90 años del seminario más austral del mundo

Destinado a formar «santos sacerdotes»

90 años del seminario más austral del mundo

La diócesis de Villarrica (Chile) celebró solemnemente el pasado sábado el nonagésimo aniversario del Seminario San Fidel, creado para la evangelización de la Araucanía. Se trata de una diócesis pequeña, pero con un seminario lleno de vida, que acoge a jóvenes deseosos de «entregar la vida totalmente al Señor y a su plan de salvación». Monseñor Stegmeier pronunció una homilía en la que resaltó que la vida del sacerdote está «marcada por el misterio de la cruz».

(InfoCatólica) El Seminario Mayor San Fidel se creó en 1925, una época en la que aún no existía la diócesis y el territorio correspondía al Vicariato Apostólico de la Araucanía, en el sur de Chile. En un primer momento, se ubicó físicamente en la ciudad de San José de la Mariquina, en la región de Los Ríos y luego fue trasladado hasta el sector de Licanco, en la comuna de Padre Las Casas. En la actualidad, se encuentra en Villarrica, muy cerca de un volcán en activo.

A lo largo de los últimos 90 años, se han ordenado más de 300 sacerdotes procedentes del seminario. Actualmente, hay 14 jóvenes que se preparan en él para el sacerdocio. Esta cifra, muy sustancial para el pequeño tamaño de la diócesis y la situación actual del país, tiene mucho que ver con la gran dedicación al seminario por parte del Obispo diocesano, D. Francisco Javier Stegmeier. En efecto, Monseñor Stegmeier tiene su residencia a pocos metros de la de los seminaristas y participa directamente en su formación. De ese modo, los futuros sacerdotes sienten que su vocación está inserta en el corazón de la vida diocesana y experimentan desde el principio la comunión con su obispo, que es fundamental para todo presbítero.

La celebración oficial del 90º aniversario del Liceo y Seminario San Fidel, que tuvo lugar el pasado sábado 5 de septiembre, comenzó con una conferencia titulada «Evolución y formalización de las lenguas indígenas de Chile desde el periodo de la conquista, con especial atención a la labor de los capuchinos bávaros en el Vicariato Apostólico de la Araucanía». A continuación, el Obispo de la Diócesis manifestó que Villarrica «tiene una tradición muy larga respecto a la formación de sacerdotes» y que esto «es un motivo, de mucha esperanza porque el Señor suscita vocaciones, a pesar de las dificultades, pero no hay duda de que hay muchos jóvenes que quieren entregar su vida al Señor en cuerpo y alma como sacerdotes».

Tras la conferencia, se entregaron placas conmemorativas a algunos sacerdotes y fieles, como reconocimiento a los servicios prestados durante años al seminario. Posteriormente, los asistentes se trasladaron rezando el rosario hasta la Catedral, donde se celebró una emotiva Santa Misa de acción de gracias, presidida por el Obispo de la diócesis y concelebrada por Monseñor Sixto Parzinger, obispo emérito de Villarrica. En la celebración, estuvieron presentes diversas autoridades civiles y eclesiásticas, como el Arzobispo de La Serena, Monseñor René Rebolledo, exalumno y antiguo formador y rector del Seminario, Monseñor Héctor Vargas, Obispo de la diócesis San José de Temuco, y los rectores del Seminario Santo Cura de Ars de La Serena y del Seminario Pontificio de Santiago, además de sacerdotes provenientes de diversas localidades, religiosos, fieles y familiares de los jóvenes seminaristas.

Monseñor Stegmeier habló en su homilía sobre la formación sacerdotal, una etapa «marcada por decisiones radicales, por deseos de vivir intensamente la consagración a Dios», en la que «se está dispuesto a vivir como Cristo pobre, casto y obediente». «La clave de la formación del Seminario es inculcar en el futuro sacerdote una auténtica amistad con Jesucristo», porque «el futuro sacerdote debe establecer una comunión con Cristo de corazón a corazón». En cambio, «si el sacerdote no vive del amor de Cristo no tiene posibilidad de vivir plenamente el verdadero sacerdocio católico» y se convertirá en «una caricatura de sacerdote, imbuido de mundanidad y en permanente peligro de corromperse».

Monseñor Stegmeier recordó que el sacerdote «no sólo anuncia con su palabra el misterio de Cristo y lo entrega en la celebración de los sacramentos», sino que también «debe anunciar a Cristo dándole su vida entera». Un sacerdote que «conoce íntimamente a Jesucristo no puede sino hablar de Él. Sabe que Él es a quien todos anhelan en lo más profundo del corazón. Cristo es la única medicina capaz de sanar a la humanidad herida por el pecado».

En presencia de todos sus seminaristas, el Obispo señaló que «la vida del sacerdote siempre estará marcada por el misterio de la cruz, que es fuente de vida, paz, alegría y fecundidad para los demás, pero más aún para sí mismo». Asimismo, explicó que es la celebración diaria de la Eucaristía la que «introduce al sacerdote en el Misterio Pascual de Cristo muerto y resucitado» y pidió para los seminaristas «la gracia de llegar a ser santos sacerdotes con ‘olor a oveja’, como dice el Papa Francisco, porque se saben discípulos de Jesús, ministros de la Iglesia y pastores dispuestos a dar la vida por su rebaño».

Homilía completa de Mons. Stegmeier

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3 comentarios

Roberto Ibarra
Es de un Obispo que poco se habla en Chile y que silenciosamente, sin entrevistas en CNN, esta haciendo una gran labor de reconstruir un clero Catolico para la Evangelizacion. Para su formacion ha tenido que traer extranjeros, pues en Chile la heterodoxia cunde y se difinde cada dia con mas fuerza. El seminerio es un pequeño resto, que como Isreael resistio en el exilio en Babilonia. La paz.
9/09/15 1:46 PM
Arturo
Mejor que no se hable mucho de él, no vaya a ser que se enteren de que es bueno y vayan a por su cabeza. Así que a seguir calladitos y haciendo las cosas discretamente.
9/09/15 3:20 PM
Cristián
muy lindo articulo, aunque la redaccion dice que estuvo "en un comienzo en San Jose de la Mariquina y luego se traslado a Licanco..." y da la impresion que fue poco tiempo, esos mas de 75 años en nuestro pueblo, aun mas fueron los años en que la identidad y riqueza propia del seminario se construyo... en la "casita de madera" allí se formaron esos 300 sacerdotes de 6 diócesis ... aqui y no en otro lugar ... esa es la historia... (lo demas, detalles de la redaccion jeje ) pero igual hermosa fiesta! Bendito Dios!!
10/09/15 4:30 AM

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