(ACI Prensa/InfoCatólica) «Básicamente entras ahí y tomas una muestra de sangre y ahora vas a tomar el feto sin que ella (la madre) sepa»: esa era la indicación que, relata Holy O’Donnell, recibía para el procedimiento. La mujer era una técnica de la compañía StemExpress con sede en California, asociada con Planned Parenthood para obtener los órganos.
«Imagina si fueras una paciente de aborto y alguien llega y roba los órganos de tu bebé. Es simplemente terrible», afirma.
La joven explica en el video que «si había una gestación avanzada, y los técnicos lo necesitaban, había ocasiones en las que simplemente tomaban lo que querían y estas madres no lo saben. Y no hay forma de que lo sepan».
Denunciada por no presionar a la madre
O’Donnell también cuestiona el impacto emocional del aborto en las mujeres y las prácticas de sus colegas para obtener las partes de los no nacidos: «si el aborto fuera algo bueno no habría tanto daño emocional a partir de él». Esta joven también denuncia como solía ser reprendida por no presionar a las mujeres para que consiguiera el consentimiento de las madres para la investigación médica.
Los técnicos, recuerda, también colaboraban con las clínicas de Planned Parenthood para determinar el número de pacientes que se someterían a un aborto y qué tan avanzada era la gestación de cada una.
De acuerdo a la ley federal de Estados Unidos cualquier procedimiento que se realice con tejidos de fetos debe hacerse con el consentimiento de la madre del bebé. El testimonio de O’Donnell cuestiona las prácticas de Planned Parenthood al respecto.
El sexto video es el último de una serie de, hasta ahora, seis reportajes que son el resultado de tres años de investigación sobre el tráfico de órganos de bebés abortados en las instalaciones de Planned Parenthood.
Los videos han generado una fuerte polémica en Estados Unidos y en el resto del mundo, pese a haber sido ignorado por los grandes medios en distintos lugares; y han generado una serie de medidas como el llamado a dejar de financiar a Planned Parenthood y la decisión de algunos estados –como Louisiana, Alabama y New Hampshire– de dejar de colaborar económicamente con esta institución abortista.
Los videos anteriores muestran a directivos de Planned Parenthood negociando el precio de órganos de bebés e incluso conversaciones sobre una compensación «razonable» por obtener órganos intactos modificando los protocolos establecidos por la institución abortista.
Planned Parenthood señala que sus acciones están de acuerdo con la ley pero los videos difundidos hasta ahora han generado, además de la polémica, una serie de investigaciones en el congreso de Estados Unidos y el destape de sus nexos con sus aliados en otros países.