(Emol) La Conferencia Episcopal de Chile convocó a los «legisladores cristianos» a recordar «su irrenunciable e inexcusable de promover leyes justas» y de «no colaborar con una ley del aborto», en un texto en el plantea su posición frente al proyecto en esta materia impulsado por el Gobierno.
El documento, que contiene una síntesis del mensaje elaborado por la instancia en torno al tema, está contenido en una inserción publicada este domingo en «El Mercurio».
«A quienes ocupan cargos de autoridad los exhortamos a proteger a toda persona, especialmente a los más débiles y desvalidos, y a amar y respetar por igual a la madre y su hijo», exhortó la Conferencia Episcopal.
«A los legisladores cristianos les recordamos con fuerza su irrenunciable e inexcusable deber de promover leyes justas y de no colaborar con una ley del aborto. Nadie está en conciencia obligado a realizar lo injusto, y menos a dañar el bien común», recalcó.
El texto aparece en la víspera del cónclave de la Nueva Mayoría en el que el conglomerado de gobierno definirá líneas de acción para los próximos años.
En torno al proyecto, la Conferencia Episcopal enfatizó que el aborto «nunca es terapéutico».
«Sostenemos que no constituye aborto la acción de suyo terapéutica para salvar la vida de una madre en peligro, cuando no busca eliminar directamente la vida de la persona concebida, aunque su muerte sea una posibilidad prevista, aunque no querida o buscada», precisa el documento.
«Si la creatura falleciera como consecuencia no deseada ni intentada de un procedimiento directamente orientado a sanar a la mujer en situación de grave riesgo, no se podría calificar de aborto», añade.
En tanto al concepto de «inviabilidad del feto» considerado en la legislación propuesta, el organismo afirma que «el respeto irrestricto a toda vida humana indefensa e inocente, como también la dificultad de diagnosticar con completa certeza la situación en la que nacerá el niño esperado, impide fundamentar la necesidad de aborto para estos casos».
Sobre otra causal mencionada en el proyecto, el de la mujer víctima de violación, «no nos parece ‘humano’ dejarla sola en el drama que ha sufrido, y tampoco es ‘humano’ privar de la vida al más indefenso e inocente, que es su hijo».
La Iglesia Católica chilena apuntó la necesidad de contar con un Estado y una sociedad «activos y presentes» en el apoyo a las madres y sus hijos.
«’Despenalizar’ el aborto ante situaciones de violación es renunciar a la tutela de los más débiles e indefensos y un acto de rendición del Estado ante el flagelo de la agresión sexual a mujeres», advierte.
«No queremos sumar niños no nacidos a la lista no pequeña de personas y grupos que Chile deja fuera de su mesa y, que como ha dicho el Papa Francisco, son como seres ‘descartables’», puntualiza.
«A quienes ayer promovían junto a la Iglesia la defensa de la vida y dignidad de los perseguidos políticos les invitamos hoy a ser consecuentes, pues el respeto a la vida debe mantenerse en toda circunstancia», plantea el texto.
En tanto, los obispos de Los Ángeles, Felipe Bacarreza; de Illapel, Jorge Vega; de Villarrica, Francisco Javier Stegmeier; de Chillán, Carlos Pellegrin, y de Iquique, Guillermo Vera, suscribieron una carta dirigida a parlamentarios católicos de sus diócesis en torno al proyecto.
La misiva fue publicada en una inserción en «El Mercurio» este domingo por la organización Acción Familia.
«El proyecto propuesto por el Poder Ejecutivo pone en estado de indefensión jurídica a todos los no nacidos menores de 12 semanas de gestación y, en la práctica, abrirá camino a una forma de legalización del aborto libre», señala la nota.
Del mismo modo, los obispos insisten en que para un parlamentario católico «no existe el derecho moral de aprobar esta iniciativa legal».
«Por ocasión de las próximas elecciones, recordaremos a los fieles la prohibición moral de dar el voto a favor de un candidato que haya apoyado el proyecto de aborto», plantean los obispos firmantes.
«Nos dirigimos a ustedes, honorables parlamentarios, que representan en el Congreso a los fieles de nuestras diócesis, en especial a aquellos que se reconocen como católicos, para exhortarlos a que se opongan a esta iniciativa», enfatiza la misiva.