(Fides) Ayer hizo exactamente un año, en la noche entre el 9 y el 10 de junio de 2014, ante el ataque de las milicias del IS, equipadas con ametralladoras y lanza-granadas montadas en vehículos todo terreno, las tropas del ejército regular estacionadas en Mosul huyeron, dejando en manos de los yihadistas incluso las bases militares llenas de armas pesadas.
En su mensaje, enviado a la Agencia Fides, el Patriarca invoca a los políticos iraquíes a trabajar sinceramente por la reforma y la reconciliación. Sólo la perspectiva de la reconciliación nacional - recuerda el primado de la Iglesia caldea - pondrá fin a la tragedia de todo un pueblo, haciendo que los iraquíes no sigan luchando y matándose justificando los conflictos con razones religiosas, y los niños no sigan muriendo por «el hambre, la sed, o porque carecen de medicamentos».
El patriarca confirma que la Iglesia hará todo lo posible para seguir apoyando material y espiritualmente a las multitudes de refugiados dispersos tanto en el país como en los países vecinos, continuando a orar para que el Señor conceda pronto el don de la paz.