(ACI/David Ramos) «La Iglesia es depositaria de una fe y esa fe está en la enseñanza de Jesús, no podemos ir contra su mandamiento», explicó el Cardenal a ACI Prensa el 14 de agosto en Piura (Perú), donde participa del evento al que fue enviado por el Santo Padre.
El Arzobispo Emérito de Quito subrayó que «hay verdades fundamentales» que no cambiarán «por más prensa que se vuelque a decir cosas contrarias o se quiera interpretar mal lo que manda el Señor».
El Cardenal reconoció que se debe buscar «un mayor acercamiento pastoral hacia los fieles, también para los fieles separados, también para los fieles que están en otras uniones». «Pero eso no quiere decir que van a poder tener la oportunidad de volver a comulgar con el Señor porque su situación es irregular», indicó.
Lo que sí se puede hacer, explicó, es «darles otras ‘armas’, si cabe el término, como sería la comunión espiritual, el sentirse también apoyados y ayudados en la oración para que descubran la misericordia de Dios que tiene con todos nosotros».
El Arzobispo ecuatoriano señaló también la necesidad de que la preparación de los novios para el matrimonio se realice de una forma más seria y durante más tiempo. «Ahora se improvisa mucho: dos sesiones cada una de diez minutos suficiente para que los fieles vayan a recibir este sacramento que les va a transformar toda su vida», criticó.
Esta pastoral, señaló, «requiere que nosotros los pastores animemos a los fieles a descubrir toda la belleza que significa recibir el sacramento del matrimonio». «La fuerza del matrimonio no la vamos a encontrar en los medios de comunicación, no la vamos a encontrar en la televisión sino en la gracia de Dios que llega a nosotros a través de los sacramentos», dijo.