(Zenit) El presidente le regaló al Santo Padre cinco portafolios de cuero para viaje, de colores verde, bordeaux, rojo, blanco y negro. Y Francisco indicando el de color verde exclamó: «Éste es perfecto para entregar la próxima encíclica sobre la custodia de lo creado».
En el intercambio de regalos, el mandatario le regaló una imagen del Niño Jesús de Praga, de unos 40 centímetros, vestido con terciopelo rojo bordado en oro, lo que el Santo Padre agradeció. Y el Papa, al regalarle una copia encuadernada de la Evangelii Gaudium, explicó que se refiere a la dignidad de las personas en todas las formas diversas.
El presidente Zeman le comentó al Papa que «he leído que usted dijo que perder el trabajo es perder la dignidad, también sucede esto con los ancianos que quedan abandonados en los hospicios». Y hablando sobre los ancianos y enfermos le pidió que bendijera la piedra fundamental para la inauguración de un hospital para enfermos terminales.
El Pontífice le entregó también la medalla de la paz indicando «mi deseo es que los gobernantes trabajen siempre por ella». Y también un lapicero, precisando, «para que sea usado para la paz». Y el presidente le respondió que nunca usaría ese lapicero para firmar nada relacionado con fines bélicos. A continuación el presidente encontró al secretario para las Relaciones con los Estados, Richard Gallagherd.