(EP) Mons. Osoro ha contestado a las preguntas sobre las palabras del Papa Francisco, que la semana pasada dijo que los divorciados que se han vuelto a casar no están excomulgados y no deben ser tratados como tales, y por las del obispo de Bilbao, Mons. Mario Iceta, quien ha calificado de «reto pastoral de primera magnitud» acompañar a los homosexuales en la Iglesia, así como el caso de Álex Salinas, un transexual al que, aunque no hay ninguna nota oficial del arzobispado de Cádiz, se asegura que se le va a permitir ser padrino en el bautizo de un sobrino suyo en San Fernando.
En declaraciones a los medios antes de intervenir en el ciclo 'Conocimiento y Valores', en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Osoro ha reivindicado que la Iglesia «da siempre y da el amor del Señor», lo que significa que «se sitúa al lado de todos los heridos y de todas las situaciones en las que estén los hombres, sean las que fueren», incluidos divorciados, homosexuales y transexuales.
De esta forma, ha asegurado que lo que el Pontífice quiere, en el Año de la Misericordia, es que «el ser humano viva y pase por cuatro estaciones que necesariamente hay que pasar: no juzgar, perdonarse, no condenar y dar». En este sentido, ha defendido que lo que da la Iglesia es «lo máximo que se da, el gran y amor y cariño» que, según ha añadido, es lo que cada persona recibe de sus padres.
Asimismo, ha recordado las palabras de Jesucristo, quien «cuando vino a este mundo, dijo 'He venido a salvar a los hombres, no a condenarlos'». «Porque en definitiva, lo que tiene que hacer (la Iglesia) es lo mismo que él (Jesucristo): 'He venido a salvaros'», ha proclamado Osoro, quien ha asegurado que el «problema real» no es permitir que los divorciados vuelvan a comulgar, sino que «estemos al lado de todos los seres humanos, estén en la situación que estén».
De esta forma, ha dado más importancia a que «todos los que son creyentes y por diversas circunstancias tuvieron que tomar una decisión en la vida, que sepan que son miembros de la Iglesia y que la Iglesia también les necesita».
«Eso es lo que ha dicho el Papa y lo que seguirá diciendo la Iglesia a través de todos los tiempos. Son discípulos de Cristo. No hay de primera, de segunda y de tercera, somos discípulos de Cristo todos aquellos que hemos sido bautizados y tenemos la vida del Señor en nuestra vida», ha manifestado. Así, ha dicho que él ve a todos los seres humanos «como imágenes de Dios que son».
«Esto es lo más sencillo y lo más maravilloso de un cristiano y es que no puede mirar a nadie por las ideas que tenga o por lo que haya hecho. Les tiene que mirar como les mira Dios», ha incidido Osoro. En este sentido, ha subrayado que Dios «ha querido que el ser humano sea imagen y semejanza» suya, al tiempo que ha señalado que él mismo no ve a las demás personas «como un enemigo», sino alguien «ante el cual me tengo que arrodillar, nada más, porque sé que eres imagen de Dios». «Y ojalá lo supiera hacer con todos. Yo ya sé que tengo mis deficiencias y no lo sé hacer con todos», ha concluido.