(Arq. La Plata/InfoCatólica) Criticó, asimismo, «la reciente inscripción, en el Registro de las Personas de la Provincia de Buenos Aires, de un niño como hijo de tres progenitores: dos mujeres 'casadas' entre sí, y un varón que aportó los gametos para la fecundación artificial. Esto en nombre de los Derechos del Niño. ¡Pobre niño!».
Pidió, entonces, a la Virgen de Luján que «cuide muy especialmente a nuestros niños, a los que alguna vez, en la Argentina, se los llamó 'los únicos privilegiados'...»
La esclavitud de quienes se creen libres
Advirtió, igualmente, «sobre la peor de todas las esclavitudes: la de quienes se creen 'libres' porque viven en una sociedad que les permite hacer lo que se les da la gana. Al respecto, vale recordar la cX_X_onmovedora expresión del genial escritor del siglo XX, Gilbert Chesterton, quien al explicar sobre por qué se convirtió al catolicismo dijo que 'solo la Iglesia Católica puede salvar al hombre ante la esclavitud de ser hijo de su época'...»
Concluyó que «vivimos en una sociedad llena de esclavos de las modas, de las ideologías disolventes, y de muchas formas de destrucción de la dignidad humana. Lo más triste es que esos esclavos no se reconocen como tales; sino que, por el contrario, se creen libres».