación para poder proveerle tratamientos de belleza a acaudaladas mujeres británicas. Del mismo modo, una clínica ucraniana lo hizo para las mujeres rusas, y en ese país presuntamente se vendieron bebés prematuros para utilizar sus partes.
Mientras la investigación formal del Congreso comienza, la próxima semana, hay al menos tres conductas ilegales que examinar. La primera si la extracción de órganos fue efectuada con fines de lucro, algo que parece bastante claro. Una segunda potencial violación es llevar a cabo abortos de nacimiento parcial (cerca de la fecha de nacimiento), lo que es una práctica prohibida por la ley, según un fallo de la Corte Suprema de 2007. Una violación final se produce modificar la forma cómo se realiza un aborto para obtener órganos fetales, lo cual, como han demostrado muchos videos, es una práctica común en Planned Parenthood.
Los incumplimientos a la ley por parte de Planned Parenthood no son, por supuesto, ninguna novedad. Más de seis años de videos obtenidos de forma encubierta por Live Action han revelado como empleados de la organización intentaron encubrir casos de estupro y esconder ilegalmente la información a las autoridades estatales. De la misma manera, los empleados han ignorado el requerimiento de reportar a personas que actuaban como proxenetas y a mujeres con aspecto de ser víctimas de trata de personas que pedían abortos.
Ya ha pasado demasiado tiempo para que Planned Parenthood y sus aliados continúen obligando a los contribuyentes a que sigan pagando por matar a niños nonatos, tanto en Estados Unidos como en cualquier parte.
*John-Henry Westen es cofundador de Voice of the Family, una influyente coalición internacional de grupos pro-vida y pro-familia, que defienden a la familia y la ida en los medios. También es cofundador de LifeSiteNews.com, un sitio de noticias sobre temas de la vida y la familia.