(Vatican Insider) El Sínodo sobre la familia del próximo octubre deberá afrontar «el desafío de encontrar vías pastorales para una integración más fuerte en la comunidad» para las personas que se encuentran en «situaciones difíciles», «sin reducciones de la palabra de Jesús ni de la consecuente enseñanza de la Iglesia».
Palabra del cardenal Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien, en una entrevista con katholish.de, confirma que el dicasterio vaticano se ocupará de Medjugorje en otoño, revela que no hay «novedades sustanciales» con los lefebvrianos, elogia la encíclica del Papa «Laudato si’» y su viaje a Sudamérica, que ha mostrado el compromiso de la Iglesia por «una auténtica teología de la liberación».
Después, tras las polémicas que suscitó una de sus declaraciones sobre una de las tarea del ex Santo Oficio («estructurar teológicamente» el Pontificado), asegura: «Personalmente, la fidelidad al Papa a lo largo de mi vida siempre ha sido el deseo de mi corazón».
«Las cuestiones relacionadas con los matrimonios y la familia han asumido en nuestro tiempo una nueva actualidad», afirmó el purpurado alemán en vista del próximo sínodo de octubre. Debemos ayudar a las personas, y también a los católicos, a comprender de nuevo qué sentido tiene casarse y, de esta manera, vincularse públicamente a un ser humano.
La preparación y el acompañamiento del matrimonio requieren una renovación y profundización. La Iglesia debe dirigirse nuevamente a la familia y la familia se debe abrir nuevamente a la Iglesia. Al final están las conocidas cuestiones sobre el acompañamiento pastoral de personas en situaciones difíciles: aquí el sínodo se encuentra frente al desafío de encontrar vías pastorales para una integración más fuerte en la comunidad, sin reducciones de la Palabra de Jesús ni de la consecuente enseñanza de la Iglesia. Para el futuro de la Iglesia y de la sociedad, la familia tiene un significado insustituible».
El reciente viaje del Papa a Sudamérica demuestra «que la Iglesia se debe comprometer para una auténtica teología de la liberación», una teología que «no esté alineada ideológicamente, sino que busque el bien del hombre y de la sociedad», afirmó Müller. Además, subrayó que su libro escrito con el teólogo peruano Gustavo Gutiérrez, y que lleva un prefacio del mismo Pontífice argentino, «es una señal en este sentido».
El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe responde también a una pregunta sobre la discusión que provocó una frase sobre el hecho de que una de las tareas de su dicasterio sería «estructurar teológicamente» el Pontificado: «Mi preocupación era indicar la específica tarea de la Congregación para la Doctrina de la Fe: promover y proteger la fe y la moral en toda la Iglesia católica en nombre del Papa».
El ex Santo Oficio, en este sentido, «ayuda al Sucesor de Pedro en la preparación de documentos importantes, pensemos por ejemplo en las dos grandes encíclicas Lumen Fidei y Laudato si’, publica en nombre del Papa documentos relacionados con nuevas cuestiones y se dedica a cuestiones urgentes para el Papa, para profundizarlas teológicamente».
«Personalmente, la fidelidad al Papa a lo largo de toda mi vida siempre ha sido un deseo de mi corazón». En relación con la ‘encíclica ecológica’, Müller indicó: «Se trata de una circular de orientación que prosigue la tradición de las encíclicas sociales. Estoy muy agradecido al Santo Padre por la Encíclica».
El purpurado alemán al final también respondió a algunas preguntas relacionadas con casos de los que se ocupa su ente. En relación con las negociaciones con los lefebvrianos, «no hay novedades. El Santo Padre desea que sigamos en la cuestión ‘con tenacidad y paciencia’», y, en vista del objetivo de un preámbulo doctrinal que el grupo ultratradicionalista debería aceptar para poderse reconciliar con la Iglesia católica, «en los últimos meses ha habido encuentros de diferentes géneros con el objetivo de reforzar la confianza recíproca».
Sobre la decisión vaticana relacionada con Medjugorje, en Bosnia-Herzegovina, en donde algunos videntes sostienen que se siguen verificando apariciones marianas, Müller insistió en que los resultados de la comisión guiada por el cardenal Camillo Ruini «examinó profundamente toda la cuestión» y la documentación será examinada por la Congregación para la Doctrina de la Fe «en la sesión ordinaria de otoño». El dicasterio entregará después su parecer al Papa para una «decisión».