(El Confidencial/InfoCatólica) Continua el conflicto entre el Arzobispado de Madrid y el padre Ángel García por una oración-homenaje al socialista Pedro Zerolo en la Iglesia de San Antón. Entre otras cosas, el sacerdote permitió el pasado miércoles que durante la celebración interviniera un pastor protestante (liberal) que vestía una estola con la bandera del arcoiris, símbolo del activismo homosexual que tanto defendió el fallecido.
Lo ocurrido provocó que Mons. Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, publicara un comunicado pidiendo que no se utilice más ese templo para actos políticos.
Dolido por la amonestación de su superior, el padre Ángel ha conversado con El Confidencial para, supuestamente, intentar apagar el fuego abierto. Sin embargo, sigue sin comprender por qué Osoro no descalificó el acto que el miércoles por la mañana se hizo en un tanatorio por el fallecimiento del delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González. Al acto, a petición de la candidata del PP a presidir la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ¡congregó a los 17 delegados regionales en Madrid. «¿Este no es un acto político y el de Zerolo sí?», se lamenta el fundador de Mensajeros de la Paz. Lo cierto es que lo ocurrido en el tanatorio fue un funeral por un católico.
El sacerdote, que guardaba una gran amistad con Zerolo, defiende que lo de San Antón fue un acto exclusivamente «de oración para un amigo» en el que no hubo consignas políticas, aunque los hechos demuestran lo contrario, pues en el acto se reinvidicó la ingeniería social apoyada por el fallecido, quien se describía a sí mismo en Twitter de la siguiente manera:
«Activista social, republicano, laico, feminista, ateo, migrante, federalista, lgtb, latino, abogado, concejal, secretario de movimientos sociales, PSOE».
Advertencia al arzobispo
Y en lo que es un claro mensaje al arzobsipo de Madrid, el padre Ángel asegura a El Confidencial que la iglesia de San Antón seguirá abierta para todos. «Yo rezaré por todas las almas y si no me dejan pues le pediré a Manuela Carmena (ndr: alcaldesa de Madrid, de extrema izquierda) que me deje hacerlo en la calle».